Reorganizar nuestro espacio puede ser una tarea cuanto menos costosa, implica gastar nuestro tiempo libre y dedicarnos por entero a la incómoda tarea de poner en práctica el desapego de lo material, la limpieza y el orden.
Personalidades como la de Marie Kondo, popular por plasmar con sencillez y elegancia como lleva su filosofía de imponer el orden en todas las parcelas de su vida. Autora también del popular libro La magia del orden, propone distintos métodos de lo más prácticos y accesibles para los que verdaderamente quieren vivir en espacios funcionales y no atestados de trastos y polvo.
El último que se ha viralizado en redes ha sido el método de las cuatro cajas. Aunque no existe una receta única para poner en orden nuestro hogar, este enfoque puede ayudarnos a simplificar el trabajo y a transformar nuestro entorno en un espacio más armónico.
¿Qué es el método japonés de las 4 cajas?
El fenómeno de Marie Kondo, potenciado por su serie de Netflix ¡A ordenar con Marie Kondo!, ha inspirado a miles de personas con consejos sencillos y efectivos para ordenar y revitalizar su vida diaria de los que las redes sociales se han hecho eco. Este resultado de este método no solo tiene un impacto visual, sino que también contribuye a mejorar nuestro bienestar emocional, trayéndonos sensación de paz y descanso mental.
El método de las cuatro cajas es una estrategia clara y efectiva para organizar cualquier espacio del hogar, desde un armario hasta toda una habitación. El procedimiento es muy simple: busca cuatro cajas vacías de tamaño adecuado y etiquétalas según su propósito: guardar, desechar, donar y vender. También puedes incluir una categoría adicional de “reutilizar” o “indeciso” si necesitas más opciones para decidir.
Cómo renovar tu hogar con el orden de Marie Kondo
Este método es especialmente útil para ordenar los armarios, por lo bien que se adapta a objetos como los zapatos, accesorios y ropa, ya que te ayuda a tomar decisiones más conscientes sobre el destino de cada prenda. Aquí te dejamos un desglose de cada categoría:
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Guardar: Coloca aquí las prendas que usas frecuentemente, que tienen valor sentimental o que simplemente te encantan. Estas piezas serán la base de un armario funcional y organizado.
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Desechar: Aquí irán las prendas en mal estado, con manchas irreparables o roturas que no pueden arreglarse. Siempre que sea posible, procura reciclarlas.
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Donar: En esta caja colocaremos aquellas prendas en buen estado que ya no usamos, pero que pueden ser útiles para alguien más. Una forma excelente de aportar a la comunidad.
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Vender: Si tienes ropa en perfectas condiciones, considera venderla en plataformas de segunda mano para obtener un ingreso extra.
Cómo aplicar el método sin morir en el intento
Una vez que tengas las cajas listas, es momento de ponerse manos a la obra:
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Clasifica tus pertenencias: Revisa cada artículo del espacio que deseas ordenar (por ejemplo, el armario) y decide sinceramente su destino: guardar, desechar, donar o vender.
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Toma acción inmediata: Cuando hayas terminado la clasificación, no dejes nada pendiente. Guarda cuidadosamente lo que has decidido conservar, recicla o desecha lo que no sirve, lleva las donaciones a un punto de recogida y sube a la venta las prendas seleccionadas para ese fin.
Este último paso es crucial para asegurarte de que el proceso quede completo y no termines acumulando las cajas en el fondo del armario.
Más que orden, un hogar con alma
¿Te has planteado alguna vez que el orden puede ser una herramienta para renovar la energía de tu hogar? Aplicar el método de las cuatro cajas al menos dos veces al año, especialmente durante los cambios de estación, no solo te permitirá mantener bajo control tus pertenencias, sino que también fomenta un estilo de vida más sostenible. Dar una segunda vida a los objetos que ya no utilizas es una forma de contribuir a la economía circular y de reducir el desperdicio, todo mientras creas un espacio que invite a la serenidad.
El impacto del orden va mucho más allá de lo estético. Un hogar organizado nos ofrece claridad, reduce el estrés y nos ayuda a vivir en un entorno que refleja quiénes somos y lo que realmente valoramos.
El arte de conservar lo esencial
Uno de los pilares de este método es la reflexión: ¿Qué merece realmente quedarse en tu hogar? Conservar no significa acumular indiscriminadamente, sino quedarte con esos elementos que aportan alegría, utilidad o un valor sentimental único. Cada objeto que eliges guardar debe contribuir a crear un espacio que no solo sea funcional, sino que también hable de tu esencia y te haga sentir en armonía contigo.
La caja destinada a desechar es una oportunidad para liberar tu espacio de todo aquello que ya no tiene cabida en tu vida. Piensa en esos objetos que están rotos, desgastados o que simplemente no usas. Mantenerlos solo genera desorden y puede incluso ser una fuente de estrés. Al deshacerte de ellos, no solo ganarás espacio físico, sino también una sensación de ligereza emocional.
Una técnica que transformará tu mente
El método de las cuatro cajas no solo organiza tus pertenencias, sino que transforma tu visión sobre lo que realmente necesitas para sentirte pleno en tu hogar. Cada decisión, cada objeto que eliges conservar o dejar ir, te acerca más a un espacio que respire calma y equilibrio.