Glovo vuelve a estar en el centro de las críticas. La plataforma aplica unos gastos de gestión que algunos consumidores consideran arbitrarios.
Además de los gastos de envío, los clientes de la app de delivery deben pagar un recargo que oscila entre los 49 céntimos y los 2,99 euros. Ahora bien, la gran incógnita que queda en el aire es en qué se basa Glovo para calcular este importe, que representa el 7% del coste total de los pedidos.
Los juristas advierten que cobrar gastos de gestión no es ilegal, siempre que se cumplan determinados requisitos. Sin embargo, a juicio de algunos de ellos, este cobro por parte de Glovo es ilegal porque no se informa de qué criterios se aplican para cobrar una cantidad u otra.
Aunque haciendo simulaciones en la plataforma, podemos comprobar que los gastos de gestión varían en función del importe del pedido, Glovo no ha confirmado esta suposición. La única certeza es que el consumidor acaba pagando un extra cuyo cálculo sigue siendo, para muchos, un misterio.