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Tienes que ir sí o sí: tres playas españolas excepcionales que hay que visitar una vez en la vida

En el listado de mejores costas europeas aparecen destinos italianos y griegos, pero también alguna joya de Cantabria o Menorca

Juan Manuel Del Olmo

Una de las mejores playas de Europa / FREEPIK - @wirestock

España es mucho más que un destino idílico para el turismo de sol y playa, pero no se puede negar que los casi 8.000 kilómetros de costa encandilan a millones de viajeros. “También aguardan al que lleve todo el año esperando para viajar a calas de aguas azul turquesa escondidas entre bosques como las de las Islas Baleares o para dejarse llevar por la tranquilidad de las playas volcánicas y vírgenes de las Islas Canarias o de los arenales del Mediterráneo”, explican desde el portal oficial de Turismo de España.

Ahora bien, ¿qué debe tener la playa perfecta? A esta pregunta, es posible que algunos respondieran que la arena (fina y dorada o blanca y suave), la limpieza del entorno y de las aguas, la facilidad de acceso, la presencia de un chiringuito cercano en el que tomar algo, la seguridad…

Playa de Port Glarokavos

Para orientar a los veraneantes, European Best Destinations ha elaborado una lista con los votos de más de 100.000 participantes en la que determina cuáles son las mejores playas del Viejo Continente. La que se alza con la corona en este ranking de “prístinos paraísos naturales” en los que “desconectar del estrés diario” es la playa de Port Glarokavos, en Grecia.

Playa de Port Glarokavos, en Grecia / CENTRALMACEDONIA.GR

Se trata de una playa arenosa y amplia, que cuenta con orillas rocosas junto al mar y aguas azules, como la mayoría de las playas de la región griega de Calcídica. Las aguas no son muy profundas y los pinos llegan casi al mar, lo que proporciona una sensación única a los bañistas. Al final de la playa de arena se forma una pequeña laguna.

De Cerdeña a Menorca

Tras esta playa, el segundo puesto en el ranking de European Best Destinations es para la cala Brandinchi, en Cerdeña (Italia). También conocida como "la pequeña Tahití", explican, esta cala cuenta con fina arena blanca y aguas cristalinas poco profundas, lo que la hace ideal para familias.

El bronce es para una localización española: Cala Pregonda, en Menorca. “Esta playa está considerada como una de las más bellas y menos frecuentadas del abrupto norte de Menorca”, explican en la web de Turismo de Menorca. Describen que es “el resultado de un entrante de mar que al tocar tierra firme da lugar a un talud en forma de u, que incluye un interesante sistema dunar en su parte trasera”.

Cala Pregonda / MENORCA.ES

Playa de los Muertos

No es la única playa española que aparece en este listado: la Playa de los Muertos (Carboneras, Almería) ocupa el séptimo puesto. Se localiza en el límite norte del Parque Natural de Cabo de Gata, declarado Reserva de la Biosfera. Es una enorme playa totalmente recta de más de un kilómetro de longitud, algo solitaria y de una arena compuesta por “piedrecillas que van haciéndose más finas a medida que nos acercamos al agua”, describen desde la web del Cabo de Gata.

Por su parte, Barceló la describe como un “edén salvaje” y precisa que la playa está ubicada a los pies de un acantilado cuyo descenso solo se puede acometer a pie. “Aunque pueda parecer una desventaja, precisamente es este emplazamiento aislado el que ha permitido que la playa conserve, aún hoy, su característico aire salvaje”, indican.

Playa de los Muertos / BARCELO

Un Monumento Natural en Asturias

La tercera playa española que se cuela en el top-10 es la Playa Gulpiyuri de Llanes, en Asturias. “Es una playa interior única formada por el derrumbe de un sumidero, creando una pequeña zona de arena semicircular rodeada de acantilados”, explican.

Playa de Gulpiyuri / TURISMO DE ASTURIAS

No tiene salida directa al mar. De hecho, desde allí no se ve desde la playa. Por tanto, la página de turismo de Asturias la describe como un Monumento Natural formado por arena blanca y agua salada. “El Cantábrico se bate a unos metros y sólo se cuela por debajo de los acantilados. Mide unos 40 metros de longitud y apenas se queda con arena durante la pleamar. Registra un fenómeno denominado desagüe cuando comienza la bajamar”, indican.