Movimientos bancarios de los últimos meses para alquilar un piso: ¿es legal pedirlos?

La tensión en el mercado del alquiler sigue sin cesar y los anuncios de viviendas en arrendamiento generan cada vez más incertidumbre y decepción entre los que buscan piso. Tanto es así que ya no es raro encontrar a caseros solicitando los movimientos bancarios de los últimos meses, además de las nóminas, para tener una mayor seguridad sobre la solvencia del posible inquilino.

Ariadna P. es una joven de 26 años que está buscando piso en Madrid. Hace unos días se encontró un anuncio que le dejó muy sorprendida: “Hola, antes de nada, necesitamos saber si cumples los siguientes requisitos: contrato de trabajo, tres últimas nóminas en España y tres últimos meses de movimientos bancarios”. “Lo de las nóminas me lo esperaba, es normal para que el casero se asegure la solvencia, pero lo de los movimientos me pareció muy excesivo. ¿Dónde está la cámara oculta?”, bromea.

Legal con el consentimiento del inquilino

En portales y foros de búsqueda de pisos, muchos usuarios opinan sobre esta práctica. “No me parece ético pedir estos movimientos. Es como si yo le pido los movimientos al dueño para ver en qué se lo gasta. Eso no asegura que un inquilino te pague, ocupe o deje de pagar”, opina Dana D.

Y es que son varias las personas en busca de un piso de alquiler que se han encontrado con esta situación que demuestra una clara invasión de la privacidad de los candidatos. La pregunta que se hacen muchos es clara: ¿es legal pedir esta información? La respuesta es que sí. “Sí que se puede pedir, siempre y cuando la persona interesada en la vivienda dé el consentimiento”, explica Arantxa Goenaga, abogada del despacho Círculo Legal.

Inmobiliarias que hacen de “detectives”

Tal y como explica la jurista, esta información suele solicitarse por los seguros de impago junto a otros requisitos como las nóminas y con el objetivo de comprobar si el inquilino tiene en realidad esos ingresos. “Es algo que los propietarios hacen cada vez más para asegurarse de que hay solvencia. Hay casos en los que se han entregado nóminas falsificadas, hay mucha picaresca”, cuenta Goenaga a Consumidor Global.

En opinión de la jurista, muchas inmobiliarias han tenido que acabar haciendo de “detectives” para asegurarse de que la persona que entra a una vivienda no da problemas. “Esto ha llevado a pedir un exceso de información que claro, vulnera un poco la intimidad, pero el inquilino, desesperado por encontrar vivienda, acaba aceptando”.

Una práctica poco conocida

Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices, unidad de negocio de Fincas Blanco especializada en administración de fincas, asegura desconocer esta práctica. "Para hacer seguros de impago siempre se ha pedido la documentación que acredite la solvencia del inquilino. Lo de los movimientos bancarios si que no lo conocíamos, no creemos que sea habitual", explica.

En su opinión, basta con acreditar los ingresos. "Con eso ya se ve si la persona tiene capacidad de pago o no", sin necesidad de llegar a pedir esos movimientos bancarios. 

El sector culpa a la ley de vivienda

José María Alfaro es coordinador general de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias. “Hemos llegado a esta situación por la inseguridad jurídica que tiene el propietario y por contar con una ley de vivienda deficiente que no protege al propietario”, expone el directivo a Consumidor Global.

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“Pedir esta información con las autorizaciones pertinentes en tiempo y forma no es ilegal”, admite, aunque cree que no es la mejor herramienta. En su opinión, esta no es una práctica mayoritaria y cree que hay otras “alternativas” por las que no es necesario llegar a este nivel. “Se puede pedir el saldo medio de los últimos 12 meses, eso es algo que me parece menos invasivo que los movimientos bancarios”, cuenta.

Las agencias como intermediarias

Alfaro habla de una situación de la vivienda cada vez más complicada por culpa de un “mercado en caliente” con mucha demanda y poca oferta. En su opinión, la solución al problema pasa por promover una legislación que “incentive al arrendador a poner viviendas en el mercado con una seguridad jurídica y fiscal, además de un modelo de generación de vivienda pública en régimen de alquiler con colaboración público y privada”.

El coordinador de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias reivindica el papel de las agencias como intermediarios entre las partes y critica que se demonice al sector. “Nosotros somos solo conectores que ponemos de acuerdo a la oferta y la demanda. Hay que apostar por diseñar contratos que tengan una cierta equidad entre las dos partes”, concluye.