Carlos, dueño de la sombrerería más antigua de Plaza Mayor: "He visto caer a todas las emblemáticas"
Desde 1894, la tienda La Favorita se dedica a la venta de sombreros, boinas y gorras, y entre sus clientes figuran personajes ilustres como el Che Guevara, Paco Rabal o Joaquín Sabina
Los oficios han cambiado. Botoneras, cuchilleros, bordadores y herradores han dejado paso a los camareros del Pizza Hut y a los dependientes de The Cannabis Shop. Porque los tiempos han cambiado, incluso en la histórica Plaza Mayor de Madrid, y el pasado se pierde.
"Los clientes nos suplican que La Favorita no se pierda", expone Carlos Escobar, cuarta generación de esta sombrerería, ubicada en el número 25 de la plaza porticada, que se ha convertido en un refugio a resguardo de franquicias norteamericanas y modas pasajeras. Entramos en esta especie de túnel del tiempo, junto a la familia Enguita, y hablamos con Carlos Escobar.
--Dicen que El Che, una mañana de junio de 1959, entró en La Favorita y compró la boina más famosa de la historia. ¿Es cierto?
--Sí, totalmente cierto. El bisabuelo de la familia le vendió la célebre boina.
--¿Cómo ha cambiado La Favorita desde 1894 hasta nuestros días?
--En realidad, tampoco ha cambiado tanto. Nos hemos adaptado a los tiempos, pero hemos mantenido la técnica empleada por los fundadores, esa dinámica de trabajo, ese mimar al cliente, que es el secreto del éxito. Queremos que vengas a la tienda y sea una experiencia.

--Entrar en La Favorita es una experiencia 'per se'...
--De unos años atrás a esta parte, la gente valora más este tipo de detalles, como el sabor añejo y el conocimiento de la profesión, el trato personal, que cada vez es menos habitual, y atender al cliente y ayudarle en su elección.
--Pero los hombres cada vez llevan menos sombreros, ¿no?
--No te creas. El hombre, cuando lo descubre, no lo deja. Es una cuestión de descubrimiento. Desde hace algunos años, se ha vencido el reparo a llevar sombrero.
--A mi padre, que solía llevar sombrero, le llamaban ‘cowboy’ por la calle...
--A veces pasa. Pero, si lo descubres, sopesa todo. Es algo positivo. Te ves bien, te refuerza y lo incorporas a tu outfit.
--¿Cuáles son sus modelos más vendidos?
--En realidad, todo tipo de modelos. Mantenemos una horquilla que combina sombrero clásico y otros más modernos. La gorra clásica siempre se lleva mucho.
--¿Qué materiales salen más?
--En invierno el fieltro de lana impermeable es el rey. Se utiliza para todo tipo de modelos. En verano triunfa el sombrero Panamá, junto a gorras y boinas.

--He leído que ya no hacen sombreros a mano…
--No, nosotros elegimos modelos y formas, y la fábrica nos hace ese patrón particular, muy nuestro.
--A lo largo de estos 129 años de historia, ¿cuál ha sido el momento más difícil?
--Sin duda, las generaciones que vivieron la guerra. Tenemos un almacén en la planta baja, como todos los comercios de la Plaza Mayor, una especie de cueva donde, tal y como nos contaban los abuelos, la gente se protegía de los bombardeos. La pandemia también fue un momento duro, pero siempre nos han enseñado que hay que guardar para cuando vengan épocas de vacas flacas, y gracias a eso supimos darle la vuelta.
--¿Cómo sobrevive La Favorita en 2025?
--Gracias a la manera de atender al público, como te decía, y a la gestión empresarial. La compra es fundamental. Saber comprar y elegir el producto. Gestionar a los proveedores, las ventas y no volverte loco. Muchos negocios, a la que ganan dinero, se vuelven locos. No, hay que reinvertir en el propio producto. Es una conjunción de cosas.
--Muchos comercios de la Plaza Mayor han cerrado sus puertas…
--Imagínate... La Plaza Mayor estaba entera dedicada a sombrererías. Había muchas, pero he visto caer a dos sombrererías emblemáticas porque no tenían relevo o porque eran locales con un alquiler de renta antigua, se la actualizaron y no pudieron subsistir.
--¿Cuántas sombrererías había y cuántas quedan?
--Reales y auténticas, sólo queda la nuestra. Está Yustas, que es la competencia, pero lo cogió otra persona y ha modificado el negocio. Ya no se le puede denominar como sombrerería. Somos los únicos. Antes, recuerdo que había bastantes más, pero han caído todas. Era lo típico en la Plaza Mayor. Los oficios se desarrollaban por zonas: los cuchilleros, los herreros y así con el resto de oficios, que se concentraban en las calles del centro.
--Y la Plaza Mayor era territorio de sombrererías…
--La Plaza Mayor estaba llena de sombrererías cuando todo el mundo llevaba sombreros. La Favorita lleva 131 años, pero antes ya era Las tres B, que también era sombrerería. Nuestro bisabuelo trabajaba en Las tres B y el dueño le propuso ponerse al frente.
--¿Alguna vez se han planteado cerrar?
--Nunca nos hemos planteado cerrar. Además, hace unos meses, mi hija se incorporó al negocio. Quiere aprender el oficio y continuar con la sombrerería. Estamos muy ilusionados, porque nosotros ya hemos pasado los cincuenta y tampoco nos queda tanto para la jubilación. Ahora podemos decir que La Favorita nos sobrevivirá.
--¡Hay futuro!
--Estamos muy contentos. No queríamos presionar a nuestros hijos, pero ella estaba ilusionada. Mucha gente nos solía decir: ‘Por favor, que no se pierda La Favorita’. Y ahora nos felicitan. Somos verdaderos legionarios, porque no hay ningún tipo de ayuda, por parte del Ayuntamiento de Madrid, para los emblemáticos.




