La industria de la moda ejerce un efecto bastante peculiar en nuestra mente. La manera en que nos vestimos no solo influye de manera significativa en cómo nos mostramos ante los demás, sino que también fortalece nuestra autoestima, dándonos la seguridad de ser vistos como personas con estilo y conocedoras de las últimas tendencias.
El impacto psicológico del consumismo funciona a la perfección en el público femenino, especialmente si observamos cómo este grupo suele navegar por sitios web de moda con la esperanza de mejorar su estado de ánimo. Así lo confirma un estudio realizado por una empresa mexicana de investigación de mercados en colaboración con el medio de opinión latinoamericano ‘Énfasis’. Según su informe de 2013, el 40% de las mujeres afirmó que ir de compras es su mayor pasión.
Este tipo de plataformas menos conocidas prometen un estilo único y más exclusivo en comparación con las tiendas tradicionales del sector retail, donde la mayoría adquiere la prenda viral del momento. Algunos lo llaman el fast food de la moda.
Una influencer de moda alerta sobre la posible estafa de la falsa tienda de ropa 'Anna Barcelona
El testimonio de una consumidora que ha llegado hasta las redes de una conocida influencer llamada @arethafusté, quien en sus stories de Instagram pedía opinión a sus seguidoras sobre qué vestido comprarse para una boda mostrando seis imágenes de distintos vestidos, siendo uno de estos perteneciente a la polémica firma Anna Barcelona.
La creadora de contenido, ajena a las múltiples acusaciones de estafa que rodean a la marca, era avisada por una seguidora de la siguiente manera: “No soy de escribir, pero esto creo que es importante. Anna Barcelona es una estafa. Justo yo me compré el vestido verde y te lo voy a enseñar porque es ropa china, peor que al de SHEIN. Ni es una boutique ni es de Barcelona como parece. Si no pon en google ‘Anna Barcelona’ y verás las reseñas. Es una estafa”, le advertía esta seguidora a la influencer.
Esta le respondía haciéndolo público en sus stories con un escueto pero efectivo: “No compréis en Anna Barcelona” seguido de un emoji de corazón roto, advirtiéndoselo así a sus más de 490.000 seguidores.
Anna Barcelona: Una falsa ilusión de moda local
Anna Barcelona es una tienda de moda en línea (annabcnboutique.com) cuyo nombre sugiere un origen en la capital catalana. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta impresión. A pesar de que su página principal exhibe el lema "destino de moda en línea en España", su sede se encuentra en Hong Kong (China), algo que desde Consumidor Global ya os advertíamos.
Si exploramos la sección "Sobre Nosotros", encontramos una descripción que busca generar confianza en los compradores: “Anna Barcelona es una tienda de moda online creada por Anna, una barcelonesa apasionada por la moda”. Una estrategia comercial diseñada para transmitir cercanía y autenticidad, aunque en la práctica, parece ser solo un gancho publicitario.
Devoluciones a Hong Kong: A cargo del cliente
Esta firma, especializada en moda femenina, promociona prendas exclusivas que presumen de alta calidad, como jerséis de cachemira o vestidos de invitada de boda. No obstante, a juzgar por las numerosas quejas en redes sociales, la experiencia de compra dista mucho de ser la prometida. Nuestra redactora Ana lo expuso detalladamente en el Instagram de Consumidor Global, donde diversos usuarios han denunciado posibles fraudes relacionados con esta tienda.
Aunque la marca anuncia "envíos gratuitos a toda España", la letra pequeña cambia el panorama cuando se trata de cambios o devoluciones. En caso de que el cliente desee devolver una prenda, debe hacerse cargo del costoso envío internacional a la dirección:
Mehr Als Kleidung Limited Suite C, Level 7, World Trust Tower, 50 Stanley Street, Central, Hong Kong.
Este detalle, que no es destacado con claridad en la web, obliga al comprador a aceptar las condiciones impuestas o enfrentarse a gastos adicionales considerables.
Políticas de devolución desfavorables
Las normas de reembolso de Anna Barcelona resultan, cuanto menos, perjudiciales para el consumidor. La tienda deja claro que el cliente es responsable de todos los costes de devolución y recomienda usar un servicio con seguimiento, ya que no se hacen responsables si el paquete se pierde en el proceso.
Además, en la sección de "Reembolsos", la empresa informa que revisará cada devolución antes de aprobarla. En caso de ser aceptada, el reembolso se realizaría en un plazo de 14 días mediante el mismo método de pago utilizado en la compra. Si el dinero no llega, sugieren contactar con el banco o con la tienda mediante su correo electrónico de soporte.
Sin embargo, según los testimonios recopilados en plataformas como Trustpilot, recuperar el dinero no es una tarea sencilla. Varios clientes han relatado las dificultades a las que se enfrentaron al intentar ejercer su derecho a reclamar. La marca parece eximirse de cualquier responsabilidad y toma decisiones sobre los reembolsos de manera arbitraria y unilateral.
¿Moda de proximidad o estrategia de marketing?
Anna Barcelona se presenta como una firma con esencia española, pero su operativa refleja una realidad diferente. La falta de transparencia en su origen, las condiciones de devolución poco favorables y las dificultades para obtener un reembolso generan dudas sobre la fiabilidad de esta tienda.
Antes de comprar, conviene revisar bien las políticas y valorar si realmente merece la pena apostar por esta supuesta marca de proximidad que, en realidad, opera desde el otro lado del mundo.