El escote es una de esas zonas del cuerpo que se suele cuidar más bien poco a lo largo del año. Sin embargo, con la llegada del buen tiempo, al llevar tops, vestidos escotados y trajes de baño, lucir un escote bonito cobra de nuevo importancia.
Según la farmacéutica Rocío Escalante, "la piel del escote es muy fina y frágil, carece de glándulas sebáceas y tiene poca cantidad de colágeno y elastina, por lo que es muy sensible al envejecimiento prematuro, sobre todo, si no le prestamos atención". Arrugas, flacidez y manchas son los principales problemas que puede sufrir esta zona. "Suele estar muy expuesta a los rayos solares, cuando hace buen tiempo. Si no se protege con crema solar es habitual que salgan manchas".
La hidratación es la clave
El escote se debería de tratar como si fuera parte del rostro: desmaquillando, usando sérums, cremas, exfoliantes y mascarillas. A partir de los 45-50 años se pueden incorporar al ritual de belleza cremas específicas para el escote.
La hidratación es sin duda uno de los cuidados más importantes, ya que ayuda a que la piel esté más elástica y sea más fuerte para hacer frente a la flacidez y a las arrugas.
Protección y ejercicio
La protección solar es esencial para evitar las manchas y el envejecimiento prematuro. Además de aplicar fotoprotectores en la playa o en la piscina, también hay que hacerlo si se lleva ropa escotada que deja parte del torso al descubierto: al hacer deporte en el exterior, pasear por el parque o sentarse en una terraza a tomar algo.
Al mismo tiempo, hay que tener cuidado con la exfoliación porque, al ser una piel muy fina, si se aplica un exfoliante mecánico hay que hacerlo mediante un suave masaje sin apretar demasiado. Finalmente y no por ello menos importante, hacer ejercicios específicos --estiramientos, pesas o natación-- ayudará a que toda la musculatura se mantenga más joven.