¿Se puede denunciar a alguien por tirar petardos?

Es muy habitual escuchar en celebraciones la explosión de petardos por las calles. Esos artículos pirotécnicos generan en muchas ocasiones molestias que no todo el mundo tolera de igual manera. Muchos se preguntan si se puede denunciar a alguien por tirar petardos.

La respuesta es que sí. Juan Antonio Ferrer, policía local y divulgador ha explicado en un vídeo cuáles son los petardos más comunes que se pueden adquirir en cualquier tienda de barrio. Ferrer aclara que se venden “de forma irregular por comercios que no tienen autorización para el almacenamiento y venta de estos artificios”.

Petardos, un mercado irregular

Además, muchos de ellos son comprados por menor y por “adultos que se creen que es un juego de niños”. Para el policía, la de los petardos es la otra “pandemia de contaminación acústica y ambiental”.

Es competencia de todas las policías denunciar tanto la venta como la utilización de estos objetos. Y por eso mismo todos podemos denunciar, de hecho, es a lo que nos anima Juan Antonio Ferrer aunque -como él mismo reconoce- muchas veces no sirva de nada en ese momento, pero quedará constancia de la llamada, de la denuncia.

La Policía anima a denunciar

El policía cita la Ley Orgánica 4/2015 en la que se cita que "La fabricación, reparación, almacenamiento, circulación, comercio, transporte, distribución, adquisición, certificación, enajenación o utilización de armas reglamentarias, explosivos catalogados, cartuchería o artículos pirotécnicos, incumpliendo la normativa de aplicación, careciendo de la documentación o autorización requeridas o excediendo los límites autorizados cuando tales conductas no sean constitutivas de delito, así como la omisión, insuficiencia, o falta de eficacia de las medidas de seguridad o precauciones que resulten obligatorias."

Cualquier ciudadano puede formalizar una denuncia voluntaria contra cualquier otro ciudadano por estos hechos. Ante la pirotecnia, explica Juan Antonio: "Primero llamada al 112, anota fecha y hora, luego queja por escrito ante el ayuntamiento y/o delegación del gobierno, en la queja reclama los gastos veterinarios ocasionados.