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Barra libre en los precios de las balizas o luces V-16 ante la falta de regulación

Las empresas con dispositivos certificados se cuentan con los dedos de una mano, mientras la presencia de productos sin avalar y a un precio inferior crece

Mónica Timón

Una baliza o luz V-16 de Help Flash Smart / HELP FLASH

A pesar de las llamativas campañas de concienciación y de la mejora de la seguridad de los vehículos, los accidentes de tráfico son, todavía, una lacra para la sociedad española. Sólo en 2019 murieron en las carreteras 1.098 personas, según el último Balance de Seguridad Vial de la DGT. Y el atropello en vías interurbanas fue la causa de la muerte en el 11 % de los casos. El confinamiento también ha tenido consecuencias en esta cifra y 2020 cerró con 870 muertos, un 21 % menos. Por ello, no es de extrañar que, para evitar riesgos añadidos y, de paso, ahorrarse una multa, existan varios elementos de seguridad que siempre deben ir en el vehículo, como el chaleco reflectante y los triángulos de emergencia

Sin embargo, este combo de protección cambiará pronto, pues los triángulos deberán sustituirse de manera obligatoria por una baliza de emergencia autónoma, llamada luz V-16, cuya colocación no requiere salir del coche, lo que se espera que ayude a rebajar la elevada cifra de atropellos. Este cambio impuesto tendrá un coste de entre 17 y 40 euros para cada conductor, según las tarifas fijadas por las empresas con homologación, pues no hay precio oficial regulado por el gobierno. Sin embargo, los fabricantes españoles que tienen vía libre para vender estos  dispositivos aún se cuentan con los dedos de una mano y una simple búsqueda en internet arroja resultados bien distintos. Con una oferta variada, compuesta por  cientos de aparatos diferentes y distintos precios, se ofrecen balizas sin la certificación necesaria. Así, la nueva obligación ha creado un negocio en el que los consumidores deberán estar ojo avizor para hacerse con uno de los dispositivos cuya eficacia sí esté garantizada.

Pocas empresas se reparten el pastel en España 

Aunque el Ministerio del Interior ya ha hablado en varias ocasiones de las luces V-16 y sus ventajas, su uso será obligatorio en unos años. Y, de momento, las empresas en España que cuentan con la homologación necesaria son escasas. Help Flash, con sede en Galicia y fabricación en Zaragoza, es una de ellas, a la que se unen Hero Driver Led, de Burgos, Leonesa Industrial, en León, o Atressa, una empresa vasca que lleva más de 50 años fabricando luces para tráfico y vehículos y tras la que se encuentra la baliza SOSTraffic, la primera en estar homologada en España.

La idea del Gobierno es cambiar el procedimiento actual ante una avería o accidente en carretera, que obliga a salir del vehículo para colocar los triángulos y pone en peligro al conductor. “Este dispositivo elimina el riesgo que supone bajarte del vehículo, pues sólo es necesario sacar el brazo por la ventanilla para dejar la luz fijada en el techo del coche o en la superficie de la moto”, explica a Consumidor Global Alejandro González, portavoz de Help Flash, la empresa española creadora de esta luz. 

Copias más económicas, pero menos eficaces

“Al igual que ocurre con las mascarillas, es esencial que la luz que se compre esté homologada ya que garantiza su eficacia frente a la lluvia, el viento y otros parámetros”, insiste a este medio César Basterrechea, director de Atressa. Para asegurarse, los conductores deben buscar el logo CE y el número de homologación que garantice que el aparato ha pasado las pruebas necesarias en un laboratorio. “Hemos pedido que la DGT haga un listado público de fabricantes homologados para evitar confusiones entre los consumidores”, agrega González. 

Pero hasta que eso ocurra, lo cierto es que la confusión está servida, pues la red se ha llenado de este tipo de luces con precios dispares. Algunos de estos dispositivos, como señala Basterrechea, incluyen el citado código de certificación impreso en el propio aparato y otros se anuncian como homologados o “acorde a los requisitos de la DGT”, pero no hay rastro de ninguna numeración. “Los consumidores deberían sospechar en esos casos, pues muchos son de procedencia asiática y no se garantiza su eficacia”, matiza el director de Atressa. De hecho, este medio ha podido comprobar cómo varios usuarios preguntan a otros en los comentarios de páginas como Amazon si realmente el producto en venta está homologado, recibiendo una respuesta negativa en varias ocasiones. 

Sin precio fijo 

Con la obligatoriedad de este dispositivo a la vuelta de la esquina, comprarlo con antelación puede ser una buena idea para evitar futuras subidas de precio o falta de stock. Y, de hecho, desde su anuncio por parte del Ministerio, las empresas consultadas por Consumidor Global han notado un notable aumento en la venta y en el interés por el producto. El dispositivo más económico de Help Flash, a la venta por 29,95 euros en su web, ha liderado la lista de los artículos más vendidos en Amazon en la categoría de coche y moto. “Estamos organizando la producción para que no haya problemas de stock”, matiza Basterrechea. 

De momento, el Ministerio de Interior no ha regulado los precios de estas luces y se desconoce si lo hará cuando se vuelvan obligatorias, como sí ocurrió con las mascarillas. Por tanto, se puede esperar que, ante la falta de unidades, el precio aumente. Ahora, de momento, las empresas homologadas sitúan sus precios en un rango similar, en torno a los 30 euros. En internet, no obstante, algunas balizas ya rozan los 40 euros. 

¿Es una medida realmente efectiva?

El aporte extra de seguridad de este dispositivo luminoso radica en reducir el riesgo de atropello y visibiliza los vehículos visibles en 360 grados y a un kilómetro de distancia en condiciones de baja visibilidad. Pero, además, “su pequeño tamaño permite llevarlo en motocicletas y su destello luminoso amplía el radio de detección del resto de usuarios que circulan por la vía”, asegura Antonio Lucas, director de Seguridad Vial del RACE. Así, a juicio del experto, “es un elemento importante de prevención que permite anticiparse al riesgo”. Mientras, Help Flash añade otra ventaja. El dispositivo se  activa de forma automática por magnetismo al colocarse en el techo del coche. Además, una de sus versiones, a la venta, por 35,95 euros, incluye conectividad, de modo que se comparte de forma automática la localización y se da aviso inmediato a la aseguradora o a los servicios de emergencia, algo en lo que también trabajan desde Atressa para implantar en SOSTraffic

No obstante, “el precio de la baliza es superior al de los triángulos, a lo que se debe sumar un posible coste de conexión si se conecta de forma autónoma para avisar a los servicios de emergencias”, asegura Lucas. En ese sentido, este experto en seguridad vial recomienda llamar siempre al servicio de asistencia tan pronto como se tenga conocimiento del problema. Además, recuerda que, dado su limitado tiempo de funcionamiento, estimado entre dos y cuatro horas, este dispositivo requerirá un mantenimiento periódico por parte de los conductores para comprobar su estado con un aporte extra de tiempo y de dinero, ante un posible cambio de pilas o de batería.