Qué es el 'burnout' o cómo aplicar el método '6-6-6-3' para evitar salir disgustado del trabajo
¿Cada día te cuesta más ir a trabajar? Probablemente, tú también te sientas desmotivado y sobrepasado por la carga laboral. Descubre el mejor método para recuperar tu productividad y energía

Si hay algo que nos agobia en la actualidad, es la sensación de no llegar a todo o tener que estar siempre ocupados. En un mundo donde la hiperconectividad y la hiperproductividad nos absorben, y nos es exigida casi como un deber no escrito, el llamado síndrome de ‘burnout’ se ha convertido en un problema cada vez más habitual en muchas personas que acuden a terapia sobrepasadas por la baja calidad de sus pensamientos después de salir de trabajar.

¿Qué es el síndrome ‘burnout’?
Y es que más de la mitad de los trabajadores en nuestro país admite experimentar estrés laboral, y la interminable lista de pendientes sumada a la fatiga constante puede hacernos sentir desmotivados y agotados, o peor, que no somos suficientemente buenos o válidos para el puesto que desempeñamos.

Un pensamiento de lo más intrusismo que no habla de tus capacidades, sino del engaño que lleva a cabo la mente cuando nuestra baja autoestima y alto nivel de autoexigencia entroncan con la realidad.
El método 6-6-6-3: La clave para desconectar del estrés laboral
Pero, y si te dijéramos que hay una regla simple que puede ayudarte a desconectar de estos malos hábitos de sobre pensar de forma negativa sobre ti. El doctor Carlos Cenalmor, psiquiatra y psicoterapeuta, conoce bien este problema. Después de sufrir burnout en Madrid, decidió cambiar su vida y trasladarse a los Pirineos, donde escribió El síndrome de burnout, un manual que nos enseña a reconectar con la vida.

¿En qué consiste la regla 6-6-6-3?
Según el doctor Cenalmor, la clave para evitar el agotamiento es hacer desconexiones periódicas. Aquí entra en juego la regla 6-6-6-3, una técnica que nos ayuda a equilibrar nuestra energía y bienestar.
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Cada 60 minutos, un descanso: Aunque parezca un pequeño truco, este primer número es realmente 60, no 6, peor bueno es el primer número el que cuenta. Cada hora de trabajo, dedica 10 minutos a un descanso, ya sea para cambiar de postura, respirar profundamente o simplemente levantarte a estirar las piernas.
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Trabajar solo 6 horas al día: Sabemos que esto suena utópico, pero la ciencia respalda que la productividad y la salud disminuyen después de seis horas de trabajo. Si tu jornada es más larga, procura que las horas adicionales sean para tareas mecánicas o de menor carga mental.
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Un máximo de 6 días laborales a la semana: Nada de pensar en el trabajo durante los 7 días de la semana, incluidos los que tengas destinados a no trabajar y descanso. Al menos un día a la semana deberías estar 100% libre de preocupaciones laborales. Si tu trabajo consume mucha energía, fuérzate a ello: Apaga las notificaciones y regálate un respiro.
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Tres semanas seguidas de vacaciones al año: Y no de forma alterna. El cuerpo y la mente necesitan desconectarse por completo durante un período prolongado para resetearse y volver con energía renovada. Si es imposible por cuestiones técnica so de logística laboral, intenta al menos irte durante una semana entera cada 3 meses.
Pequeños hábitos: ¿Qué son los ‘snacks’ parasimpáticos?
El doctor también propone pequeñas actividades para los momentos de descanso dentro de la regla 6-6-6-3. Estas "snacks parasimpáticos" —un término que aprendió de una maestra de primaria— son acciones cortas, pero poderosas que han demostrado reducir el estrés. Desde ejercicios de respiración y estiramientos hasta bailar tu canción favorita o leer un par de páginas de un libro.

Además, actividades como la meditación, los juegos o pasar tiempo con nuestros seres queridos pueden ayudarnos a desconectar a lo largo de la semana. Y cuando se trata de vacaciones, más allá de viajar, considera el voluntariado o simplemente dejar espacios libres para "perder el tiempo" sin culpa. A veces, la mejor forma de recargar energías es simplemente permitirse vivir sin prisas.
Este San Valentín, regálate la oportunidad de cuidarte. Porque antes de entregarnos a los demás, primero debemos aprender a desconectar y reconectar con nosotras mismas.