Cariñena, el vino que nace de las piedras
Este singular vino se cultiva en un entorno agreste que produce uvas más concentradas, intensas y aromáticas
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Cuando se habla de la influencia de la geología y las características del suelo en los vinos se mencionan conceptos como el terruño, el pH del suelo o la mineralidad. A lo que no se suele aludir es a algo a priori tan elemental como las piedras. No tienen caché. Pero estas son la base sobre la que se erige orgullosa la Denominación de Origen (D.O.) Cariñena, un vino que nace “de una tierra pedregosa, pero plagada de vida, de viñas y de grandes historias”.
Así se explica en la página web de la D.O. aragonesa, donde se destaca que "el buen vino puede emanar del lugar más inesperado”.
El Vino que nace de las piedras
“El Vino que Nace de las Piedras se cultiva en un entorno agreste, en un territorio dedicado a la viticultura desde tiempos remotos. En los 16 municipios que integran la mayor y más antigua Denominación de Aragón, los terrenos y las altitudes se entremezclan dando al paisaje una gran variedad de olores y colores. Sin embargo, las piedras no faltan en ningún escenario y obligan a las viñas a sobrevivir en condiciones casi extremas”, indican.

El resultado son uvas más concentradas, intensas y aromáticas que ya disfrutaron los romanos. Esta variedad se puede encontrar también en Rioja, donde se conoce como mazuelo, y en Cataluña, donde se la llama samsó. Según Petit Celler, la uva Cariñena se caracteriza por sus racimos y bayas grandes, y las uvas tienen un alto grado de pigmentación y de azúcares, lo que se traduce en vinos de color intenso y de contenido alcohólico elevado.
Más de 90 años de historia
Además, Cariñena puede presumir de historia: fue una de las primeras denominaciones en toda España reconocidas con este título en el Estatuto del Vino de una fecha tan temprana como 1932, cuando aún no había wine lovers, catas a ciegas ni vinos submarinos.

Otra de las señas de identidad de esta D.O. es su fuerte carácter cooperativista.
Museo del Vino de Cariñena: cuánto cuesta visitarlo y cuándo puedes ir
Una buena forma de conocer la singularidad de este vino es visitar el Museo del Vino de Cariñena, que ofrece un recorrido expositivo con contenidos interactivos y experienciales. Se ubica en una antigua bodega rehabilitada que también acoge la sede del Consejo Regulador.
La muestra incluye una serie de escenografías, ubicadas en los espacios de antiguos trujales, que cuentan la historia de los oficios del vino, desde el siglo XIV hasta nuestros días, mediante el uso de proyecciones holográficas, iluminación y sonido. El horario de apertura es de lunes a viernes de 10:00 a 17:30 horas; y sábados y domingos de 10:30 a 18:00 horas. Estos son los precios:
- Entrada estándar: 7 euros
- Entrada para grupos (de más de 10 personas): 6 euros
- Entrada reducida (Niños de 4 a 11 años, jubilados, estudiantes y empadronados en Cariñena): 5 euros
- Gratis para niños de 0-3

