Neus, dueña de la única tienda de un pueblo de Menorca: "Los vecinos me lloran para que no cierre"

La propietaria de Sa Botiga d'Alcaufar se ha ganado el cariño de menorquines y foráneos entendiendo sus necesidades y ofreciéndoselas en este comercio de apenas 40 metros cuadrados, donde conviven alimentación, artesanía y espíritu isleño

Neus, la dueña de Sa Botiga d'Alcaufar, la única tienda de este pueblo de pescadores del sur de Menorca / TEO CAMINO
Neus, la dueña de Sa Botiga d'Alcaufar, la única tienda de este pueblo de pescadores del sur de Menorca / TEO CAMINO

Mientras Neus me ofrece una silla plegable en la trastienda, entra un hombre de aspecto nórdico únicamente ataviado con un bañador de flores y un bronceado rojizo en exceso. En una mano sujeta una botella de Binifadet rosado. En la otra, un frasco de aceitunas sobre el que hace equilibrios un queso de Mahón. Son cerca de la cinco de una tarde cualquiera de finales de agosto.

Pero Sa Botiga d'Alcaufar no es un comercio cualquiera. Es la única tienda de este pequeño pueblo de pescadores del sureste de Menorca. Para los que no la conozcan, la de Alcaufar es una estrecha y preciosa cala con un puñado de casas pulcramente encaladas en la orilla izquierda. Hogares de veraneo de la gente de Mahón, y ahora también de parisinos, que han ido conquistado la primera línea de mar. En la segunda, en el carrer Ample, encontramos la tienda de Neus Santacana, a la que conozco desde que, en la primera juventud, me acercaba a comprarle Gin Xoriguer y Kas limón. Ahora, en cambio, suelo ir a por garrafas de agua, el diario de Menorca (no le llega ningún otro) y ensaimadas para mi madre. Es cierto, nos conocemos desde hace casi veinte años, pero no me atrevería a decir que somos amigos. De hecho, esta es la conversación más larga que hemos mantenido hasta la fecha. 

La cala de Alcaufar / ENGEL&VÖLKERS
La cala de Alcaufar con sus casas encaladas / ENGEL&VÖLKERS

--¿En qué año abrió la única tienda de Alcaufar?

--Abrí la tienda un mes de mayo de 2008. Antiguamente, todo este edificio formaba parte de un mismo negocio que contaba con un hostal, un restaurante a punto de cerrar y una tienda de queviures que se había quedado obsoleta.

--La tienda en la que ahora estamos, Sa Botiga d’Alcaufar.

--La misma. Recuerdo que la antigua dueña falleció y pusieron el local en venta. Dudé si mantener un negocio o crear un taller creativo, pero finalmente opté por seguir dando un servicio al pueblo.

--¿Cómo fueron los inicios?

--Alcaufar estuvo dos años sin tienda, y después llegué yo. Siendo de fuera, los inicios fueron difíciles. El menorquín, de primeras, aunque te acepta muy bien, siente cierto recelo por el de fuera. 

--El carácter isleño que describió Josep Pla…

--Costó un poquito, pero insistiendo y comprendiendo las necesidades del menorquín, porque yo los escuchaba y los escucho mucho, funcionó. He creado un servicio multifuncional: desde el pan de la mañana y los vinos menorquines, hasta pareos, ropa de verano, libros, guías de Menorca y gafas de snorkel.

--¿Qué producto ha mantenido desde el primer día?

--Los de alimentación. El pan, la sobrasada y los quesos de la isla. Los compra tanto el menorquín como el turista que se instala en el hotel del pueblo.

La pequeña sección de alimentación con Gin Xoriguer, vinos menorquines y otros productos / TC
La pequeña sección de alimentación con Gin Xoriguer, vinos menorquines y otros productos / TC

--El verano de mi madre no sería lo mismo sin sus ensaimadas…

--(Risas) Dentro de la panadería, las ensaimadas es lo más exitoso. Se las llevan de seis en seis. Para toda la familia.

--¿Quién se las hace, si puedo preguntar?

--Las hace la Panadería Pons, que tiene tiendas en Sant Lluís, Mahón y Es Castell. Siempre han sido las suyas.

--Los vinos menorquines también han ganado cierta fama en los últimos años…

--La ensaimada, la sobrasada, los quesos y los vinos son los reyes. En pleno verano, se venden mucho los vinos menorquines. Al francés le encantan.

--¿Qué más busca el turista francés?

--Pareos y vestidos. Nada más llegar, vienen a ver qué ropa nueva tengo. Los sombreros también les gustan mucho. Son presumidos y están muy instaurados en Alcaufar. Creo que son los que me han hecho mejorar las expectativas de la tienda.

