Jordi Olloquequi, neurobiólogo: "Las redes sociales son el peor antiaging para el cerebro"

El doctor en Biología Celular y autor del libro 'Antiaging para el cerebro' reflexiona sobre el envejecimiento y aporta las claves de la ciencia para mantener nuestra mente joven, ágil y sana

El neurobiólogo Jordi Olloquequi y su libro 'Antiaging para el cerebro' / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL
El neurobiólogo Jordi Olloquequi y su libro 'Antiaging para el cerebro' / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL

Como el secreto de la eterna juventud todavía no ha sido descubierto, hablamos con el neurobiólogo Jordi Olloquequi (Barcelona, 1982) para que nos recuerde lo poco que podemos hacer para mantener nuestra mente joven, ágil y sana, que ya es mucho.

Olloquequi es profesor del departamento de Bioquímica y Fisiología de la Facultad de Farmacia y de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona y ha amueblado su cerebro, durante más de tres lustros, investigando su funcionamiento y qué es lo que implica el envejecimiento. Ahora, divulga todo este conocimiento en su libro Antiaging para el cerebro (Ediciones Paidós, 2025).

--Después de leer ‘Antiaging para el cerebro’, creo que la teoría, la neurociencia del envejecimiento que expone de una manera tan esclarecedora y campechana, es mucho más interesante que las claves de la ciencia para mantener nuestra mente joven, ágil y sana, que son un poco las del sentido común, ¿no? 

--Exacto. Lo que diferencia a este libro de otros que versan sobre la misma temática es que no es un libro de autoayuda. Aquí hay una primera parte de divulgación científica en la que explico, de forma lo más sencilla posible, cosas tan complejas como el funcionamiento del cerebro, de qué manera se comunican sus células y qué es lo que implica el envejecimiento a nivel fisiológico. Descubrir esto y entenderlo es importante para después, en la segunda parte del libro, entender por qué esos consejos prácticos funcionan. Y, aunque no se están revelando grandes misterios ni grandes novedades, entre otras cosas porque no las hay, sí se comprenden los mecanismos del envejecimiento. ¿Por qué cuando hago ejercicio estoy protegiendo el cerebro? ¿Por qué cuando como y duermo bien también lo protejo? 

--Los milagros no existen…

--Por desgracia, no. Y yo no quería convertirme en un vendedor de humo que dijera: ‘Mira, si haces esto, porque yo te doy aquí unas fórmulas secretas milagrosas para retrasar el envejecimiento central…’ No, la única verdad es tener mucho sentido común. Muchos de estos consejos que desarrollo en el libro los podrían haber dado nuestros abuelos. Simplemente, los ligo a una evidencia científica y al por qué funcionan.

--En el capítulo 14 escribe sobre los beneficios de la restricción calórica y del ayuno intermitente para la mente. Pero en 2025 los datos de obesidad en España están en máximos históricos. ¿Esto corrobora un poco eso que se suele decir de que el sentido común es el menos común de los sentidos?

--Desde el punto de vista evolutivo tiene todo el sentido del mundo. Nosotros, como especie, estamos mejor adaptados a que haya poca comida. Ahora, las personas que tenemos la suerte de vivir en un país industrializado como el nuestro, cuando tenemos hambre es tan fácil como ir y abrir la nevera. O bajar a la tienda y comprarte lo que quieras. No te va a faltar comida. Pero nosotros, cuando nos constituimos como especie, el día que tenías hambre salías a cazar. Si tenías suerte ese día, cazabas. Si no, no. Si tenías suerte y encontrabas unos frutos, comías. Si no, no. 

Una nevera llena de alimentos / MIDJOURNEY
Una nevera llena de alimentos / MIDJOURNEY

--¿La especie está acostumbrada al ayuno intermitente?

