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No lo sabías: los adultos mayores que usan las tecnologías tienen menor riesgo de desgaste cognitivo

Una revisión de más de medio centenar de estudios revela que el uso habitual de dispositivos digitales podría estar relacionado con un envejecimiento cognitivo más saludable

Rocío Antón

No lo sabías: los adultos mayores que usan las tecnologías tienen menor riesgo de desgaste cognitivo/ PEXELS

Durante décadas, ha existido un debate constante sobre si el uso de la tecnología en edades avanzadas beneficia o perjudica las funciones mentales. No han sido pocos los estudios que afirmaban que las tecnologías estaban “idiotizando” a los niños con tanto videojuego y tanto scroll infinito a temprana edad, pero ahora todo parece diferente.

Un matrimonio adulto que maneja perfectamente las nuevas tecnologías/ PEXELS

No estamos hablando de la Generación Z ni de los baby boomers. Hablamos de que la generación pionera en la era digital —aquellos que impulsaron el desarrollo de internet, los ordenadores y los smartphones— llega a la etapa de la vida en la que el deterioro cognitivo se convierte en una preocupación. Y, en este contexto, comienzan a surgir evidencias científicas con datos más sólidos que indican que los avances a veces no nos vienen tan mal.

La primera generación en relacionarse con las nuevas tecnologías demuestra que no serán un problema para su mente/ PEXELS

Un metaanálisis recientemente publicado en la revista Nature Human Behaviour ofrece nuevos hallazgos sobre este fenómeno. La investigación se basa en los datos recogidos por 57 estudios independientes y un total de pruebas hechas a más de 400.000 personas mayores de 50 años, provenientes de distintas partes del mundo.

La conclusión parece ser, por primera vez, bastante clara: el contacto frecuente con herramientas tecnológicas podría estar vinculado a una menor probabilidad de desarrollar trastornos cognitivos.

¿Es la tecnología una buena aliada del cerebro?

Una de las cifras más destacadas del análisis indica que las personas que utilizan la tecnología de forma cotidiana tienen un 58% menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo. Además, en quienes ya mostraban signos de declive mental, se observó un ritmo de deterioro un 26% más lento en comparación con quienes no interactúan con el entorno digital.

Una persona utiliza su ordenador / FREEPIK - zinkevych

“Incluso después de ajustar variables como nivel educativo o ingresos económicos, los beneficios del uso tecnológico se mantenían constantes”, afirmó Jared F. Benge, especializado en neuropsicología de la Universidad de Texas y coautor del estudio. 

Lejos de confirmar los mayores temores de numerosos psiquiatras y médicos neurólogos sobre un posible deterioro acelerado (por este abuso de lo digital que tenemos en la actualidad), el análisis sugiere que los adultos mayores que emplean con regularidad teléfonos inteligentes, internet o el correo electrónico tienden a conservar mejor su agilidad mental.

No es la tecnología, es cómo se usa para despertar a la mente

El médico e investigador Salvador Macip, especialista en envejecimiento en la Universidad de Leicester, reconoce el valor de la evidencia pero advierte: “Los resultados son sólidos en cuanto a asociación, pero no prueban que la tecnología sea la causa directa de un envejecimiento mental saludable”.

Dos personas de avanzada edad haciendo una videollamada con soltura/ PEXELS

Macip subraya que el aislamiento social es uno de los factores más influyentes en el declive cognitivo y que, en ese sentido, el acceso a tecnologías puede ser un puente para la conexión y la integración social de los mayores con otras personas. La gente mayor a menudo está más sola… con internet se enteran de lo que les sucede a otros y se sienten más parte del mundo en general, se les otorga una ventana nueva de acceso a la información que, a la par, despierta su mente.

Lo que sí y lo que no ayuda a nuestra mente

Lucrecia Moreno Royo, catedrática de Farmacia en la Universidad CEU Cardenal Herrera, también participó en investigaciones previas analizadas en este metaanálisis. En su estudio de 2021, observó que tanto el uso de internet como la lectura frecuente reducen de forma significativa el riesgo de deterioro cognitivo en adultos mayores.

Por fin sabemos como el entorno digital afectaría a las capacidades cognitivas/ PEXELS

Por el contrario, pasar muchas horas frente al televisor y dormir poco fueron comportamientos claramente asociados a un mayor riesgo. Para Moreno Royo, los resultados refuerzan la idea de que la tecnología puede utilizarse como una forma de estimulación cognitiva, como un modo de mantener al cerebro entretenido y activo.

Dos visiones enfrentadas: Hipótesis de la demencia digital

La llamada “hipótesis de la demencia digital”, impulsada por el neurocientífico Manfred Spitzer, sugiere que la dependencia tecnológica —como no memorizar números o usar el GPS para todo— debilita las funciones cognitivas que antes teníamos más desarrolladas. En esta visión, dejar de ejercitar la memoria y el razonamiento práctico podría tener un coste a largo plazo.

Por otro lado, la “hipótesis de la reserva tecnológica”, basada en trabajos del profesor Yaakov Stern de la Universidad de Columbia, plantea que un entorno digitalmente nutritivo ayuda al cerebro a crear redes alternativas y compensar deficiencias. Todas esas citas han sido recogidas por el periodista español Enrique Alpañés, quien ha tenido a bien arrojar algo de luz a una teoría bastante confusa para su análisis en El País. Este ha revelado que aún queda camino para identificar los mecanismos biológicos detrás de esta asociación, aunque cabe destacar que en su análisis ofrece una noticia esperanzadora para los consumidores digitales.

Usar apps, plataformas digitales o asistentes virtuales sería una forma de mantener activa la mente, reforzando la plasticidad cerebral y promoviendo la autonomía en edades avanzadas. Aprender sobre tecnología nos hace autosuficientes, a las personas más mayores les hace abandonar la costumbre de ser dependientes de las generaciones más jóvenes.