El nombre Munich remite de inmediato a la ciudad alemana, la tercera más poblada del país después de Berlín y Hamburgo, y la undécima dentro de la Unión Europea. No obstante, detrás de esta denominación –escrita en inglés, sin tilde, y distante del original alemán Münchenn– se encuentra una marca de calzado que, pese a su aparente inspiración germánica, es íntegramente española y va camino de cumplir un siglo de historia.
La compañía fue fundada en 1939 en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) por Luis Berneda como empresa textil y de calzado, y no se llamaba Munich, sino Berneda. En 1953, con la segunda generación familiar al frente, los hermanos Luis y Francisco Berneda, la marca amplió disciplinas deportivas y se introdujo en el atletismo, convirtiéndose en pionera en la producción de zapatillas de esta disciplina en España.
Cambio de nombre
No fue hasta 1964 cuando la empresa cambió su nombre por Munich e incorporó el icónico símbolo de la “X” en sus productos. ¿El motivo del nombre? La firma presumía de contar con tecnología alemana, aunque también diseño italiano. Eso sí, Munich siempre ha sido española, y lo sigue siendo 86 años después.
En 1999, Xavier Berneda, nieto del fundador y actual director de marketing, convenció a su padre y su tío para diversificar la producción y apostar por el calzado de calle. Desde entonces, la marca también fabrica parte de su calzado en China y se ha convertido en referente del streetwear, tanto que en 2008 Xavier recibió el Premio Joven Empresario por haber revolucionado Munich con su apuesta por la moda urbana.
Jesús Vázquez y Boris Izaguirre, entre los fans de Munich
El 40% de los pares que produce Munich están dirigidos a los llamados “fashion victims”, capaces de pagar entre 120 y 300 euros por sus exclusivas zapatillas. Entre sus seguidores se encuentran rostros conocidos como Jesús Vázquez, Manel Fuentes o Boris Izaguirre.
La estrategia de la empresa se basa en una oferta reducida de modelos, pero con una amplia gama de colores y posibilidades de personalización. Por eso, en 2009 nació Munich My Way, una iniciativa que permite diseñar zapatillas personalizadas con hasta 333 millones de combinaciones posibles, eligiendo colores y texturas en cada una de las nueve partes del calzado. Incluso es posible pedir el pie derecho de un número y el izquierdo de otro, una opción muy valorada por futbolistas de sala.
El calzado de los tripulantes de Iberia
Munich también ha diseñado el calzado que actualmente lucen los tripulantes de cabina de Iberia, primera aerolínea española en permitir zapatillas en lugar de calzado formal.
La sede central de Munich se encuentra en Capellades (Barcelona) y su planta de producción en Vilanova de Espoia, en la misma provincia. Cada año, la firma fabrica 850.000 pares de zapatillas, el 46% deportivos y el 54% de moda, y se ha consolidado internacionalmente, con Europa y Asia (especialmente Japón) como mercados clave. En España, cuenta con más de 300 puntos de venta y tiendas propias en Barcelona, La Roca del Vallès, Capellades, Valencia, Zaragoza y Madrid.
Los números de Munich en la actualidad
El año 2024 fue especialmente positivo para Munich. Abrió dos nuevos buques insignia en España, amplió su red de tiendas de 30 a 50 en solo dos años, y cerró el ejercicio fiscal 2023-2024 con un crecimiento de más del 10% en facturación, superando los 81 millones de euros.
Hoy, la compañía cuenta con 415 empleados directos que, según Xavier Berneda, “son tan importantes como el número de ventas porque son la base de nuestro trabajo”. El calzado sigue siendo su producto estrella (85% del total), pero su línea textil y de complementos va ganando peso. Actualmente cuenta con 55 artículos y trabaja para alcanzar 90 referencias la próxima temporada. Ahora, con la vista puesta en Sudamérica, Munich avanza con paso firme hacia su centenario.