Un mar de túnicas rojas y cofias blancas avanzaba en silencio por el centro de Madrid, cruzando Callao, Gran Vía, el Paseo del Prado, para detenerse frente al Congreso de los Diputados y culminar en la Puerta del Sol.
Cientos de mujeres –algunas fuentes hablan de hasta 500 participantes– convocadas por más de 30 organizaciones feministas como Federación Mujeres, Asociación de Mujeres Juristas Themis, Federación de Mujeres Progresistas y Apramp, entre otras, recorrieron las calles ataviadas como las criadas de la novela de Margaret Atwood. Su mensaje: la gestación subrogada no puede normalizarse, es una forma de violencia contra las mujeres.
Una práctica ilegal con grietas persistentes
En España, la gestación subrogada –también llamada “vientre de alquiler” o gestación por sustitución– está prohibida por la Ley 14/2006 de técnicas de reproducción humana asistida, que en su artículo 10 declara nulo de pleno derecho cualquier contrato por el que una mujer renuncie a la filiación materna en favor de otro.
Pese a esta prohibición legal, varias grietas administrativas y legislativas han permitido que ciudadanos españoles recurran a la gestación subrogada en el extranjero y luego inscriban a los menores en el Registro Civil español, o soliciten su filiación, lo que genera tensiones jurídicas, éticas y políticas.
"Casi 4.000 bebés adquiridos por ciudadanos españoles"
Durante la marcha, el pasado 6 de septiembre, las organizadoras recordaron que de 2010 a 2023 "casi 4.000 bebés fueron adquiridos por ciudadanos españoles mediante un contrato por el cual la mujer renuncia a la filiación y derechos asociados a la gestación y el parto".
Por otro lado, el Ministerio de Igualdad, a través del Instituto de las Mujeres, recogió entre noviembre y diciembre de 2024 334 denuncias relativas a agencias que promocionan la gestación por sustitución. Estas quejas han desembocado en un informe jurídico enviado a la Abogacía del Estado, que podría dar lugar a acciones legales.
Datos recientes
Recientemente, con la reforma de la ley del aborto del año 2022, la gestación subrogada ha sido recogida explícitamente como forma de violencia contra las mujeres.
Además, en abril de 2025 se publicó una instrucción que impide la inscripción en consulados de menores nacidos mediante gestación subrogada en el extranjero, con el objetivo de cerrar algunos de los vacíos administrativos.
Perspectiva internacional: la ONU entra al debate
No es un asunto exclusivo de España. En julio de 2025, la Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, presentó un informe titulado Las diferentes manifestaciones de violencia contra las mujeres y niñas en el contexto de la maternidad subrogada (A/80/158). El documento insta a los Estados a erradicar la maternidad subrogada “en todas sus formas”, por los riesgos físicos, psicológicos y simbólicos que supone para las mujeres gestantes y los menores.
Uno de los puntos clave de ese informe es que la distinción entre “subrogación altruista” y “subrogación comercial” no exime del análisis de cómo, incluso en contextos supuestamente altruistas, puede existir coacción, desigualdad de poder y consecuencias duraderas para la salud y la autonomía de las mujeres implicadas. Asimismo, se destaca que habrá un crecimiento exponencial, de más del 500%, en la industria reproductiva, que llegará a facturar más de mil millones de dólares.