--Estamos adaptados a que no sobre la comida. Nosotros y la inmensa mayoría de especies que existen en el planeta. Vivimos en un entorno que en principio es hostil. Las cosas no vienen de forma fácil. ¿Qué pasa? Que hoy en día hemos desarrollado unas ventajas tecnológicas que nos permiten tener todo el alimento del mundo cuando a nosotros nos dé la gana. Pero claro, eso nos lleva a consumir en exceso y a desarrollar sobrepeso y obesidad, y para eso no estamos adaptados. 

--Y una peor salud…

--Las personas que tienen sobrepeso, y sobre todo obesidad, son personas que tienen una peor salud. Eso es así, no se trata de gordofobia, ni de cuestiones estéticas, no tiene nada que ver con eso. Pero la obesidad implica, como mínimo, una inflamación en todo nuestro cuerpo, y la inflamación crónica es uno de los motores del envejecimiento, es uno de los motores que nos predispone a tener otras muchas enfermedades. También está la cuestión del ejercicio físico para contrarrestar este sobrepeso, de comer con cabeza y evitar aquellos alimentos que sabemos que nos aportan calorías vacías. Alimentarnos mejor. Y luego también hay otras estrategias como la restricción calórica o el ayuno intermitente, que a nivel experimental sí que se ha visto que son bastante efectivas, pero también es verdad que no son para todo el mundo. 

--Cada persona es un mundo…

--Habría que ver cada caso y nunca hacerlo sin la supervisión de un médico. Ahora, lo de comer mejor y hacer ejercicio físico, eso es algo que podría ayudarnos a prevenir este sobrepeso y obesidad. 

Una persona mira el móvil en su cama / FREEPIK
Una persona mira el móvil en su cama / FREEPIK

--Disculpe si soy un poco pesimista, pero también escribe sobre las bondades del ejercicio matutino, y, al final, mucha gente el único ejercicio que hace a primera hora de la mañana es el scrolling, en la cama, con el móvil. Según la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, el sedentarismo afecta a la inmensa mayoría de la población. Tenemos la información, pero nos cuesta procesarla y aplicarla, ¿no?

--Nuestra sociedad está diseñada para arrastrarnos a todos a una comodidad absoluta, es decir, a que las cosas no nos cuesten esfuerzo en general. Si te fijas, todo es así. Hace 20 años, tú te ibas al extranjero y lo primero que hacías cuando llegabas a la ciudad que fuera era ir a por un mapa para ver adónde voy. Hoy en día, vas con el Google Maps, que ya te dice dónde tienes que ir, y no tienes que mirar nada. Tenemos ordenadores en nuestros bolsillos, centrales meteorológicas, traductores. Tenemos acceso a todo el conocimiento del mundo. Es como si tuviéramos la biblioteca de Alexandria en el bolsillo. Nos ponen las cosas demasiado fáciles, y nos estamos acostumbrando a ello. 

--¿Qué fue de la cultura del esfuerzo?

--La cultura del esfuerzo, todo aquello que nos supone un pequeño esfuerzo, y hacer deporte lo es, pues bueno, cada vez nos cuesta más. En ese sentido, mantener unos hábitos de vida saludables, pues a lo mejor no es tan fácil, ¿no? Porque todos los estímulos que tenemos a nuestro alrededor, de la manera en que está todo diseñado, no nos ayuda a eso, sino todo lo contrario, nos aparta de ello. Vamos todos a buscar la máxima comodidad y encima estamos enganchados al scrolling, que, al final, está demostrado que los mecanismos que activan el scrolling son los mismos que se activan cuando hay una adicción a una droga: las vías de la dopamina. Con lo cual, sí, parece ser que estamos muriendo de éxito, ¿no? 

--Muriendo de comodidad…

--Hemos llegado a un nivel de desarrollo tecnológico que nos hace la vida muy fácil, pero tan tan fácil que al final acabamos adictos a esas facilidades y nos estamos olvidando de que para estar bien, para tener una cabeza bien amueblada, para tener un cuerpo sano, pues a lo mejor hay que evitar ciertas comodidades en determinadas circunstancias. Al final, es un sentido común, como bien dices, que muchas veces es el menos común de los sentidos, pero también es verdad que no nos lo están poniendo fácil, valga la redundancia. 

