Las acciones de la empresa de fotografía Eastman Kodak se han desplomado un 25,29% en bolsa, después de que la propia compañía advirtiera a sus inversores sobre la posibilidad de no poder seguir operando por mucho más tiempo.
La icónica marca, que una vez dominó el mundo de la fotografía, se encuentra de nuevo al borde del abismo financiero.
Kodak, deuda y falta de liquidez
En un informe reciente, Kodak reveló una situación financiera crítica, declarando que no tiene “financiación comprometida ni liquidez disponible” para afrontar su próxima deuda de 500 millones de dólares.
Esta falta de capital para cumplir con sus obligaciones ha generado serias dudas sobre la viabilidad de la empresa, tal y como lo reconoció la propia compañía en un comunicado: “Estas condiciones plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la empresa para continuar como negocio en marcha”.
Dificultades para adaptarse al mercado
La situación se agrava al compararla con el año anterior, ya que la compañía pasó de registrar una ganancia de 25 millones de dólares a una pérdida neta de 26 millones en su trimestre más reciente. Este cambio radical refleja las dificultades que enfrenta para adaptarse al mercado actual.
En el documento presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), la empresa fue contundente: “Kodak tiene deuda con vencimiento dentro de 12 meses y no cuenta con financiamiento comprometido ni liquidez disponible para cumplir con dichas obligaciones si vencen según sus términos actuales”.
La sombra del pasado: la bancarrota de 2012
No es la primera vez que Kodak se enfrenta a un desafío de esta magnitud. En 2012, la empresa se declaró en bancarrota al no poder competir con la imparable era de la fotografía digital, que hizo que su negocio tradicional de película se volviera obsoleto. Aunque logró salir de la protección por bancarrota en 2013, la empresa nunca ha logrado recuperar su antiguo esplendor.
Este nuevo revés financiero pone de manifiesto la difícil lucha de una marca legendaria por encontrar su lugar en un mundo donde la fotografía instantánea y los teléfonos móviles han redefinido por completo la industria. El futuro de Kodak, que durante décadas inmortalizó los recuerdos de millones de personas, ahora pende de un hilo.