Un sombrero, prendas de moda y Neus tras el mostrador de Sa Botiga d'Alcaufar / TC
Un sombrero, prendas de moda y Neus tras el mostrador de Sa Botiga d'Alcaufar / TC

--En las fiestas de Alcaufar se suele gritar: ‘Boti, boti, boti, de Salgar qui no boti’. Pero muchos clientes de Sa Botiga son turistas de Salgar…

--En Salgar, en la actualidad, hay un supermercado, pero no hay ninguna tienda de artesanía ni de ropa. Cuando hacen el paseo de Salgar a Alcaufar por la costa y llegan aquí, se sorprenden al encontrar una tienda en un pueblo tan pequeño con una oferta tan rica. 

--Los víveres, la moda y la artesanía conviven en su tienda en perfecta armonía, pero seguro que ya se lo han dicho muchas veces…

--Justamente hoy ha venido un cliente al que no veía desde hace un par de veranos y me ha dicho: ‘Neus, es que en tu espacio ofreces una parte de artesanía, de creatividad, y otra de subsistencia, de las cosas que necesita el cuerpo, que está muy bien’. 

--¿Todas las piezas de cerámica y las joyas son suyas?

--Soy ceramista de profesión y he adaptado una cerámica a un tamaño y un precio accesibles. Son piezas hechas a mano, artesanalmente, a las que me dedico en invierno. Pero también tengo piezas de otros artistas locales. Y los grabados.

--Artesanía de Alcaufar que sólo se puede encontrar en esta tienda, ¿no?

--Sí. Los imanes, las tote bags, los puntos de libro, las libretas y las láminas las mando a imprimir en invierno. 

--¿Durante el invierno se dedica a crear piezas únicas de Alcaufar?

--Sí, activo la parte creativa. 

--Este verano, los hoteleros menorquines se quejaban de una considerable pérdida de clientes en la primera quincena de agosto, ¿lo ha notado?

--Pues justamente lo contrario. Yo solo puedo hablar por mí, pero los que hemos dado servicio de supermercado hemos mejorado las ventas. Y la gente sigue siendo igual de presumida a la hora de comprar ropa. Mayo, junio y julio han sido mejores que el año pasado. Me ha sorprendido. Pero no sé si hay menos turistas...

--Alcaufar es un pequeño oasis dentro de Menorca que siempre se llena, dentro de sus limitaciones.

--El que tiene casa en Alcaufar, con una cala tan maravillosa como la que tenemos, prácticamente no sale de la cala. Hacen alguna excursión, pero vienes a disfrutar del pueblo, de sus dos restaurantes y de la tranquilidad.

El Moll d'en Parpal, una plataforma con escaleras para el baño en el pueblo de pescadores de Alcaufar, en Menorca / BOOKING
El Moll d'en Parpal, una plataforma para el baño en el pueblo de Alcaufar, en Menorca / BOOKING

--¿Qué relación tiene con los otros negocios del pueblo?

--Vamos por libre, aunque solemos abrir las mismas fechas. Este año abrí el 18 de abril, casi a la vez que el restaurante Piccolo Mundo, mientras que el hotel Xuroy abrió el 3 o 4 de mayo. 

--Y el 30 de octubre cierran todos…

--Los tres cerramos a finales de octubre.

--La temporada estival llega a su fin… ¿Volverá a abrir el próximo año?

--Después del primer año, me lo planteé, pero me mantuve y me alegro de haberlo hecho. El año de la pandemia busqué algún tipo de ayuda de las Administraciones, y nada de nada. Pero, si superé los inicios y la pandemia, volveré a abrir el año que viene.

Neus Santacana en la puerta de Sa Botiga d'Alcaufar / TC
Neus Santacana en la puerta de Sa Botiga d'Alcaufar / TC

--¿Alguna vez se ha planteado cerrar la tienda?

--Tengo 58 años, y cuando me jubile no sé si alguien tomará el relevo. Algún joven ha puesto el ojo, pero no sé yo. La tienda ya tiene un público y un rodaje. Lo entregaría con toda la información. Y eso que yo lo cogí a ciegas. No sabía si funcionaría y me lancé a la piscina a ver qué pasaba…

--¿Qué haría Alcaufar sin su Sa Botigueta?

--Pues deberías preguntárselo a los menorquines, que me lloran para que no la cierre. ‘Ay, Neus, què farem sense tú?’, me dicen. Y me traen hasta peces. Tienen una manera de expresar el querer muy bonita, y eso, al final, es lo más reconfortante.

--¡Cómo ha cambiado la historia de 2008 a esta parte! 

--Se agradece mucho, la verdad.