--Supongo que pasarse de una a cinco horas diarias en redes sociales lo podríamos calificar o denominar como el peor ‘antiaging’ del mercado.

--Yo creo que sí. El tema de las redes sociales, más allá de que es una cuestión que se vuelve adictiva y que poco a poco va mermando nuestra capacidad de atención y de focalizar, también es una forma de socializar que yo no sé si es muy sana. Yo lo veo, por ejemplo, en la universidad. Todos los profesores estamos viendo cómo cada vez hay más absentismo en las clases.

--¿Los alumnos ya no van a clase?

--Los alumnos no vienen. Y venir a la universidad no es solo ir a clase a aprender, también es la vida social con tus compañeros. Hay gente que ha conocido a la pareja de su vida en la universidad, hay grandes anécdotas, pero hoy, cada vez más, vemos esa tendencia de que los alumnos, y esto pasa sobre todo a partir de la pandemia, se quedan en casa. Supongo que ellos deben socializar por las redes y con eso tienen suficiente. Pero no creo que sea una forma muy saludable de socializar. Esta dependencia, esta adicción que tenemos a las tecnologías nos está llevando por el mal camino, porque mina nuestra capacidad de atención. Y para las funciones cerebrales más elaboradas, que son las que se ha visto que tienen un efecto antiaging, se requiere atención. Se requiere cierto esfuerzo, pero es que hoy en día cada vez es más difícil sentarse delante de un libro y poder estar lo suficientemente concentrado como para leer dos o tres capítulos. Y en esto está contribuyendo mucho toda esta deriva tecnológica que nos tiene enganchados al scrolling y a la inmediatez. 

Dos personas mirando el móvil en la cama / PEXELS
Dos personas mirando el móvil en la cama / PEXELS

--En otro punto del libro hace referencia a la importancia de estar simplemente al aire libre, pero la sociedad se pasa el día delante de una pantalla de ordenador, en una oficina, bajo el fluorescente. ¿Hacemos lo opuesto a lo que está acostumbrada nuestra especie? ¿Vamos a contracorriente, doctor? 

--Está clarísimo. Se ha visto que el hecho de exponerse durante mucho tiempo a la luz natural del sol facilita el sueño en la noche. Uno de los problemas que tenemos hoy en día es que la gente cada vez tiene más problemas para dormir y el no tener un sueño reparador, tanto en cuanto a duración como en cuanto a calidad de sueño, es también un mecanismo del envejecimiento cerebral. Además, el hecho de estar todo el día sentados delante de una pantalla nos obliga al sedentarismo durante muchas horas. Estos trabajos de oficina que implican muchas horas sentados también aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de demencia, etcétera. Por eso, una de las cosas que yo utilizo, porque yo también me paso muchísimas horas delante de una pantalla, es el método este del tomate, no sé si lo conoces.

--No, cuénteme…

--Simplemente es que tú, por cada 25 minutos que estás trabajando, te pones un cronómetro y luego te suena una alarma para que te levantes durante 5 minutos. Te levantes, te muevas, mires por la ventana, salgas un momento a que te dé la luz del sol, si puedes... Es una estrategia sencilla que está al alcance de todo el mundo. Tenemos que buscar maneras para intentar contrarrestar estos hábitos a los cuales mucha gente se está viendo arrastrada por cómo está diseñada nuestra sociedad. 

--Para hacer un recordatorio y cambiando un poco de tema, ¿cuáles son los minerales más importantes para mantener una mente sana y ágil? 

