Bicentury: tortitas de maíz con sabor setas, trufa y queso, por Jordi Cruz

Las tortitas de maíz se han convertido en un complemento práctico, y en teoría saludable, en muchos hogares de nuestro país. Se pueden comer solas o acompañadas, sacian el apetito y no tienen una carga calórica excesiva. Sin embargo, las tortitas de maíz de Bicentury con sabor a setas, trufa y queso del afamado chef Jordi Cruz son un producto procesado que contiene aditivos, emulgentes y más calorías de las deseadas.

Estas tortitas se pueden encontrar en la mayoría de los supermercados y tiendas de alimentación y su precio no es elevado --1,95 euros--. Pero su ingesta y cuidarse, tal y como promocionan desde la marca que pertenece al grupo Nutrition&Santé, no van de la mano. Por ello, es mejor consumirlas de forma muy esporádica u optar por una alternativa más sana.

Diseño

Estas tortitas se presentan en un envase de plástico de 124 gramos de color negro y azul eléctrico que llama la atención al ser muy diferente al de las tortitas de maíz habituales, que suele ser amarillo. En la parte frontal aparece una imagen del chef Jordi Cruz y otra del producto con setas, trufa negra y trozos de queso encima.

Para abrirlas, es preciso cortar la línea discontinua dibujada en la parte superior con unas tijeras --después se pueden cerrar con un alambre plastificado para que no se pongan blandas--, y al instante se percibe un fuerte olor que recuerda al de las patatas fritas Ruffles con sabor a jamón york y queso. Esto indica que estamos ante un producto ultraprocesado. Bicentury también ofrece tortitas de maíz con sabor a jamón ibérico, miel y mostaza, y barbacoa, entre otros.

Características

El aspecto de este producto es como el de cualquier otra tortita de maíz --una masa bastante lisa de color claro con imperfecciones--, pero al coger una unidad se nota en la yema de los dedos que esta variedad es más pringosa de lo habitual. Estas tortitas de Bicentury tienen una textura muy crujiente que hace que se quiebren con facilidad al morderlas, por lo que es recomendable comerlas encima de un plato o una servilleta. Y el gusto es la gran decepción, pues predomina el sazonador con sabor a queso y no se perciben por ninguna parte ni el sabor a setas ni el de trufa.

Estas tortitas de Bicentury contienen un 78 % de maíz, lo que podría hacer pensar que se trata de un producto saludable, pero lo cierto es que por cada 100 gramos contienen 459 kilocalorías --cantidad muy similar al de las patatas fritas de bolsa--. Además, las grasas ingeridas ascienden a 17 gramos de cada 100 --2,7 de las cuales son saturadas-- y los hidratos de carbono a 69 gramos, de los cuales 2,8 son azúcares. En su composición figuran materias primas refinadas como aceites vegetales, azúcar, sal y proteína, y aditivos habituales en los alimentos procesados como la maltodextrina, sazonadores, conservantes y emulgentes --leticina de soja--. Las fibras --2,3 gramos-- brillan por su ausencia.

Pros y contras

Estas tortitas de Bicentury son un recurso fácil que puede resultar adictivo gracias a su crujiente textura y a su aroma. Pero los sabores que dice tener no se perciben en ningún momento.

Además, mientras la marca las vende como un producto sano, su composición desvela que se trata de un alimento procesado con una alta cantidad de calorías y aditivos que conviene mantener lejos si se quiere seguir una dieta equilibrada y saludable.

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