El dicho de la curiosidad mató al gato no es precisamente casual. Los gatos son animales sumamente curiosos, tanto que muchas veces son los primeros en inspeccionar cada rincón del hogar y de probar —con su áspera lengua— las novedades del medio, no sin diversos riesgos. En Consumidor Global hemos querido atender a una realidad poco conocida en los hogares: la peligrosidad de muchas plantas que usamos a modo decorativo para nuestros felinos.
De seguro que tú también pensabas que todas las plantas en general resultan inofensivas. Y puede que lo sean para una mascota como un perro o tortuga, pero no para nuestros gatos que no atienden a peligros —incluso letales para ellos— si han de catar una planta.
El impacto de algunas plantas en la salud felina
Cabe destacar que el riesgo es todavía mayor cuando los gatos son muy jóvenes, pues suelen pesar menos y ser más curiosos, dos características clave a la par que preocupantes en cuanto a intoxicación se refiere. Pero ojo, que los más viejitos tampoco se libran, a veces por aburrimiento, estos pueden morder plantas inapropiadas sin saberlo o simplemente para llamar la atención, con consecuencias fatales.
Las plantas más perjudiciales para los gatos suelen ser aquellas que llegan al hogar en ramos de flores, aunque existen especies comunes de interior y exterior que también son tóxicas y nocivas para sus cuerpecitos. Mantener cualquier objeto fuera del alcance de un gato es complicado, ya que son expertos en saltar, escalar, trepar y explorar cualquier rincón, incluso los más elevados.
Plantas peligrosas para gatos: riesgos y precauciones
Por ello, es fundamental tomar precauciones con las plantas que tenemos en casa. Usar macetas colgantes del techo puede ser una buena alternativa, porque incluso aquellas diseñadas para gatos, como la hierba gatera, pueden tener efectos narcóticos. Otras, como la avena, pueden provocarlos problemas digestivos. Y es que los gatos son carnívoros por naturaleza, por ello no procesan bien las plantas, aunque las mastican con frecuencia para facilitar la expulsión de bolas de pelo y mejorar su tránsito intestinal.
Diversos estudios indican que los casos de intoxicación en gatos por plantas tóxicas son más comunes de lo que se piensa. Dependiendo de la especie, la toxicidad puede estar en toda la planta o en partes específicas como el tallo, las raíces, las flores, el polen o los frutos.
Síntomas de intoxicación por plantas tóxicas
Los efectos negativos en un gato dependerán de la cantidad de planta ingerida y del tipo de toxina presente. No obstante, existen algunos síntomas recurrentes que pueden indicar intoxicación si no tienes muy claro si tu minino ha podido ingerir algún trozo:
-Falta de coordinación
-Parálisis parcial o total
-Exceso de salivación
-Pérdida de apetito
-Vómitos y diarrea
-Convulsiones
-Dificultades respiratorias o arritmias (temblores)
¿Qué hacer si un gato ha comido una planta peligrosa?
¡Que no cunda el pánico! Sabemos perfecto cuanto significan para nosotros estos pequeños animalitos, son a efectos prácticos uno más de la familia.
Bien es cierto que es importante actuar con rapidez sin entrar en pánico, ya que los gatos detectan el estrés de sus dueños y esto podría agravar su estado. Si sospechas que tu mascota ha ingerido una planta tóxica, sigue estos pasos a rajatabla:
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Identificar la planta: Si es posible, identifica la especie para informar con precisión al veterinario.
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Llevar al gato al veterinario: Acude de inmediato a un especialista. Si no puedes trasladarlo de inmediato, llama al veterinario y sigue sus indicaciones.
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Observar los síntomas: Monitorea el estado del gato para detectar cualquier complicación adicional.
Plantas altamente tóxicas para gatos
La peligrosidad de las plantas varía según la región en la que se encuentre el gato. En Europa, por ejemplo, hay menos especies venenosas que en América o África.
Sin embargo, algunos ramos de flores contienen plantas más visuales y exóticas que pueden afectar gravemente a los gatos. A continuación, las más peligrosas:
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Laurel: Contiene eugenol y otros aceites esenciales que pueden causar problemas digestivos severos.
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Ficus: Su ingesta provoca vómitos y diarrea.
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Lirio: Toda la planta es tóxica. Incluso el polen puede causar insuficiencia renal grave o la muerte.
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Amapola: Puede provocar problemas digestivos y afectar el sistema nervioso, causando letargo, temblores o ceguera.
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Hortensia: Puede generar vómitos, diarrea y malestar general.
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Poto: Puede provocar irritación en la boca, dificultad para tragar y vómitos.
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Monstera: Además de los síntomas del poto, puede afectar la respiración del gato.
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Tulipanes: Contienen compuestos que afectan el estómago, provocando vómitos y diarrea.
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Eucalipto: Su toxicidad también afecta a perros y caballos, causando salivación excesiva, vómitos, diarrea, dilatación ocular y convulsiones.
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Flor de Pascua: Tanto el contacto como la ingesta pueden provocar irritaciones en la piel y problemas oculares como conjuntivitis.
Otras plantas perjudiciales incluyen narciso de otoño, ricino, crisantemos, ciclamen, diefembaquia, hiedra, jacinto, kalanchoe, marihuana, adelfa, cica, tejo y cerezo de Jerusalén.
¿Qué plantas puedo poner en mi hogar y son seguras para mis gatos?
Entre las plantas con flores seguras destacan las suculentas, las rosas, las orquídeas y la violeta africana.
Si quieres decorar tu hogar con plantas sin poner en riesgo a tu gato, existen opciones seguras como:
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Bambú
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Cactus cebra (sin espinas peligrosas)
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Calatea
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Helechos de Boston
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Plantas aromáticas como valeriana, menta, tomillo y romero
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Cinta o malamadre (requiere luz indirecta)
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Pata de elefante, que además funciona como rascador
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Aloe vera
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Palma amarilla y palmera cola de caballo
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Pilea peperomioides
También puedes optar por hierba gatera y hierba para gatos germinada, ideales para mejorar la digestión y ayudar en la expulsión de bolas de pelo. Estas plantas son fáciles de cuidar y requieren poca humedad ambiental.