La compañía aérea Ryanair ha sido objeto de una fuerte crítica en las redes sociales por su trato discriminatorio a una mujer con discapacidad que iba a viajar a Italia desde Sevilla. La pasajera, que utiliza una silla de ruedas eléctrica, fue bajada del avión por el personal de la aerolínea, que le dijo que su silla no cumplía las medidas exigidas y que no le garantizaban que pudiera usarla en su destino.
La mujer había facturado su silla con antelación y había preguntado varias veces si había algún problema con ella, recibiendo siempre una respuesta afirmativa. Sin embargo, cuando ya estaba en el avión, le comunicaron que su silla tenía un joystick que sobresalía y que podía dañarse durante el transporte. Le dieron dos opciones: o no volar, o volar sin la silla y esperar a que se la arreglaran en Italia.
Falta de profesionalidad y empatía
La pasajera se sintió humillada y engañada, y decidió no viajar. Una amiga suya, que se identifica como @gmlole_ en X (antiguo Twitter), publicó un vídeo en el que se ve la situación y le envió un mensaje a Ryanair, en el que les reprochaba haber hecho pasar a su amiga por “una mierda de momento”, que ni ella ni nadie se merece. También les advirtió de que su caso iba a llegar a todos lados y les exigió una solución real.
El tuit se hizo viral y recibió numerosas muestras de apoyo y solidaridad con la afectada, así como de indignación y rechazo hacia Ryanair. Muchos usuarios criticaron la falta de profesionalidad y de empatía de la compañía, y le recomendaron a la mujer que denunciara los hechos ante las autoridades competentes.
Sin disculpas
Ryanair, por su parte, no ha dado ninguna explicación ni se ha disculpado por lo ocurrido. Su única respuesta fue un escueto mensaje en el que decía: "Si tienes alguna consulta @askryanair".
Esta no es la primera vez que la aerolínea irlandesa se ve envuelta en una polémica por su mala gestión y su trato irrespetuoso a los viajeros, que se sienten desprotegidos y maltratados por una empresa que solo busca el beneficio económico.