Guerra Glovo-Just Eat: "¿Los riders prefieren ser autónomos, trabajar 12 horas y cobrar 40 pavos?"
Según la compañía de reparto de comida fundada por Óscar Pierre, en la actualidad el 80% de los repartidores ya tiene una relación laboral con la empresa

El vicepresidente internacional de Glovo, Arnau Cortés, ha defendido que los repartidores prefieren operar como autónomos, y que por ello la compañía apuesta por este modelo en los países donde la legislación lo permite.
Así lo ha asegurado este pasado miércoles en el Juzgado Mercantil 2 de Barcelona durante la segunda sesión del juicio por la demanda presentada por Just Eat. La compañía acusa a su rival de competencia desleal y le reclama 295 millones de euros en daños y perjuicios.
¿Prefieren los repartidores ser autónomos?
Durante su declaración, Cortés ha insistido en que, según su experiencia en los 22 países donde tiene responsabilidades comerciales y operativas, los riders optan por trabajar como autónomos. "Nosotros lo preferimos, claro", ha afirmado, en referencia a la flexibilidad del modelo.

A la pregunta de si en países donde los 'riders' de Glovo son autónomos trabajan 12 horas diarias, Cortés ha respondido: "Es una pregunta muy genérica, no lo sé, no sé si trabajan 12 horas". "Le estoy preguntando que si los repartidores prefieren ser autónomos, trabajar 12 horas y cobrar '40 pavos', como nos dijeron ayer aquí", le ha espetado el abogado de Just Eat, a lo que el vicepresidente internacional ha contestado que a la segunda parte de la pregunta no puede responder porque no es algo que haya preguntado.
Un cambio de rumbo en el modelo laboral
El pasado 2 de diciembre, Glovo anunció que dejaría de operar con repartidores autónomos en España a partir del 1 de julio de 2025, pasando a contratarlos como asalariados. El nuevo modelo, ha dicho, le abrirá puertas a la compañía con algunos establecimientos que no querían trabajar con Glovo: "Una de las razones por las que dejaron trabajar con nosotros fue porque no teníamos un modelo laboral".
Habiendo alcanzado ya al 80% de la transición, tras la contratación de 5.000 riders, el vicepresidente internacional ha asegurado que este cambio no ha perjudicado ni a los tiempos de entrega, que han aumentado un minuto, ni al nivel de servicio. Con la transición al nuevo modelo laboral, el coste por pedido ha pasado de 4,5 euros a una horquilla entre 5,12 y 6,38 euros.
¿Contratos exclusivos con restaurantes?
Just Eat ha acusado a Glovo de mantener acuerdos de exclusividad con ciertas cadenas, lo que obligaría a los usuarios a descargar su app si quieren pedir en esos locales. Sin embargo, el directivo lo ha negado tajantemente.
Según Cortés, lo que firman son contratos de "preferred partner", con una duración habitual de dos años, que ofrecen incentivos económicos si concentran un determinado volumen de pedidos en Glovo. No obstante, ha asegurado que estos acuerdos pueden rescindirse libremente y sin penalizaciones. Sobre las consecuencias para las cadenas si decidiesen trabajar también con otras plataformas, Cortés ha señalado que la comisión sería más alta, pues podría pasar de un 20% a un 25%.
Penalizaciones a 'riders'
Otro punto de fricción en el juicio ha sido la supuesta penalización a los repartidores que rechazan pedidos. Según declararon varios riders en la primera sesión, tras rechazar un encargo pasaban una hora sin recibir nuevos.
Glovo ha presentado a un perito que niega tales penalizaciones. Según su testimonio, un compañero realizó entregas como rider y no experimentó consecuencias tras rechazar pedidos. El magistrado ha cuestionado que el informe no incluyera que el 40% de los encuestados compartía la percepción de estar penalizados.
Problemas de entendimiento en las encuestas
El perito de Glovo ha atribuido parte de los resultados a una "problema de entendimiento" con las preguntas, señalando que muchos repartidores son pakistaníes y tuvieron dificultades con el idioma.
También ha negado que la empresa mantuviera una vigilancia constante sobre los riders mediante geolocalización. También ha asegurado que, en caso de cerrar la app, "en ningún momento hubo ningún tipo de aviso, reclamación ni control".