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No tienes estrés: así es cómo puedes saber si sufres el síndrome del trabajador quemado

El agotamiento mental y físico se ha convertido en una alerta silenciosa de nuestro estilo de vida. Aprender a reconocer las señales de alerta es el primer paso para recuperar el equilibrio y priorizar el bienestar en el ámbito personal y laboral

Rocío Antón

Una persona estresada en el trabajo/ PEXELS

Nos movemos entre listas interminables de tareas pendientes, notificaciones constantes y jornadas que parecen no terminar nunca. Vivimos en una época en la que estar constantemente ocupados se ha vuelto casi un símbolo de éxito. En este contexto, no es de extrañar que cada vez más personas lleguen al final del día completamente amargadas y con sensación de profundo desánimo, preguntándose por qué incluso las tareas más simples se les hacen bola y no consiguen resolver con eficacia los quehaceres de su vida laboral o personal.

Una persona se replantea su salud mental después una larga jornada laboral/ PEXELS

Ese agotamiento que no se va con dormir una noche más. Lo achacas al estrés, pero en verdad sientes una falta de motivación sin razón aparente, tienes despertares a medianoche con el corazón acelerado creyendo no haber escuchado la alarma que te despierta para ir a tu hora a trabajar o tienes la incómoda sensación de que la vida laboral ha dejado de tener sentido. ¿Sabes que podrían no ser señales de estrés? Puede que padezcas el temido síndrome de burnout, también conocido como el síndrome del trabajador quemado.

¿Qué es el síndrome de ‘burnout’? Cuando el cuerpo dice basta

Este término se refiere a un estado de agotamiento físico, mental y emocional que surge como consecuencia de una exposición prolongada al estrés laboral. Y no es un problema menor: según diversos estudios, más de la mitad de los trabajadores en España asegura sentirse desbordado por sus responsabilidades profesionales.

Una mujer estresada en el trabajo/ FREEPIK

El problema no está solo en la cantidad de tareas, sino en cómo nos relacionamos con ellas desde el fracaso que nos remite una autoexigencia demasiado sostenida en el tiempo. La presión por hacerlo todo perfecto y una baja percepción de nuestras capacidades pueden generar pensamientos intrusivos como "no soy suficiente" o "no estoy a la altura", cuando en realidad el cuerpo y la mente simplemente están pidiendo un respiro.

Descubre el método CIMA: un enfoque integral para recuperar el equilibrio

Uno de los que mejor ha sabido poner palabras y soluciones a esta problemática es el psiquiatra Carlos Cenalmor, quien, tras atravesar su propio episodio de burnout, decidió replantear su vida por completo. Dejó Madrid, se mudó a los Pirineos y desde allí ha construido un enfoque terapéutico que combina ciencia y humanidad: el método CIMA, que da nombre a su libro El síndrome de burnout (Editorial Vergara) de venta en Amazon por 19,85 €.

El síndrome de burnout: Tu guía para no quemarte. Sal del estrés laboral y reconecta con la vida/ AMAZON

El método desarrollado por Cenalmor ofrece herramientas prácticas y reflexiones profundas para identificar, comprender y abordar este síndrome desde sus raíces. A través de ejercicios, experiencias reales y conocimientos clínicos, propone reconectar con uno mismo, aprender a priorizar y, sobre todo, recuperar energía y sentido en lo cotidiano.

¿Cómo reconocer el ‘burnout’?

El burnout no llega de la noche a la mañana. Se instala poco a poco y afecta diferentes áreas de nuestra vida. Sus señales pueden dividirse en tres grandes bloques:

1. Señales físicas

  • Cansancio persistente, incluso después de dormir. Te despiertas pensando en la siesta o en que acabe de una vez el día. Sientes una falta de energía generalizada.

  • Dificultades para dormir o mantener el sueño: Por la noche sufres de espasmos o calambres debido a la tensión muscular del día. También sientes dolores de cabeza, piel irritada sin motivo aparente (tienes brotes frecuentes de dermatitis o psoriasis) o malestar estomacal de forma casi crónica. Tu cuerpo se está revelando, buscando enfermarse para dejar de ir al sitio que te provoca ese estado.

Una persona con cansancio y dolor estomacal cuando tiene que ir a trabajar / PEXELS

2. Señales emocionales y mentales

  • Falta de concentración y olvidos frecuentes.

  •  Sensación constante de agobio y tristeza sin causa clara.

  • Irritabilidad, cambios bruscos de humor.

  • Pérdida de entusiasmo por tareas antes gratificantes.

  • Sensación de fracaso o inutilidad en el desempeño laboral.

3. Impacto en la vida social

  • Aislamiento voluntario, tiendes a evitar planes o reuniones con amigos y familiares que antes disfrutabas.

  • Falta de paciencia o discusiones frecuentes con el entorno. Tu cabeza busca una excusa, fuga o descarga a las emociones contenidas.

  • Desconexión emocional de los seres queridos. Cada vez te importa menos lo que te cuenta un amigo, solo puedes pensar en resolver tus problemas o tareas laborales a tiempo.

¿Qué podemos hacer para sanar el 'burnout'?

Reconocer el ‘burnout’ es el primer paso. No se trata de debilidad ni de falta de capacidad, sino de una reacción humana ante exigencias que superan nuestros recursos. Pedir ayuda psicológica, establecer límites laborales, recuperar espacios de ocio y descanso, y aprender a decir “no” son prácticas fundamentales para sanar y prevenir.

El ‘burnout’ no solo afecta la productividad, sino que pone en riesgo la salud mental, física y emocional. Aprender a identificar sus síntomas y actuar a tiempo es clave para vivir una vida más equilibrada, donde el bienestar no sea un lujo, sino una prioridad.