La felicidad es un concepto subjetivo, pero si preguntamos a los españoles, la gran mayoría asegura sentirse feliz. Según la primera encuesta sobre felicidad y valores sociales realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 80,4% de los españoles se consideran personas felices, mientras que solo un 11,4% afirman lo contrario.
Sin embargo… ¿Qué es lo que ha podido no hacer realmente felices a ese otro grupo? Más allá de las circunstancias individuales, la ciencia lleva décadas intentando desentrañar el secreto del verdadero bienestar. Un estudio de Harvard, que lleva más de ochenta años en marcha, ha identificado los dos principales factores que determinan una vida plena. Y, sorprendentemente, no tienen que ver con el dinero o el éxito profesional.
El mayor estudio sobre la felicidad
Desde 1938, un grupo de investigadores de Harvard ha seguido la vida de cientos de personas en un experimento pionero sobre el bienestar. Lo que comenzó con 700 adolescentes de diversos entornos, incluyendo estudiantes de Harvard y jóvenes de barrios humildes de Boston, se ha ampliado con los años para incluir a sus familias y descendientes, proporcionando valiosas conclusiones sobre lo que realmente importa cuando se acaba la vida.
Robert Waldinger, psiquiatra y profesor de Harvard, es el actual director de este estudio y coautor del libro The Good Life, donde expone cuáles han sido los aprendizajes clave de la vida, aseguró poseer las revelaciones más impactantes sobre los arrepentimientos más comunes en la vejez.
Los dos mayores arrepentimientos en la vejez
A los 80 años, los participantes del estudio respondieron a una pregunta crucial: "Cuando miras atrás en tu vida, ¿qué es lo que más lamentas?". Las respuestas fueron contundentes y muy similares:
1. Preocuparse demasiado por la opinión ajena
El segundo gran pesar fue haber vivido con miedo al juicio de los demás, un sentimiento más frecuente entre las mujeres. Muchas confesaron haber tomado decisiones condicionadas por las expectativas sociales, lo que limitó sus oportunidades y desarrollo personal.
La psicóloga María do Mondo, en su libro La opinión de los demás está de más, nos anima a liberarnos del "qué dirán". "Desde la infancia, absorbemos creencias y normas que nos moldean, pero en la adultez es vital cuestionarlas y definir nuestra propia identidad", explica.
2. No haber pasado suficiente tiempo con las personas importantes
Muchos lamentaron haber invertido más esfuerzo en su carrera profesional que en sus relaciones personales. "Nadie en su lecho de muerte desea haber pasado más horas en la oficina", es una reflexión que el estudio ha confirmado una y otra vez.
Pese a esta evidencia, seguimos atrapados en un ritmo de vida acelerado que dificulta la desconexión. El estrés laboral sigue en aumento y el "burnout" es una realidad cada vez más frecuente. Según un informe de Cigna Healthcare, el 67% de los españoles no logra desconectarse del trabajo ni siquiera en vacaciones, un hábito que podría desembocar en futuros arrepentimientos.
Si sientes que dependes demasiado de la aprobación externa, te cuesta tomar decisiones sin consultar a otros o priorizas a los demás sobre ti mismo, puede ser el momento de reflexionar y recuperar tu autonomía emocional.
Claves para vivir sin arrepentimientos
Si estos son los errores más comunes, ¿qué podemos hacer para evitarlos? Robert Waldinger propone algunas estrategias fundamentales:
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Nutre tus relaciones: No basta con tener amigos o familia; es esencial dedicarles tiempo y atención de calidad.
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Abraza tu autenticidad: No tomes decisiones por miedo al juicio ajeno, sigue lo que realmente deseas.
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Aprende a decir "no": Muchas preocupaciones provienen de la falta de límites personales.
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Crea momentos inolvidables: No se trata solo de estar presente, sino de hacer que los instantes con los tuyos sean significativos.
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Aléjate de las comparaciones: Dedica menos tiempo a las redes sociales y más a disfrutar de tu vida real.
Transformar el arrepentimiento en crecimiento
Si sientes que has caído en alguno de estos patrones, no te castigues. Waldinger enfatiza que el arrepentimiento no debe ser una carga, sino una herramienta de aprendizaje. Algunas estrategias incluyen:
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Aceptar que el pasado no se puede cambiar, pero el presente sí.
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Retomar contacto con personas importantes, aunque haya pasado tiempo.
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Ser más compasivo contigo mismo y dejar de juzgarte con dureza.
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Tomar pequeños pasos diarios para fortalecer tus relaciones y vivir según tus propios términos.
La verdadera clave de la felicidad
El estudio de Harvard nos deja un mensaje claro: lo que realmente nos hace felices no es el éxito profesional o el dinero, sino la calidad de nuestras relaciones y la capacidad de vivir con autenticidad.
Si bien la encuesta del CIS refleja que la mayoría de los españoles se considera feliz, siempre podemos mejorar nuestra calidad de vida tomando decisiones más alineadas con nuestros valores y deseos reales. La verdadera riqueza está en compartir momentos con quienes amamos y en ser fieles a nosotros mismos.