La apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla con Marruecos parecía estar cerca de producirse, lo que habría significado la vuelta al intercambio de mercancías en esa frontera concreta, pero el país magrebí continúa poniendo trabas.
Marruecos decidió cerrar unilateralmente la de Melilla en agosto de 2018, coincidiendo con un momento de tensión entre ambos países, y ahora, según adelantó El Faro de Melilla, se abrirá una nueva en Ceuta, donde nunca ha existido. Todo parecía acordado y firme, pero el miércoles 8 de enero, el camión español que debía acceder a Marruecos con mercancía desde Ceuta fue bloqueado.
Confusión y hermetismo
“Después de más de cinco horas de espera y retenido en la frontera del Tarajal, el vehículo de [la empresa] Vivera fue devuelto por ‘falta de documentación’ en otro mazazo del país vecino a la ciudad autónoma”, valoraba El Pueblo de Ceuta, un medio que hablaba que la reapertura de las aduanas había estado rodeada de “confusión” y “hermetismo” en ambas ciudades autónomas.
Con todo, según han apuntado diversos periódicos, cuando la actividad de las aduanas quede por fin restablecida entrarán desde Marruecos áridos, legumbres, frutas, verduras y pescados.
Limitación de productos
Por su parte, Marruecos habría dado luz verde a la entrada de productos de electrónica, higiene y limpieza. Según El País, en un primer momento el flujo comercial se limitará a un camión diario en ambos sentidos en las dos aduanas
Las autoridades han sido muy cautelosas a la hora de ofrecer información. La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, declaró que "la aduana comercial ahora no es como la que teníamos antes en 2018, estamos hablando de una aduana comercial del siglo XXI entre dos países, un país europeo y un tercer país". Moh hacía así alusión a la voluntad de los dos gobiernos de acabar con el fenómeno de las porteadoras.
Apertura gradual
La delegada del Gobierno aseguró que se está "trabajando para que se reabra a la mayor velocidad posible" y vino a confirmar que la apertura será gradual. "El objetivo es conseguir la plena normalización a través de una serie de fases, no existe ningún tipo de imposición", remarcó en declaraciones a la televisión melillense.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, ha pedido “paciencia”.
Socio comercial
Más allá de las importaciones que entren por esta vía, Marruecos es un socio importante para España: entre enero y julio de 2024, el país norteafricano se consolidó como el principal proveedor de hortalizas y verduras tanto de fuera como dentro de la UE en España.
Según Valencia Fruits, en ese periodo Marruecos realizó envíos por un valor de 698 millones de euros y concentró el 24% del total de las importaciones, un 10% más que el año anterior. Perú fue el segundo distribuidor y Francia el tercero.
Compras de frutas y verduras
Asimismo, según un análisis elaborado por Hortoinfo (que utilizó datos de la Agencia Tributaria y códigos oficiales de aranceles), en el año 2023 España importó de Marruecos un total de 459,45 millones de kilos de frutas y hortalizas, un 104% más que 10 años atrás.
El valor de estas compras ascendió a 928,48 millones de euros. Por volumen, en 2023 sobresalió la adquisición de sandías (78,45 millones de kilos) pimientos (77,39 millones), judías (61,41) tomates (57,92) y frambuesas (32,28).
Intensificar la cooperación
A pesar de las tensiones entre ambos países, el Gobierno español se esfuerza por mostrar buena sintonía. En abril de 2024, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, mantuvo una reunión bilateral con el ministro de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural y Agua y Bosques del Reino de Marruecos, Mohammed Sadiki.
El ministro destacó entonces la intención mutua de "intensificar la cooperación que mantenemos entre nuestros dos gobiernos para hacer frente a los desafíos del sector agroalimentario, en particular los derivados del cambio climático, para garantizar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria".