Algunas empresas de moda fraudulentas toman nombres de grandes ciudades para tratar de atrapar una brizna de su estilo, su prestigio o su aura. Es el caso de Anna Barcelona o Valerio Madrid, dos grandes agujeros negros denunciados por este medio. Norita Madrid parece ser un tinglado con ciertas similitudes: anuncia ropa de calidad, pero envía productos de una categoría muy inferior, demora los pedidos y dificulta los reembolsos, según denuncian numerosos clientes.
“Norita lleva la elegancia refinada de Madrid a tu armario con moda elegante y de alta calidad para hombres y mujeres. Cada colección fusiona la sofisticación atemporal con las últimas tendencias, ofreciendo un look pulido y lujoso a un precio accesible. Únete a los miles de clientes satisfechos que han descubierto la combinación perfecta de elegancia y asequibilidad”, indica la web.
Una marca “confiable y querida”
Cabría preguntarse qué es exactamente la “elegancia refinada de Madrid”, pero Norita no se detiene ahí. Para seducir al comprador, los responsables de la web proclaman que su firma ha ganado “una reputación global como una marca confiable y querida, gracias a sus diseños innovadores”.
“Ofrecemos la mejor relación calidad-precio al seleccionar cuidadosamente los materiales y asegurar una artesanía de alto nivel. Cada producto pasa por un riguroso control de calidad para garantizar su durabilidad y atractivo estético”, aseguran.
“Un sinfín de reclamaciones”
B. Barthelemy compró un jersey a principios de marzo. Cinco meses después, aún no ha llegado, pese a “un sinfín de reclamaciones por email (por teléfono no hay forma)”. Este comprador cuenta a Consumidor Global que fue la primera y última vez que compraba en Norita Madrid. “Elegí la tienda al ver el anuncio en Instagram. No suelo comprar por internet y por ello no tuve el reflejo de mirar reseñas. Por otra parte, pensaba que, por el importe, el riesgo era mínimo”, detalla.
En realidad, recuerda, las cosas se torcieron desde el principio: a través de un anuncio de Instagram accedió al portal de venta, donde escogió el color y la talla de su jersey. A continuación, rellenó los datos de su tarjeta para proceder al pago, que era de 29,95 euros. “Luego salió una suerte de anuncio que indicaba que, si compraba otro, el descuento sería mayor. Pinché el enlace para ver la oferta y, sin mediar más, me cobraron el importe de un segundo jersey (como si hubiera aceptado la oferta, pero no era el caso) y me adjudicaron uno de una talla y de un color que no había elegido”, relata.
Intento de cancelación
De este modo, Norita Madrid cobró a Barthelemy un total de 56,91 euros. De forma casi inmediata, este consumidor trató de contactar con la empresa para cancelar la compra de un jersey, de una talla y un color que no le interesaban.
“Desde ese momento he mandado muchos correos electrónicos pidiendo la cancelación de la segunda venta forzada. Y luego, al no recibir nada, pidiendo la cancelación de las dos operaciones y la devolución del dinero. Tuve alguna contestación, pero pocas veces”, asegura.
Víctima de su éxito
Esta contestación fue, no obstante, bastante pobre: Norita Madrid alegaba haber sido víctima de su éxito, por lo que las entregas se demoraban una o dos semanas. Han pasado casi cinco meses, Barthelemy sigue reclamando la entrega o la devolución de su dinero “y no pasa nada en absoluto".
Con el conocimiento de estas irregularidades, resulta chocante leer en la web de Norita que el envío es “rápido, confiable y manejado con cuidado. Nos aseguramos de que tu pedido llegue de forma segura y a tiempo, para que puedas disfrutar de tus nuevas compras sin demora”. Además, es evidente que el comercio nada tiene que ver con Madrid. La oficina está en un polígono perdido de la mano de Dios en Reino Unido. En concreto, en el número 82 de James Carter Road, Mildenhall, Bury St Edmunds.
Críticas contra la empresa
El nombre de la compañía es HT21 ECOM LTD, y su dueño es el holandés Taron Hakopjan, quien también estuvo detrás de NORTA LTD, una entidad ya disuelta. En Trustpilot abundan las críticas contra la empresa.
“Es una estafa y son unos ladrones. Tienen más páginas abiertas. Siguen robando con total impunidad”, asegura un consumidor. “Ojo, es una estafa. Ropa de calidad cuestionable, las tallas no concuerdan y cuando solicitas devolver el pedido no vuelves a saber más de ellos”, apunta otro. “¡Qué lástima que esto no esté más perseguido! Otro que ha caído en el timo. He realizado un pedido y no me llega. Ni contestan, ni el teléfono es correcto...”, corrobora otra víctima.