Dia: patatas fritas sabor huevo frito

Vacaciones, verano, días de playa. Todo son sinónimos de aperitivo. Y es que, para acompañar unas aceitunas, una cerveza y unos berberechos, escoger unas buenas patatas fritas es esencial. A veces, las clásicas con sal son la solución, pero en el mercado existen patatas de muchos sabores distintos. En concreto, el equipo de Consumidor Global ha probado las patatas sabor a huevo frito de la marca Dia, una verdadera sorpresa gustativa.

A pesar de ser un gusto que, a priori, puede parecer extraño para unas patatas, lo verdaderamente rompedor es lo bien conseguido que está. El huevo tostado tiene un regusto bastante particular logrado con éxito. No obstante, aparte de que no serán las favoritas de muchos, al tener un gusto tan potente, opacan a cualquier acompañante.

Diseño

El envase de las patatas, como todas las del mercado, es una bolsa de plástico, con un envoltorio fácil de abrir y de un papel en acabado mate que lo destaca en el lineal del supermercado. En concreto, en el extremo superior, se aprecia un dibujo de un bol a rebosar de patatas, en el que algunas incluso vuelan fuera de él.

Por otro lado, le sigue la palabra patatas, en grande, y la etiqueta “sabor a huevo frito” justo debajo. Y el packaging también incluye el dibujo de una sartén con dos huevos fritos junto a las patatas, y dos reclamos publicitarios más: “sin gluten” y “con aceite de girasol”.

Características

Justo cuando se abre la bolsa, el potente aroma a huevo frito es envolvente. Por supuesto que no su manifestación real, sino una procesada y envasada. No obstante, el sabor sí que es convincente, aunque salado en exceso. Sin embargo, tarda en aparecer ese regustillo metálico en la lengua. Y, en cuanto a textura, la fritura es correcta, aunque se echan de menos las burbujas y las patatas dobladas extracrujientes.

Pero, en términos nutricionales, es un ultraprocesado de cajón. Lo elabora un gran fabricante de aperitivos envasados en cantidades industriales. Así se explica su elevadísima cantidad de sal, el 1,2 % del peso total del producto.

Pros y contras

A grandes rasgos, son unas patatas muy sabrosas. Y el envase es sugestivo y fácil de abrir, aunque requiere de un clip para el resellado. Asimismo, la textura es correcta sin más y su precio, de 1,25 euros, es muy asequible.

Por otra parte, por lo que se refiere a la calidad nutricional de estas patatas, es un producto que se debería consumir de manera esporádica, como el aperitivo, que no es recomendable hacerlo cada día. Su elevado nivel de sodio se complementa con una gran cantidad de grasa: el 32 % del producto es aceite de girasol frito. Esto elimina todo el potencial nutritivo del alimento y lo hace recomendable solo una o dos veces por mes.

*Consumidor Global participa en un programa de afiliación con varias marcas y obtiene ingresos por las ventas realizadas a través de los enlaces de compra

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