Philips 329P1H: monitor de 31,5 pulgadas
Una pantalla extra que podría ofrecer más por lo que cuesta
Estefania Oliver -
689 € PVR
El Precio de Venta Recomendado (PVR) ha sido escogido en el momento de publicación de este contenido. El importe puede sufrir variaciones con el tiempoNuestro análisis
Trabajar en la pantalla de un portátil durante horas acaba no sólo cansando la vista, sino que también limita el espacio y la multitarea. Por ello, contar con un monitor extra, como el Philips 329P1H, es una buena solución. En este caso, el modelo de la firma holandesa que ha probado durante varias semanas Consumidor Global cuenta con una pantalla de 31,5 pulgadas u 80 centímetros de diámetro y es como tener un segundo televisor en casa.
Sin embargo, desembolsar más de 600 euros por un accesorio de este tipo deja un buen agujero en el bolsillo. Hay muchos productos en el mercado de otras firmas –muy populares—con pantallas 4K UHD que se mueven en la horquilla de los 300 y 400 euros.
Diseño
La caja del Philips 329P1H llama la atención por su tamaño. Después, cuando se sacan todos los corchos protectores, la pantalla no es, en realidad, tan grande. Pasado ese primer shock, el producto se compone de una pantalla IPS, la peana y la pieza o torre que une la base con el monitor. Se trata de unas piezas pesadas, por lo que puede ser necesario recurrir a la ayuda de otra persona para su ensamblaje. Y poner algún tipo de protector sobre la mesa en la que se va montar e instalar el monitor tampoco es una mala idea para evitar rayaduras indeseadas. Lo mejor de todo es que para unir los componentes no es necesario ningún destornillador o herramienta. De hecho, en la base sólo hay un tornillo que viene ya con un sistema de enroscado muy sencillo. Eso sí, hay que tener cierta fuerza para dejarlo bien fijado. Después, la torre se une a la peana con un sistema de acoplamiento que no tiene mucho misterio.
En cuanto al diseño exterior, una vez montado todo, este monitor cuenta con una pantalla sin apenas bordes, salvo un marco más grueso en la parte inferior, donde se ubican los botones para navegar por los diferentes ajustes. Y el grosor de la pantalla es correcto. Tiene una zona trasera, más gruesa, donde se encuentran los distintos puertos que ofrece este producto, y que no son pocos: 2 HDMI, 1 USB-C, 4 USB 3.2, una entrada de puerto de visualización, otra RJ-45 (para conectarse a una red mediante cable) y una toma de auriculares. El monitor y sus componentes son de color negro y una vez se ubique en una mesa es mejor no moverlo porque pesa 12 kilos. Lo bueno es que viene con cuatro almohadillas antideslizantes en la parte inferior que proporcionan una sujeción fuerte y estable. Pero, a su favor, este dispositivo permite varios movimientos. Se puede colocar no sólo en una orientación horizontal y vertical –rotación de 90 grados--, sino que también se puede inclinar hacia adelante o hacia atrás --de 25 a -5 grados--, así como hacia arriba y hacia abajo –en ajuste de altura de 180 mm-- para mejorar la visualización de la pantalla y de los archivos que se estén manejando.
Características
Lo mejor que tiene este monitor es un puerto USB-C para los nuevos modelos de ordenadores portátiles. De esta manera, en las pruebas de Consumidor Global se ha podido conectar la pantalla a un MacBook Pro de Apple y a un Microsoft Surface Go en cuestión de segundos. Sólo hay que conectar los dos puertos --el del monitor y el del ordenador--, enchufar la pantalla y de inmediato vemos una réplica del escritorio a un tamaño de 31,5 pulgadas. Eso sí, en los ajustes de los ordenadores que se conecten hay que señalar qué pantalla es la que manda. Después, arrastrar documentos, páginas web y otras ventanas de una superficie a otra es pan comido. Pero, a pesar de su precio, el Philips 329P1H no tiene una pantalla táctil y eso se echa de menos. Para personalizar algunas opciones toca navegar entre los distintos botones situados al lado del logo y eso es demasiado tedioso para los tiempos que corren. Se puede ajustar el volumen, el color, el idioma, el brillo de la pantalla, etc.
Asimismo, esconde una webcam en el marco superior que se puede extraer con facilidad. Pero sólo funciona con Windows Hello y su reconocimiento facial, por lo que su uso queda demasiado limitado y no se puede activar en el momento y con el sistema que el usuario desee. Mientras, la pantalla cuenta con varias funciones que resultan útiles en el día a día: la tecnología Flicker-free controla el brillo y reduce la fatiga ocular; el modo LowBlue disminuye la emisión de luz azul; y los sistemas PowerSensor y LightSensor ajustan el nivel de brillo y el consumo del monitor, según las condiciones del entorno y si el usuario está frente a la pantalla. Todas estas opciones facilitan el trabajo y eso se agradece. Por otro lado, la tecnología SmartImage mejora el contraste, la saturación de color y la nitidez de las imágenes según el escenario que elija el usuario --fácil lectura, oficina, foto, película, juego, etc.--. Sin embargo, el hecho de tener que ir apretando botones para seleccionar estas funciones y ajustarlas resulta pesado e incluso molesto. En cuanto al sonido, el nivel es más que suficiente para disfrutar de una serie u otro contenido de cualquier plataforma de streaming, y el color es óptimo. No se perciben ni muy saturados ni demasiado claros. Sin embargo, en este punto, que el monitor no sea compatible con HDR –alto rango dinámico—es algo negativo. ¿Y esto qué significa? Pues con este sistema se diferencian más las zonas oscuras de la imagen de las más iluminadas, lo que aumenta el contraste y la profundidad de los colores, algo que perdemos en esta ocasión.
Pros y contras
En conclusión, el monitor Philips 329P1H es una ayuda extra para el hogar --ya sea para cuestiones laborales como de ocio-- muy bienvenida. Contar con una pantalla de estas dimensiones favorece no sólo la multitarea, sino también poder disfrutar de una serie o película sin molestar a otros miembros de la familia o jugar a cualquier videojuego con un sonido suficiente y una calidad de imagen buena. Y el hecho de que se pueda colocar en distintas posiciones, así como ajustar su altura y su inclinación, favorece en todo momento una visualización correcta y una mayor personalización según cada usuario. El puerto USB Tipo-C que incluye es una de sus mayores ventajas, sin dejar de lado la otras conexiones que ofrece que son muy completas.
Se echa de menos, por otro lado, que, dado su precio, la pantalla no sea táctil y que no sea HDR. Además, el uso de la cámara está muy limitado y con el teletrabajo y las videoconferencias en auge es algo que no tiene mucho sentido. Debería de poder activarse en cualquier momento y ser compatible tanto con dispositivos MacOS como Windows. Y, por supuesto, un coste más ajustado siempre se agradece.
Leer todo
Nuestra valoración
Satisfacción
Bueno
Calidad - Precio
6.8/10Resultados del test
- 7 Diseño
- 5 Precio
- 8.5 Rendimiento
- 4 Peso
- 8 Funcionalidad
- 8.5 Imagen
Especificaciones técnicas
-
Tamaño
Pantalla de 31,5 pulgadas
-
Peso
12 kilogramos
-
Resolución
3840 x 2160 (60 Hz)
-
Tecnologías
Flicker-free, modo LowBlue, PowerSensor, LightSensor y SmartImage
-
Puertos
2 HDMI, 1 USB-C, 4 USB 3.2, una entrada de puerto de visualización, otra RJ-45 y una toma de auriculares
Disponible en:
Desbloquear para comentar