En los últimos años, la cocina ha dejado de ser un lugar meramente funcional donde veíamos los clásicos tiradores metálicos con puertas ornamentadas en madera, pintada para convertirse en el verdadero corazón del estilo del hogar. Ya no se trata solo de que sea el lugar donde cuidas de tu alimentación, es que los españoles dedican de media unas 6,8 horas a la semana a cocinar, lo que nos convierte en los europeos que más tiempo pasan en la cocina de media.
A este dato le podemos sumar el siguiente, también bastante esclarecedor: el 81% de los españoles cocina en casa al menos 4 días a la semana, y el 58% lo hace a diario. Esto ha traído consigo un nuevo enfoque en el diseño de interiores: mejorar la estética, calidades y decoración de la cocina para integrarla con estilo en el resto de las estancias del hogar.
Dividir estancias vuelve a estar de moda: la nueva tendencia deco de 2025
¿De qué manera? En los últimos años, se ha puesto muy de moda eliminar barreras arquitectónicas creando cocinas abiertas, sin recabar en como esto no es nada práctico si se quiere evitar la propagación de olores o ruido provenientes de estas al resto del hogar. Entonces… ¿Qué opción es la más adecuada si queremos aportar modernidad a este espacio en la reforma de nuestra casa?
La interiorista Laura Lapetina, especialista en transformar espacios con estilo y funcionalidad, propone una solución que equilibra lo mejor de ambos mundos: cerramientos acristalados. Según ella, ni una cocina completamente abierta ni una cerrada del todo ofrecen una solución ideal para la vida moderna. La clave está en buscar un punto medio, mantener la conexión visual y la fluidez espacial, sin renunciar a la comodidad.
¿Por qué elegir cerramientos de cristal para tu cocina?
Abrir la cocina al salón se ha vuelto una tendencia muy popular, especialmente en viviendas pequeñas donde cada metro cuadrado cuenta. Sin embargo, muchas personas siguen siendo reticentes a esta idea por motivos prácticos, como son el tema de los olores, ruidos o incluso la falta de privacidad, como bien te comentábamos antes.
En este contexto, la interiorista lo suele tener claro, su opción más repetida en sus proyectos más estilosos siempre será crear un diseño "semiabierto", utilizando paneles de cristal con perfilería metálica o puertas correderas transparentes, permitiendo a los espacios estar comunicados o cerrarlos al antojo del propietario. Esta solución aporta amplitud visual y mucha luz natural.
Funcionalidad y estilo en un solo elemento
Además de ser un recurso decorativo muy atractivo, los cerramientos acristalados son una herramienta muy útil a nivel funcional, que poca gente conoce. Permiten que la cocina se mantenga integrada al resto de la casa mientras la salvan de los incómodos olores, vapores o humedades. ¿Quién quiere ver la tele mientras huele al guiso que están cocinando?
Lapetina señala que muchas veces los clientes piden eliminar paredes, pero luego necesitan superficies donde colocar muebles o electrodomésticos, que… finalmente no tienen.
Un modo de reubicarlos es recurrir a los cerramientos para mantener cierta estructura de paredes sin cerrar por completo la estancia. Son perfectos tanto para cocinas grandes como pequeñas, y se adaptan con facilidad a cualquier estilo decorativo: desde los más naturales y cálidos, combinando madera de roble y carpintería blanca, hasta los más industriales, con hierro negro y líneas rectas.
Diseño que define, sin encerrar
Laura también utiliza panel de lamas verticales de madera en sus diseños, especialmente cuando los cerramientos con vidrio no son viables. Estas estructuras, además de separar ambientes, aportan altura visual y un aire moderno y acogedor. Se convierten en un recurso muy útil para definir zonas sin necesidad de cerrar por completo.
Los cerramientos, en definitiva, son una solución intermedia ideal entre las cocinas abiertas y las cerradas. Ayudan a definir los espacios, dejan pasar la luz, aumentan la sensación de amplitud y aportan diseño sin renunciar a la funcionalidad. Una elección versátil que se adapta a las necesidades de cada hogar y a los estilos de vida contemporáneos.
Más allá de la cocina: cerramientos en otras zonas del hogar
Este tipo de estructura no se limita solo a la cocina. Su versatilidad permite que puedan incorporarse en muchas otras estancias del hogar, creando una sensación de amplitud, continuidad y luminosidad necesaria en espacios diáfanos por construcción donde nos vendría bien separar estancias.
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Dormitorio con baño integrado: Aunque tradicionalmente se ha buscado privacidad en los dormitorios, muchas viviendas apuestan por unir el baño con la habitación mediante cristal. Así se aprovecha la luz natural y se genera una atmósfera tipo suite de hotel. Para los momentos de intimidad, una simple cortina o veneciana es suficiente.
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Pasillos oscuros: En viviendas con zonas de paso mal iluminadas, sustituir parte de los muros por cristaleras ayuda a llevar la luz de otras estancias hacia estos rincones olvidados.
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Despachos en casa: Crear un espacio de trabajo en casa sin aislarse por completo es posible con cerramientos de cristal. Se gana privacidad sin renunciar a la conexión con el resto de la casa, ideal para mantener el equilibrio entre concentración y apertura visual.
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Conexión interior-exterior: Si cuentas con una terraza, patio o balcón, colocar un cerramiento transparente entre la terraza y la casa te permite disfrutar de este espacio en invierno a pesar de las bajas temperaturas. Además, amplía visualmente la vivienda al proyectarla hacia fuera, de tal modo, a través de la decoración podemos unificar estancias recreando al sensación de ser una.
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Entradas pequeñas: En recibidores oscuros o estrechos, eliminar parte de la pared y sustituirla por un panel acristalado puede cambiar completamente la percepción del espacio, aportando luminosidad desde el primer paso.