Hay prendas y estampados que nunca se marchan del todo. Temporada tras temporada, las tendencias se reinventan, pero ciertos clásicos siguen apareciendo en el radar fashion con más fuerza que nunca.
Basta con echar un vistazo a lo último en firmas low cost, como Mango, Zara o Stradivarius, para confirmarlo. Lo atemporal no solo resiste, sino que marca la pauta. Esta temporada, los estampados florales, los lunares y hasta las rayas de aire deportivo vuelven a ser protagonistas indiscutibles.
Lunares, un icono que no caduca
Si hablamos de prints eternos, los lunares ocupan un lugar privilegiado. Desde su fuerte vínculo con el flamenco hasta su expansión internacional, los polka dots han conquistado pasarelas y colecciones de las grandes casas. Simon Porte Jacquemus lo demostró hace unas temporadas cuando convirtió las blusas con mangas voluminosas y lunares en objeto de deseo. Esa reinterpretación flamenca, reinterpretada con un twist contemporáneo, abrió la puerta a su reinvención global.
El vínculo emocional de nuestra cultura española con los topos es innegable. Aunque asociamos su origen a los trajes de gitana y a las ferias andaluzas de principios del siglo XX, internacionalmente se remontan al auge de la polca en Europa del este durante el siglo XIX. La estética de este baile popular dio nombre al estampado, que poco después viajaría a América.
Los lunares, además, están ligados a iconos culturales. Minnie Mouse los convirtió en seña de identidad durante los años 30, y más adelante, en las décadas de los 50 y 70, se consolidaron como símbolo retro de feminidad y sofisticación. Hoy, la moda vuelve a rescatarlos como un recurso versátil: románticos en blusas vaporosas, modernos en vestidos midi y hasta irreverentes en accesorios statement.
Flores que anuncian temporada
Junto con los lunares, los motivos florales —esta vez quedando más patentes en formas que en prints— siguen siendo la declaración otoñal si usas los tonos correctos. Lejos de perder frescura, cada año aparecen reinterpretados en clave más romántica, más minimalista o más abstracta. Las flores transmiten vitalidad y aportan carisma al look, convirtiéndose en el recurso infalible para quienes quieren dar la bienvenida a la nueva estación sin arriesgar demasiado.
En las colecciones actuales abundan los vestidos midi con estampados pequeños y delicados, perfectos para combinar con botas altas y chaquetas de entretiempo, y las camisas de corte fluido que aportan un aire bohemio sofisticado.
Rayas de 'rugby vibes': el estampado deportivo que vuelve a la calle
La otra gran sorpresa de este otoño-invierno llega en forma de rayas anchas y horizontales. Los jerséis de inspiración rugby, con su marcado aire preppy, han pasado del campo de juego a los estilismos de street style. Aunque llevan décadas apareciendo en la moda casual, este año alcanzan un nuevo nivel de protagonismo.
Lo interesante es cómo han evolucionado. Si en sus orígenes eran símbolos de equipo y tradición universitaria, hoy se transforman en piezas versátiles que encajan tanto en looks relajados como en combinaciones más arriesgadas. En Instagram ya los hemos visto en los armarios de las it-girls danesas, mezclados con pantalones sastre, faldas plisadas y hasta sneakers chunky.
El secreto de su éxito radica en su capacidad camaleónica: se pueden llevar como prenda principal, como complemento atado a la cintura para un aire desenfadado, o incluso como sustituto de un abrigo ligero en los días de entretiempo.
Polo jersey, el híbrido inesperado
En medio de esta oleada de tendencias rescatadas, hay una prenda que merece mención aparte: el polo jersey. Este híbrido combina el cuello con botones del clásico polo con la calidez y el tejido del punto. Ha estado presente discretamente en armarios muy distintos, desde el de un padre tradicional hasta el de una veraneante en la Costa Azul, pero ahora reaparece como la última obsesión de las colecciones invernales.
Claves para llevarlos con estilo
Su atractivo está en el efecto trampantojo: no es un polo, pero tampoco un jersey convencional. Es, más bien, una pieza que juega con la nostalgia y la comodidad, a la vez que suma un toque sofisticado al look.
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Lunares: funcionan en vestidos midi con botas, blusas románticas con vaqueros rectos o accesorios que dan personalidad a un estilismo neutro.
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Flores: este año brillan en prints delicados que combinan con cazadoras de cuero para un contraste fresco.
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Rayas rugby: llévalas con faldas plisadas para un aire college o con pantalones de traje para un choque de estilos moderno.
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Polo-jersey: perfecto para quienes buscan una prenda básica reinventada. Además, se adapta igual de bien a un look de oficina como a un fin de semana casual.
En moda, los clásicos nunca mueren: simplemente encuentran nuevas formas de brillar. Y esta temporada, lunares, flores y rayas vuelven a recordarnos que la verdadera elegancia está en saber reinterpretar lo de siempre con ojos nuevos.