Llegar al quiosco. Comprar un par de chicles y tres paquetes de cromos de La Liga. Salir, ansioso, y abrir los sobres. Este acto tan inocente, en su momento, a día de hoy podría hacerte rico. Y es que lo que era una simple afición ha derivado en un mercado que mueve decenas de miles de euros. Además, aunque una gran parte de las ventas todavía corresponden a los más jóvenes, ya casi el 30 % de los compradores son mayores de 35 años, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.
“El valor de los cromos depende de lo fácil o difícil que sean de encontrar, ya sea por el número de impresiones hechas o por su antigüedad. A veces, una firma o incluso un simple error de impresión puede hacer que un cromo se vuelva exclusivo, por lo que su precio puede aumentar de forma drástica”, aseguran desde la plataforma CromosRepe, uno de los mayores foros de intercambio de cromos en España.
Casi 4 millones por un cromo de la NBA
Gran parte de los productos asociados a la nostalgia pueden traducirse en grandes sumas de dinero. Ya sea por completar la colección que se empezó de niño o por buscar un beneficio económico, algunos cromos se adquieren por cifras difíciles de creer. “El afán de coleccionismo de cartas deportivas viene de Estados Unidos, por lo que hemos adaptado los valores y estándares que usaban allí”, explica a Consumidor Global Juan Pedro Martínez, responsable editorial de Panini en España.
“Las cartas o pegatinas más valoradas siguen las pautas americanas. Como los rookie, que son los primeros cromos que existen de un jugador en un equipo concreto. En Norteamérica se ha llegado a pagar millones por cartas así. Por ejemplo, una firmada de Luka Doncic, de los Dallas Mavericks, se vendió por 3,8 millones de euros, según la editorial encargada de la colección de cromos de La Liga.
Messi te puede hacer ganar 9.000 euros
En España, los cromos más valorados son los de los grandes futbolistas. Rafael Candelas lleva más de 25 años coleccionándolos. “El que todo el mundo busca, el más valorado, es el cromo rookie de Messi en el Barça, cuando llegó al equipo en 2004”, revela a este medio. Pero en internet se pueden encontrar anuncios de venta de cromos que se mueven entre los 2.500 y hasta los 9.000 euros, según su estado. El de Cristiano Ronaldo, en su debut en el Sporting de Portugal, se vendió por 4.000 euros.
“Ahora se está empezando a buscar el de Pedri, un novato del Barça. Algunos de este mismo año ya se han vendido entre los 10 y los 20 euros. Pasó lo mismo con Ansu Fati en 2019 y ahora no lo encuentras por menos de 200 euros”, explica Candelas, el administrador del mayor grupo de compraventa de cromos en español de Facebook. Pero, aparte de estos nombres, también destacan otros como el de Javier Clemente, entrenador de la Real Sociedad en 1999, cuyo cromo ronda los 450 euros o las copias de Ronaldo Nazario en el Brasil y en el Real Madrid, vendidos por 1.000 y 100 euros, respectivamente. Y cuando un futbolista fallece eso también es motivo de una revalorización de sus cromos. Poco después de la muerte de Maradona los cromos de cualquiera de sus etapas como futbolista llegaron a moverse en una horquilla de precios entre los 4.000 y los 25.000 euros.
Más allá de las pegatinas
Las cifras que se pagan por algunos cromos se quedan cortas si se comparan con otras cartas coleccionables. “La colección de cartas de Star Wars originales, del 77, cuestan una media de 1.650 euros cada una. Y también están las de superhéroes. La colección de Marvel vs DC del 98 tiene cartas de Superman y de Batman que no se venden por menos de 2.800 euros”, detalla Vicente Estrelles, presidente de la Asociación Coleccionistas De Cromos de Valencia.
Aunque, sin duda, pocas sagas de coleccionables hay que puedan hacer sombra a las cartas Magic y las de Pokèmon. Algunos naipes originales del juego Magic: The Gathering han llegado a venderse por 18.000 euros, mientras que la franquicia de Pokèmon se ha convertido en un referente de las colecciones valiosas, con primeras ediciones de cartas valoradas entre 1.000 y 15.000 euros y algunas rarezas o copias exclusivas han alcanzado los 200.000 euros en subastas privadas.
¿Cómo vendo mis cromos?
Una colección antigua siempre es una buena oportunidad para encontrar pequeños tesoros. El primer paso es tasar el cromo para saber su valor exacto. Para ello, se necesita un tasador profesional que califique la carta en lo que se conoce “la escala de gradeo”, una nota que oscila entre el 1 y el 10. A menor número, más dañado está el cromo, de manera que si llega al 10 es que tiene una conservación perfecta y sin desgaste.
Después, para venderlo, se puede recurrir a los mercados dominicales como el de Sant Antoni en Barcelona o El Rastro en Madrid, donde se siguen reuniendo vendedores y compradores para intercambiar cromos y cartas. Otra alternativa es subastarlo por internet. En la red existen decenas de grupos en redes sociales que buscan este tipo de productos a diario y plataformas especializadas como Todocolección o la mencionada CromosRepe donde también se puede probar suerte.