“El cuco soy yo”: la relojería Time Bailón, un cubículo en el que reparar “cualquier reloj”

Este singular taller, cuyo dueño corrobora la vuelta del reloj tradicional, está ubicado en el Mercado de Vallehermoso de Madrid

Una imagen de la relojería Time Bailón / MERCADO DE VALLEHERMOSO - FACEBOOK
Una imagen de la relojería Time Bailón / MERCADO DE VALLEHERMOSO - FACEBOOK

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El tiempo varía, se arregla y hasta resucita entre frutas y verduras frescas, charcutería, mantequería, carnes y casquería de primera. Ahí, a escasos pasos de una selección de quesos manchegos y de un recipiente con aceitunas huertanas de Murcia; y a solo unos metros de una congregación de vinos naturales, mermeladas y legumbres, late de nuevo. ¿Puede resucitar el tiempo? 

Puede: según la física, el tiempo se mueve inexorablemente hacia adelante, y a pesar de lo que diga Christopher Nolan, no se conoce ningún proceso que revierta la cascada continua e incesante de segundos. Pero, cuando un reloj que perteneció a un familiar vuelve a funcionar, se desafía esa marcha constante hacia la entropía, como si un pequeño orden del pasado hubiera sido restaurado. Y, además, en muchas ocasiones con clase y estilo.

Time Bailón, en el Mercado de Vallehermoso de Madrid

Eso es lo que hace José Luis Bailón en su taller de relojería Time Bailón, un pequeño cubículo de dos metros cuadrados ubicado en el Mercado de Vallehermoso de Madrid. Este particularísimo espacio, con un especie de techado de madera que recuerda a un reloj de cuco tradicional, está situado en una de las mejores zonas de Madrid.

Una vista de la relojería desde la visita virtual del Mercado de Vallehermoso
Una vista de la relojería desde la visita virtual del Mercado de Vallehermoso / MERCADO DE VALLEHERMOSO

“En el Mercado de Vallehermoso se vende carne de Miraflores y fruta seleccionada, se forran botones y se corta sushi, se copian llaves y se escancia vermut. Se hacen cosas que parecen nuevas en un lugar que respira tradición, y se hacen cosas antiguas en un sitio que parece nuevo”, explica el Ayuntamiento en su página web. Y se reparan estos cofres de Cronos, habría que añadir.

“Para mí es como un hobbie”

El cubículo lleva en el mercado desde 1996, pero Bailón llegó hace seis años. “Para mí es como un hobbie, no como una obligación”, cuenta a este medio. Empezó, de hecho, como una afición que se convirtió en negocio.

Trabajo con todo tipo de relojes”, explica. Cree que la gente tiende a volver a los relojes de toda la vida y lo vintage se lleva con orgullo. Para algunos, un reloj no deja de ser un complemento o incluso un artículo de joyería. A la par, Bailón cree que su profesión se valora más porque cada vez hay menos relojeros auténticos. “Si encuentras uno de buena calidad y de confianza, se corre la voz. Hace no mucho me trajeron un reloj que en Buenos Aires había sido imposible arreglar. Todo reloj tiene arreglo, pero hay que saber el modo. Y, finalmente, si no encuentras una pieza, igual te toca rehacerla”, argumenta.

Una persona sostiene un reloj / FREEPIK
Una persona sostiene un reloj / FREEPIK

Un cuco con un pájaro dentro

En cuanto al pintoresco aspecto del taller, Bailón dice que “no deja de ser un cuco, y el pájaro que está dentro soy yo”. 

Este pájaro es consciente de que cuando una tendencia está en su punto álgido, se vuelve omnipresente y, justo después, la gente comienza a cansarse de ella. “Todo en la vida es un ciclo. Vino el ciclo de las modernidades, de los smartwatches o relojes digitales… Pero al fin y al cabo no dejan de ser teléfonos. Y llega un momento en el que la gente se cansa un poco de cargar su teléfono, de enchufarlo y demás para poder ver la hora. Y, cuando se estropea, el fabricante te dice que te compres otro”.

La belleza de la ingeniería

“En cambio, un reloj que tiene un eje de volante, que tiene un áncora, una primera rueda y una segunda… Tiene toda una ingeniería, que es lo realmente bonito del reloj”, considera.

una imagen del taller en 2021 / MERCADO DE VALLEHERMOSO
una imagen del taller en 2021 / MERCADO DE VALLEHERMOSO

Las reseñas de Google dejan claro que el trabajo de Bailón satisface a sus clientes. “Un auténtico placer encontrar profesionales así. José Manuel es una persona amabilísima, trato cercano, trabajo impecable y buen precio. ¡Totalmente recomendable!”, decía un consumidor. “Excelente profesional, excelente servicio. Ha dejado perfecto un reloj dado prácticamente por perdido. ¡Mil gracias Time Bailon!”, aplaudía otro.