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Castigado sin poder entrar al gimnasio durante cinco días por faltar a una clase

Un usuario del gimnasio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) critica la severidad de las sanciones por no acudir a una sesión previamente reservada

Teo Camino

Personas haciendo ejercicio en el gimnasio de la Universidad de Santiago de Compostela / USC

El gimnasio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) es el más económico de la ciudad gallega. Mientras otros centros cobran una suscripción mensual de entre 29 y 35 euros, la cuota para acceder a las instalaciones deportivas de la USC cuesta tan solo 13,99 euros e incluye desde pista de atletismo y muro de escalada hasta piscina cubierta y gimnasio, entre otros servicios.

Así pues, se podría decir que su principal atractivo es el precio, por lo que las instalaciones suelen estar muy concurridas. Sin embargo, el gimnasio de la USC es tan barato como estricto, en lo que a su normativa de uso se refiere.

Castigado sin entrar al gimnasio

Para acudir al centro deportivo de la Universidad de Santiago de Compostela es necesario “estar dado de alta como usuario de deportes y tener inscripción, reserva o entrada para esa hora y actividad”, se puede leer en la página web de la institución. Hasta aquí todo normal.

No obstante, “cuando reservas una sesión de hora y media y te olvidas de cancelarla con una hora de antelación, te sancionan con cinco días sin poder volver a entrenar”, denuncia un usuario del gimnasio de la USC, que prefiere permanecer en el anonimato por miedo a que su gimnasio tome represalias contra él. “Si llegas tarde, también te pueden sancionar, y los turnos son de una hora y media innegociable, no puedes quedarte más”, añade.

El mensaje con el castigo del gimnasio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC)

“Es la alternativa más barata”

“Esta es la peculiar manera que tiene de funcionar el concurrido gimnasio de la USC”, prosigue el afectado, quien ha tenido que romper su rutina de ejercicios a causa del castigo impuesto por la dirección del centro deportivo de la USC.

A pesar de tan estricta normativa, el gimnasio sigue llenándose a diario. “Nos adaptamos, puesto que es la alternativa más barata de la ciudad. Lamentablemente, siempre funcionó así y supongo que por eso es algo que ni siquiera nos cuestionamos. Nadie se ha quejado públicamente hasta ahora”, se resigna el gimnasta sancionado.

¿A qué se debe está política de sanciones?

Tal y como apunta este usuario, no hay reseñas negativas sobre la política de sanciones del gimnasio de la USC en Google. De hecho, todas las críticas de los deportistas que acuden a este centro versan sobre la saturación de sus diferentes espacios. “La única pega es el aforo”, observa un usuario.

¿Puede ser que la agresiva política de sanciones por ausentarse de una sesión de ejercicio se deba a un número demasiado alto de personas inscritas? Consumidor Global ha preguntado a la dirección del gimnasio de la USC por este tema, pero, al término de este artículo, el centro no se ha pronunciado.