Dia: pizza familiar de cuatro quesos

La pizza familiar cuatro quesos de la marca Dia es una más de todas las que hay en los congeladores de los supermercados. Se trata de la clásica receta italiana con un tamaño suficiente grande como para compartir con toda la familia. Y no hay ninguna duda de su cualidad de ultraprocesado. Basta con mirar su etiqueta. 

Su alto contenido en grasa, sal y azúcares convierte a esta pizza en un alimento de quinta gama, es decir, de poca calidad nutricional. Y esta no es su única desventaja, pues en cuanto tanto en su sabor como en su textura y composición, son de destacar otras deficiencias importantes frente a una pizza hecha con ingredientes caseros, incluso frente a otras de la misma categoría.

Diseño

El envase de este producto de Dia es el típico de una pizza: de plástico y redondo, con los reclamos publicitarios en la parte frontal. Asimismo, es transparente, por lo que el consumidor puede ver el aspecto del producto antes de abrirlo. En este caso, a través del packaging, se divisa los quesos "mozzarella, emmental, curado y cheddar" que contiene la pizza, bastante abundante y llamativo a la vista. 

Por otro lado, en el empaquetado también se observan afirmaciones como “al punto”, en un juego de palabras para afirmar que va de inmediato al plato, ya que sólo hace falta hornearla para comérsela. En la misma línea, destacan el reducido tiempo de cocción y la abundante cantidad de porciones. Todo sobre un fondo oscuro con dibujos de un color anaranjado. 

Características

El sabor de esta pizza no destaca por encima de las otras del mercado. Como la mayoría de ultraprocesadas, es demasiado salada, además de ser adictivo. Además, su textura no es del todo crujiente, como suele pasar con todas las pizzas refrigeradas, en las que se echa en falta el crujido de la masa entre los dientes.

En cuanto a su composición, ésta deja mucho que desear. Aunque no es nada nuevo en este tipo de alimentos, cuyo comprador suele consumir de manera esporádica. En primer lugar, la cantidad de queso del producto apenas llega a un 30 % y es muy desigual entre sus variedades. Asimismo, el sabor del queso emmental y el curado es casi imperceptible debido a la abundancia de sal y azúcares añadidos. La primera supone el 1,5 % del peso total del producto, y la glucosa llega hasta el 3,5 %. Esto quiere decir que 100 gramos de esta pizza aportan la mitad de la sal máxima diaria recomendada.

Pros y contras

Este es un producto rápido, fácil y cómodo de preparar, por lo que, en un contexto de fiesta y de reuniones sociales, puede suponer una opción razonable para compartir entre 5 o más personas. Sólo así se hace manejable la bomba que supone la mezcla de masa, sodio, azúcares y grasas. Cuando se come en ocasiones especiales. Si en algún hogar es una opción recurrente, es mejor evitarla. Sólo hay que parar a leer su etiqueta. 

En lo que respecta al sabor, no es para tirar cohetes. Pero en según qué ocasiones no hace falta tampoco. Los sabores sutiles del queso emmental o el curado se pierden por completo en el cheddar y la mozzarella, así como en el azúcar del tomate. Pero es un alimento que llena el estómago, que a veces es lo único que uno busca. Además, cabe destacar que se trata de una alternativa de precio razonable, ligeramente por debajo de la media en pizzas refrigeradas, de 3,55 euros.

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