Cuando la electricidad se ha ido en gran parte de España, muchos han temido lo peor: oficinas paralizadas, semáforos en negro, móviles en modo ahorro extremo. Sin embargo, lejos del caos apocalíptico que podría esperarse, el país reaccionó como solo sabe hacerlo; llenando los bares.
Apenas unos minutos después del apagón, las terrazas han empezado a abarrotarse. “Hay que salvar las cervezas antes de que se calienten”, proclamaban entre risas algunos clientes, mientras los camareros, entre jarras sudorosas, despachaban rondas como si no hubiera un mañana.
Antes de que se caliente la cerveza
“El fin del mundo nos pillará de cañas”, tuiteaba Marta Martín, sintetizando el espíritu nacional en 280 caracteres. Por su parte, Ricard Blanco destacaba el “honor” de Barcelona, donde las terrazas se llenaron para preservar la cerveza “en estado puro”, aunque sin electricidad.
Desde Madrid hasta Bilbao, pasando por Sevilla y Valencia, la consigna fue clara: ni un minuto más para que la cerveza pierda su frescura. Algunos usuarios de X, como Alberto Oseiro, lo expresaban así: “Agotad la cerveza en los bares antes de que se caliente”. Otros, como Rosa, compartían escenas surrealistas de “bares repletos de gente bebiendo lo que quedaba de vino, cerveza templaita y refrescos”.
Misión de emergencia cervecera
Incluso cuando la luz volvió en algunos barrios, como contaba un usuario, muchos prefirieron seguir con su “misión de emergencia cervecera”. Juan Encinas lo resumía mejor que nadie: “Sin electricidad no tengo cañas en los bares ni cerveza fría en casa. No sé qué hay peor que eso”.
Mientras tanto, los camareros no daban abasto entre rondas y bromas, como narraba otro usuario: “Mientras en los bares haya gente tomando cerveza y diciéndole al camarero: ‘Saca otra no se vayan a poner malas’, todo OK”.