No siempre es fácil encontrar el vestido ideal para Nochevieja, para la cena de empresa o para un evento familiar. Para salir de Inditex (y minimizar así las posibilidades de que el outfit coincida con el de otra persona) y apostar por algo más original, hay quienes optan por empresas que se anuncian en Instagram y ofrecen diseños estilosos y atrayentes. Una de esas firmas es Nape The Brand.
En su cuenta de Instagram (que acumula más de 14.000 seguidores), Nape dice ser una marca mitad italiana mitad española. Es la primera de una serie de ambigüedades que hacen sospechar de la firma. “Espaldas al aire. Lentejuelas. Brillantes. Directamente a tu casa para que disfrutes las fiestas”, exponen. No obstante, muchas compradoras denuncian que la prenda que les llegó nada tenía que ver con el aspecto de las imágenes.
“No compréis nada”
“Voy a comenzar un procedimiento de arbitraje con Consumo”, cuenta a este medio Laura A., una clienta descontenta con Nape The Brand y decepcionada con su servicio de atención al cliente. Su intención es recibir alguna compensación económica, ya que no ha podido devolver su pedido, que no se correspondía en absoluto con lo que esperaba.
En redes sociales también hay quienes denuncian la mala calidad de las prendas. “No compréis nada en Nape the Brand. Vestidos ideales en la foto y te llega una soberana mierda”, decía otra compradora en X (antigua Twitter).
“Talla mal y de mala calidad”
Las publicaciones de Instagram de la marca están llenas de comentarios de jóvenes que reclaman a los responsables de Nape The Brand que lean los correos o los mensajes directos, o que se preguntan, alarmadas, si el envío llegará a tiempo. “Yo lo pedí el 9 de diciembre y todavía no sé nada, no responden a los mensajes ni nada”, clamaba una chica. “No [los] pidáis, llega algo parecido a lo que pedisteis, encima talla mal y mala calidad”, aconsejaba otra afectada. Así, la sensación general es que se trata de una firma, como poco, descuidada. Como poco.
Una usuaria de X reveló una información muy relevante que mostraba la vinculación de la compañía con una influencer: “Nape The Brand se parece a Name The Brand porque es la intención”, comenzaba diciendo. Y es que, aunque solo hay una letra de diferencia, Name The Brand no tiene nada que ver con su presunta imitadora: es una conocida marca de ropa lanzada por María Pombo (una de las creadoras de contenido españolas más populares) cuyos vestidos oscilan entre los 89 y los 169 euros, frente a los 40 que cuestan, de media, los de Nape.
Similitud con modelos de AliExpress
Este medio ha comprobado con Google Lens que algunos de los vestidos que se ofertan en la web de Nape The Brand son idénticos a algunos de AliExpress, donde se venden mucho más baratos.
Así, cabe la posibilidad de que los responsables de Nape The Brand simplemente se dediquen a revender prendas que obtienen a bajo coste ocultando su origen real. Así lo denuncia un comentario en el foro de valoraciones Trustpilot: "Nape The Brand se publicita como una marca de ropa española/italiana, pero todo es falso y una gran estafa. Solo revenden vestidos de AliExpress, no caigan en esto. Dejan de responder los correos electrónicos cuando los pillan y no te devuelven el dinero. Los vestidos son de mala calidad y no se parecen a las fotos", decía una clienta descontenta.
Vinculación con Cristina Vedia
Que el nombre comercial suene parecido, aunque no tenga nada que ver, puede ser una estrategia útil para aumentar las ventas. La tuitera anteriormente mencionada revelaba más cosas: “Buscando el CIF de la empresa aparece la razón social de Goldseastore, que pertenece a la influencer Cristina Vedia. Esta influencer tiene dos marcas de ropa: GoldSeaSwimwear y The Cotton Brand. Pero en sus redes sociales no menciona Nape The Brand… Yo tengo mi teoría clara, porque el nombre confunde y habrá mucha gente que pique”, proponía.
En Trustpilot, son muchos los consumidores que recomiendan desconfiar de GoldSeaSwimwear. "Es una estafa. No contestan. No llegan los pedidos. Los números de seguimiento no existen. Te hacen creer que tu pedido se está preparando y es falso. Es imposible contactar con ellos, tampoco te dejan cancelar el pedido por lo que pierdes el dinero", decía una consumidora en junio de 2024.
No se menciona la marca
Es decir, que Cristina Vedia estaría presuntamente detrás de Nape, una firma bajo la lupa que tampoco ella promociona de manera activa. La hipótesis parece plausible.
En abril de 2021, el Boletín Oficial del Registro Mercantil reflejaba la constitución de Goldseastore SL, una empresa que tiene por objeto la “confección de otras prendas de vestir y accesorios” con domicilio en un piso de la calle Cartago de Madrid, justamente la dirección que aparece en el apartado Contacto de la web de Nape the Brand. Este punto se cita como la sede fiscal.
The Cotton Brand, marca asociada
Además, en el apartado de política de reembolsos de Nape, se indica la dirección a la que los clientes insatisfechos deben enviar sus pedidos “a la atención de (Cristina) NAPE THE BRAND”. Todo apunta a que se trata de Cristina Vedia Fernández. La empresaria tiene unos 12.000 seguidores en Instagram, donde se define como modelo y experta en publicidad.
Además, en su cuenta de Instagram mencionaba dos marcas, aunque ya ha eliminado esta información: The Cotton Brand y Goldseaswimwear. Las reseñas de la primera en Trustpilot son demoledoras: se repiten las palabras como "estafa" o las afirmaciones sobre la "pésima calidad". Vedia, a pesar de no tener el alcance masivo de otras influencers de moda, está bien relacionada: su socia en The Cotton Brand es Carla Cotterli, una influencer que, según ha publicado la prensa rosa, está saliendo con el expolítico Albert Rivera.
Comentarios en las publicaciones
A pesar de que Vedia no explicita su relación con Nape The Brand, comenta sus publicaciones. “Mi favorito”, escribe en un post de la marca en el que aparece un vestido (el modelo Calabria, concretamente). Estos comentarios podrían ir encaminados a intentar publicitar, indirectamente, sus productos.
Este medio ha intentado contactar con Nape The Brand para preguntar dónde fabrican sus vestidos y a qué achacan tanto descontento por parte de las consumidoras, pero, al término de este reportaje, no ha sido posible obtener respuesta.