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La OCU, "una organización opaca que se hace millonaria con la excusa de proteger a los consumidores"

Una investigación periodística revela el "complejo entramado financiero" internacional en torno a la asociación de consumidores más importante de España con el objetivo de presionar a las empresas para conseguir acuerdos económicos

Alejandro Tercero García

Página web de la OCU / CG

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es "una organización opaca que se hace millonaria bajo la excusa de proteger a los consumidores" y que forma parte de "un complejo entramado financiero dirigido desde Bélgica y Luxemburgo" que funciona como un negocio.

Así de contundente concluye una investigación cuyo resultado se ha publicado este miércoles en El Confidencial, en un reportaje firmado por David Placer.

Amenazas de demandas para llegar a acuerdos

El artículo deja claro cuál es el modus operandi de la organización de consumidores más importante de España: primero, lleva a juicio (o amenaza con hacerlo) a grandes multinacionales, y después pacta con ellas acuerdos económicos.

Según esta investigación, la OCU valora productos y servicios, recomienda unas marcas y desaconseja otras, pero "con cada campaña mediática busca ganar dinero". De hecho, en España la OCU actúa como una empresa: OCU Ediciones, SL.

Un entramado con 200 millones de facturación

Así, aunque la asociación se presenta como una entidad sin ánimo de lucro con la única finalidad de defender al consumidor, en realidad forma parte de un grupo que factura 200 millones de euros. Todo ello bajo el paraguas de Euroconsumers, una sociedad de Luxemburgo que a su vez agrupa a cuatro organizaciones de consumidores de Europa: la OCU en España, Deco Proteste en Portugal, Altroconsumo en Italia y Test Achats en Bélgica.

El entramado también tiene vinculaciones con Hong Kong, a través de la empresa Worldcado Limited, cuyo principal responsable, Ahmed Nejai, estaba en los Papeles de Panamá. Desde Hong Kong, la red se extendía a empresas afincadas en paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes Británicas.

Ryanair, Apple, TikTok

En los últimos cinco años, la OCU ha cerrado acuerdos comerciales con medio centenar de empresas, tras presentar demandas o canalizar causas colectivas. Unos procesos que han gestionado seis despachos de abogados (Aequitas, Ribón, Auren, Dable, Legal & Media y Eugenio Moure), a los que, a su vez, la organización les cobra comisiones de entre el 10 % y 30 % del dinero que consigue.

Entre las empresas afectadas figuran Ryanair, Facebook, Iberpistas, Banco Popular, Apple, TikTok y entidades financieras relacionadas con las tarjetas revolving.

Los casos de Facebook y HP

Destaca el caso de Facebook. En 2018, la OCU lideró una campaña para agrupar a miles de usuarios europeos para actuar contra la multinacional estadounidense por ceder datos personales a otras empresas. La entidad prometió una indemnización de 200 euros a cada afectado si ganaban el juicio. Sin embargo, finalmente se llegó a un acuerdo secreto y no se presentó la demanda, por lo que los usuarios se quedaron sin el dinero.

Algo similar ocurrió con HP (Hewlett-Packard). La OCU amenazó con una demanda colectiva porque la multinacional tecnológica no informó de la incompatibilidad de algunas de sus impresoras con cartuchos de otras marchas. Pero, al final, no llegaron a juicio a cambio de 1,4 millones. Un dinero que ofreció repartir entre los afectados que lo pidan, pero de lo que no ha informado mediante ninguna campaña.

Alerta en Europa

La forma de actuar de la OCU y de Euroconsumers incluso ha llegado a Europa. Otras organizaciones de consumidores han puesto el grito en el cielo por considerar que es poco ético que una entidad que dice proteger los derechos de los consumidores cobre de empresa a las que debería fiscalizar.

Algunas llegaron incluso a plantear la expulsión de ambas de la BEUC, la entidad que agrupa a las principales organizaciones de consumidores europeas, con sede en Bruselas.

Nombres clave

Nacida en 1975, la OCU se benefició de una reforma legal del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que eliminó la prohibición de las organizaciones de los consumidores de recibir dinero de las empresas. Unos cambios que, probablemente, se agilizaron gracias a la buena relación de la entidad con el ámbito político nacional y europeo.

De hecho, su presidente actual, Miguel Ángel Feito, fue secretario de Estado en la época de Felipe González, y otros consejeros proceden de diversos partidos. También es clave el nombre de Ivo Mechels, el máximo responsable del grupo a nivel europeo, que ocupó cargos en el Gobierno de Bélgica.

Aviso aclaratorio: Esta información ha recibido una solicitud de rectificación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).