--En principio, los minerales los tendríamos bastante cubiertos con cualquier tipo de dieta que nosotros hagamos a nivel cerebral. Pero hay otros micronutrientes que son más importantes, como las vitaminas. Los grupos de vitaminas que se ha visto que son más importantes para la salud cerebral son los del grupo de la vitamina B. Y se ha visto que hay una déficit en vitamina B, y en concreto la vitamina B6 se asocia con la depresión, que supone un factor de riesgo para desarrollar demencia. En algunos estudios hechos con humanos se ha visto que personas a las que se les suplementan vitaminas del grupo B frenan un poco el deterioro cognitivo, sobre todo si las han dejado de tomar antes de desarrollar el deterioro cognitivo.

--¿Vale más prevenir que curar?

--En el tema del deterioro cognitivo, sí. Es decir, en el momento en que uno ya empieza a presentarlo es difícil frenarlo. Pero si nosotros tomamos vitamina B o nos aseguramos de que no nos falte la vitamina B desde siempre será más difícil que lleguemos a desarrollarlo. Asimismo, la vitamina D, que es una de las vitaminas en las que las personas presentan más déficit, incluso aquí en España, que somos un país en el que hay bastante sol, se ha visto que tiene unas capacidades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden mejorar el estado de ánimo en personas que son depresivas, y también se ha comprobado que las personas que tienen niveles más altos de vitamina D tienen menos riesgo de desarrollar demencia. Por tanto, dentro del grupo de micronutrientes, las vitaminas del grupo B y D son las que cuentan con una mayor evidencia científica asociadas a una mejor salud cerebral. 

--Se habla mucho del déficit de vitamina D y de los alimentos que la contienen, pero muy poco de cómo nos puede afectar en un futuro este déficit. 

--Efectivamente. Es muy importante la relación de la falta de vitamina D con la depresión, que es un factor de riesgo para desarrollar demencia. Con el tema de la vitamina D, muchas personas creen que con tomar el sol es suficiente. Es cierto que hay una parte de la vitamina D que podemos sintetizar a partir de los rayos del sol, pero también hay vitamina D que podemos ingerir con alimentos y con suplementos. Lo digo porque exponerse al sol es algo con lo que hay que tener cierta cautela, porque, más allá del foto envejecimiento, el sol también incrementa el riesgo de sufrir cáncer. Para la vitamina D existen suplementos muy buenos que permiten llegar a los niveles necesarios en personas que tengan un déficit. Eso sí, hay que ir con cuidado de no pasarse, pues una hipervitaminosis (exceso de vitaminas liposolubles) de vitaminas como la D  es peligroso. A la hora de tomar suplementos,  las personas se tienen que hacer una analítica y ver si realmente están bajas en los niveles de vitamina D, suplementarse y luego controlar que no se estén pasando.

--También escribe sobre las propiedades de la soja, que son unas grandes desconocidas para el común de los carnívoros, ¿no? 

--Así es. En realidad, en el momento de estudiar la dieta más saludable y la que tiene un mayor efecto antiaging, la dieta mediterránea ocupa el puesto número uno. Es la dieta más completa que uno puede seguir y, sobre todo, evitando ciertos alimentos como los ultraprocesados, las grasas saturadas y los azúcares refinados. Todo eso es veneno. La soja, aunque tal vez no sea muy típica de nuestra dieta, se consume mucho en otras regiones del mundo y tiene muchas propiedades. Una de las más importantes es que aporta mucha fibra, que alimenta a nuestra microbiota. Y, sobre nuestra microbiota, cada vez hay más estudios que demuestran la importancia que tiene para nuestra salud en general y también para nuestra salud cerebral. Tenemos microorganismos que viven en nuestro intestino que son capaces de fabricar neurotransmisores como la serotonina o la dopamina, con lo cual, estos microorganismos pueden estar influenciando nuestro estado de ánimo. Entonces, se ha visto que la disbiosis, situaciones en las cuales nuestra microbiota intestinal se altera, incrementa el riesgo de muchas enfermedades, incluido el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Una buena manera de cuidar a nuestra microbiota es consumir mucha fibra, y la soja es una fuente excelente de fibra. 

