Madrid es una ciudad fantástica para disfrutar de buenos vinos. La oferta es amplísima y va mucho más allá de los restaurantes, abarcando desde tiendas (como la Bodega Santa Cecilia, en Gaztambide, una de las referencias más especiales) y vinotecas hasta bares de tapas con acertadas selecciones por copas. Además, hay una creciente presencia de vinos internacionales y de pequeños productores. Buena prueba de ello son Vinícola Mentridana, VinoPremier o Ganz Wine Bar.
Este último, por ejemplo, trata de proponer “una selección ecléctica de calidad” compuesta por vinos naturales, etiquetas clásicas imprescindibles y añadas históricas.
La Caníbal
Pero, si hay un local que puede presumir de servir buenos vinos y de hacerlo bien (es decir, combinando asequibilidad, cercanía y una carta atinada) ese es La Caníbal. Este establecimiento, ubicado muy cerca del Museo Reina Sofía, ha sido reconocido como el mejor establecimiento de vinos y licores en la IX edición de los Premios regionales de Gastronomía, un evento organizado por la Academia Madrileña de Gastronomía que reconoce la excelencia y el talento del sector de la restauración en la región.
La Caníbal nació como una consecuencia natural del crecimiento de la “casa madre”, O Pazo de Lugo, el establecimiento contiguo y que le precedió. “Hemos descubierto y aprendido tantas cosas en estos últimos años sobre vinos, quesos, cervezas y platos que, para compartirlas, nos hacía falta un espacio nuevo”, explican en su página web.
Local “abierto a todos”
Abogan por un tono desenfadado: “Nos importan cada vez menos la exclusividad y la parafernalia de marketing que rodean estos mundos. La Caníbal quiere ser el local abierto a todos en el que tengan su lugar los productores artesanos que trabajan de una forma veraz y sostenible”, explican.
En las reseñas de Google, La Caníbal tiene más de 3.700 reseñas y una puntuación de 4,3 estrellas sobre 5. “Hemos estado tomando unas cervezas y cenando y sin lugar a dudas se ha convertido en uno de mis sitios favoritos. No solo es la decoración, el lugar, el ambiente… sino también su gran variedad de cervezas y vinos artesanos. Después de tomar unas cañas, nos hemos quedado a cenar y la verdad es que hemos comido súper bien. Hemos salido a 35 € por persona con vino, carnaza, entrantes y postre. Además, los camareros son súper simpáticos y el sitio es precioso”, decía una clienta satisfecha.
La comida y el vino comparten protagonismo
“Curioso local en el que no solo la comida es protagonista, puedes escoger entre un increíble número de vinos por copas o botellas, si te gusta, puedes comprarlo y llevártelo. Si la carne es buena, el pescado no se queda atrás. El personal absolutamente profesional, agradable y eficaz”, valoraba otro.
“Local agradable y con ambiente. Buena selección de vinos, de DOs desconocidas para muchos de nosotros. Probad vinos u uvas distintas, dejaos aconsejar... y disfrutad”, coincidía un tercer cliente.