Tattoo Cleaners: “Hemos democratizado el borrado de tatuajes: ahora es más accesible para todos”

Ya hace tiempo que el tatuaje dejó de ser algo exclusivo para rockeros, motoristas o marineros. Desde principios de los años noventa, el dibujo “permanente” de la piel se popularizó y, de hecho, el porcentaje de jóvenes de entre 20 y 40 años que lleva algún tatuaje supera ya el 30 %, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Eso sí, también ha crecido el número de personas que se arrepienten de ello. 

Hasta un 50 % de las personas con un tatuaje han pensado en algún momento que les gustaría eliminarlo, según estima la Sociedad Americana de Cirugía Dermatológica (ASDS, por sus siglas en inglés). Pero el acceso a la tecnología láser que permite borrar para siempre cualquier tatuaje no era asequible para todo el mundo. Ahora, la primera empresa española dedicada en exclusiva a la eliminación de estos, Tattoo Cleaners, ha decidido democratizar su precio, tal y como explica a Consumidor Global su portavoz, Katia Elez. 

--¿Ha subido últimamente el número de personas que desean borrar su tatuaje?

--Sí. Es una tendencia que va en aumento, suponemos que es por varios motivos, pues, cada vez, es más popular el tema de hacerse un tatuaje y también, por lo tanto, se quitan más porque siempre hay alguno que a lo mejor no ha salido como esperaban. 

--Pero, los tatuajes llevan siendo populares y mayoritariamente aceptados desde finales de los años 80 y principios de los 90, ¿por qué ahora se anima más la gente a quitárselo?

--Ahora se empieza a conocer que realmente se pueden quitar, porque antiguamente, a lo mejor, era muy complicado, dejaba cicatriz y el procedimiento era muy agresivo, ahora cada vez hay más personas que se están quitando el tatuaje.

--¿Se puede borrar completamente un tatuaje? ¿O queda siempre alguna marca?

--Normalmente el tratamiento se elimina por completo. Hay algunas excepciones, por ejemplo, si el tatuaje tiene unos pigmentos ultra resistentes es más complicado. Además, el color es más complejo de eliminar, sobre todo, los colores pastel o neón como el turquesa, azul celeste, lila, rosa. Para eliminarlo harán falta más sesiones. Por otro lado, hay que tener en cuenta que si un tatuaje tiene relieves, es decir, se levanta por encima del nivel de la piel, quiere decir que hay una cicatriz debajo de esta tinta. La tinta se borrará pero se quedará la marca. 

--De media, ¿cuántas sesiones son necesarias?

--Oscila entre 5 y 10 sesiones para tinta negra, aunque hay múltiples factores que influyen. Para un mismo tatuaje el tiempo puede variar de una persona a otra, ya que influye la antigüedad del tatuaje, el tipo y la cantidad de tinta. También depende de los hábitos de la persona, por ejemplo, si fuma o si hace deporte. Entre sesión y sesión pasan entre 6 y 8 semanas para permitir a la piel pueda recuperarse y descansar. 

--¿Cuáles son los diseños de los que más se arrepienten los usuarios?

--Los que más suelen eliminar son los nombres de exparejas o aquellos que están pasados de moda. Ahora estamos borrando muchos tatuajes lineales o geométricos que pusieron de moda más tarde, pero siempre hay bastantes clientes que se arrepienten del típico tatuaje del caballito de mar, del ancla o del duende que se llevaban hace unos años. 

--¿Cuáles son las principales razones?

--Los que se eliminan son tatuajes de la juventud o de la mili, sobre todo aquellos que están en zonas visibles porque la gente se los ve más y se cansan. Además, otro segmento de importancia a la hora de decidir borrarlos es el tema laboral. En muchos trabajos no se aceptan, como el cuerpo de seguridad o la tripulación de una aerolínea. 

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--¿Cuál es el perfil de aquellos que deciden borrar su tatuaje?

--Hay de todo un poco. Normalmente, van desde los 18 hasta los 35 años. En muchos casos no es por la estética sino, por ejemplo, hay algunas madres que vienen a borrar su tatuaje porque dicen que ya no les representa el tatuaje que se hicieron en su juventud. Pero también han venido señoras de 70 años que se tatuaron las cejas o labios y el estilo ha cambiado y deciden eliminarlo y hacerse un nuevo diseño. 

--Teniendo en cuenta que son varias sesiones, ¿es más barato o más caro que hacerse un tatuaje?

--Quizás, es un poquito más caro que hacerte un tatuaje, pues se trata de un proceso. Va en capas, primero se elimina una capa y luego pasas a la siguiente hasta que llega a la totalidad del tatuaje.

--¿Cuál es el intervalo de precios?

--Nuestros precios empiezan en 39 euros por el tatuaje más pequeñito por sesión, lo que sería alrededor de 300 euros, en  el caso de 5 a 8 sesiones. El precio medio, generalmente, son unos 50 euros por sesión. Es muy económico. Hemos democratizado un poco el mercado de eliminación de tatuajes para que el máximo de personas se lo puedan permitir.

--¿Y el dolor? ¿Duele lo mismo que hacerse un tatuaje?

--Es una sensación probablemente diferente. Depende de la sensibilidad de cada uno y de la zona donde se ubica el tatuaje. Hay zonas que son más sensibles, como las manos, la cara y las costillas. Igual que en el caso de hacerse un tatuaje son zonas más sensibles, lo son también a la hora de eliminarlo.

--¿Cuál es la sensación?

--Es como unos disparos o unas descarguitas. La sensación es más similar a como si suelto un golpecito. Sería lo más parecido. Aunque, muchos recurren a una pomada anestésica para que moleste menos durante la sesión. 

--Háblenos de los cuidados previos a la eliminación del tatuaje.

--Esto es muy importante. La mayor parte del éxito del tratamiento es cumplir los cuidados. Son sencillos, pero es importante hacerlo antes y después de la sesión. Antes de la sesión sería importante evitar la exposición al sol o rayos uva, entre 7 y 10 días antes de la sesión. Además, tomar Ibuprofeno provoca fotosensibilidad, por lo que si se toma un día antes, se tendría que aplazar la sesión. En cambio, si se tomando el medicamento durante una semana, tendríamos que dejar pasar al menos una semana desde la finalización de la toma del medicamento. 

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--¿Y después?

--Después se tiene que evitar la exposición al sol durante todo el tratamiento. Las tres primeras semanas son importantísimas, ya que se podría alterar la pigmentación o incluso puede quemarse muy fácilmente la zona y que se quede una marca, una ampolla o una cicatriz. También es recomendable aplicarse una pomada específica los cinco días posteriores y, al contrario que con un tatuaje, no tapar la zona con un film de plástico para que la piel pueda respirar.