--Bueno saberlo. ¿Por qué son tan importantes el triptófano y la tirosina para la memoria? 

--Los aminoácidos son muy importantes para todas nuestras células, pero en concreto estos dos se ha visto que están especialmente implicados en el funcionamiento de las neuronas, por lo que tenemos que asegurarnos de una ingesta de proteínas que los contengan. En principio, no son unos nutrientes que tiendan a faltar, porque los podemos encontrar ampliamente en carne, pescado, huevos... 

--Al final, como dice en la contraportada del libro, por mucho que nos cuidemos envejecer es inevitable. Y quería preguntarte si el antiaging es en realidad una utopía que nos quieren vender las marcas de cosméticos. 

--A mí hay una cosa que me molesta especialmente y es toda esta cultura del antiaging que tiende a considerar el envejecimiento como una enfermedad en sí, porque envejecer no es una enfermedad, envejecer es un proceso natural que puede ser más o menos agradable, pero que es fisiológico. Es algo normal. Y tampoco todo lo que conlleva el envejecimiento es negativo. 

--Explíquese…

--Envejecer nos hace personas más sabias. En muchas culturas, las personas ancianas son consideradas las más sabias. Es cierto que, a nivel biológico, el envejecimiento implica que nuestras células funcionan peor, y eso evidentemente nos hace más proclives a desarrollar enfermedades y eventualmente acabar muriendo. A día de hoy, es inevitable. Por eso, para la mayoría de personas envejecer no es un plato de buen gusto, y hay millones y millones de euros invertidos en intentar encontrar la manera de contrarrestar, de frenar, incluso de revertir este envejecimiento. Una de las marcas más visibles del envejecimiento son los cambios físicos: las arrugas, las canas… Y ahí hay mucho dinero, hay muchas cremas que te prometen que retrasan el envejecimiento de la piel. 

--¿Los cosméticos funcionan? 

--Pues hombre, a lo mejor el retinol a nivel de la piel parece ser que sí, pero muchas veces están vendiendo humo. Es más importante hidratarse bien, no exponerse al sol para intentar evitar ese envejecimiento de la piel. En cuanto al envejecimiento del cuerpo, no hay ninguna pastilla. No hay nadie que pueda decirte: ‘Mire, usted tome esta pastilla cada día y envejecerá menos’. Eso no existe. Puede ser que exista dentro de unos años, porque justamente hay tanta gente investigando, que puede ser que algún día se llegue a descubrir. Pero, por ahora, lo único que tenemos son cada vez más conocimientos de las pequeñas cosas que podemos modular para retrasar, hasta cierto punto, las características deletéreas del envejecimiento.

--¿Algún día conseguiremos detener el envejecimiento? 

--Yo no me atrevo a decir que no, porque hemos conseguido cosas tan impresionantes… ¿verdad? En la actualidad, lo único que se sabe que tiene efectos que funcionan es precisamente lo que describo en el libro. Y que estén al abasto de todo el mundo, porque, por ejemplo, hay un multimillonario en Estados Unidos que se va haciendo transfusiones de sangre de su hijo, que es más joven, y eso se ha visto en ratones que funciona. Si a los ratones les cambias la sangre por la de un ratón más joven, mejoras algunos parámetros del envejecimiento. Pero ¿quién puede acceder a este tipo de tratamientos? 

--Cuatro multimillonarios…

--Todavía falta mucho para que este tipo de estrategias estén al alcance de todo el mundo. Por lo tanto, lo que nos queda al resto de mortales es eso, tener un poco de sentido común, tener unos hábitos de vida saludables, que en el libro desgrano por qué funcionan, y cruzar los dedos. Al final, la genética juega un papel importante y por mucho que nos cuidemos todos conocemos casos de personas que se cuidaban muchísimo y han muerto jóvenes. Todo es incierto, y los milagros, si existen, yo jamás los he visto y tampoco confiaría mucho en ellos.