No tiene la esplendorosa luz de algunas de sus mejores obras, pero la pincelada es suelta, liviana y elegante. Tampoco hay playas ni personajes ataviados con prendas blancas, pero, aun así, Jardín de Lindaraja. Alhambra, Granada, pintado por Joaquín Sorolla en 1909, es un cuadro magnífico.
El cuadro, recientemente adquirido por el Patronato de la Alhambra y Generalife, se exhibe ya en el Espacio Legado Ángel Barrios, ubicado en la calle Real del conjunto monumental.
Primera obra de Sorolla de la Alhambra
"Las colecciones artísticas que conserva el Museo de la Alhambra carecían hasta el momento de la presencia de obras del pintor Joaquín Sorolla, gran conocedor del conjunto palatino nazarí. Por este motivo, la incorporación de este cuadro ha venido a colmatar una importante laguna", ha valorado la consejera de Cultura y Deporte, Patricia Del Pozo.
La obra recoge una vista del Patio del Lindaraja tomada desde el mirador del mismo nombre. Reproduce la fuente del patio, en primer término y en picado, así como la vegetación en torno a ella y su frente norte al fondo, correspondiente a las llamadas habitaciones de Carlos V o del emperador. Los cipreses son formidables, y la obra puede recordar algo a la Vista del jardín de Villa Médici, de Velázquez.
Variaciones sobre la Alhambra
A lo largo de tres campañas -1909, 1910 y 1917- Sorolla pintó en Granada 47 vistas o paisajes, 39 de las cuales son sobre la Alhambra o el Generalife. De ellas, dedicó cinco al patio de Lindaraja. Entre todos los cuadros granadinos del pintor valenciano sobresale esta obra: un óleo sobre lienzo, de 105 x 81 centímetros que, a decir de muchos expertos, es la mejor de todas las de su extensa producción granadina.
De esta opinión son estudiosos y artistas, como es el caso del profesor de la Universidad de Granada e historiador del arte, Eduardo Quesada Dorador, y de los prestigiosos pintores Antonio López y Andrés García Ibáñez.
Un cuadro de 730.000 euros
Pintado entre el 21 de noviembre y el 1 de diciembre de 1909, el cuadro fue, sin embargo, firmado y fechado en 1910, cuando Sorolla preparaba su segunda gran exposición en los Estados Unidos, celebrada en 1911, en el Art Institute de Chicago y en el City Art Museum de San Luis. El Patronato de la Alhambra y Generalife pagó por la obra, el pasado mes de mayo, 730.000 euros.
En cuanto a la ubicación, "la elección de este singular espacio expositivo ha sido realizada atendiendo a los vínculos históricos que guarda con el artista valenciano", ha señalado del Pozo. Además, ha resaltado "el acierto" que supone exponer este cuadro de Sorolla en el mismo enclave que antaño acogió la mítica taberna conocida como Casa del Polinaro.
Casa del Polinaro
Regentada por el padre del músico y compositor Ángel Barrios, esta taberna, convertida en lugar de encuentro artístico y ateneo cultural, convocó a buena parte de los intelectuales y creadores que, atraídos por el monumento, visitaron Granada entre finales del siglo XIX y principios del XX. Toda una nómina de relevantes figuras entre las que hay que citar la del propio Joaquín Sorolla, ha detallado la Junta.
“La taberna estaba construida sobre unos baños árabes originarios del siglo XIV que fueron demolidos en 1534. El establecimiento de El Polinario, a su vez, fue expropiado por el Estado en 1934 y luego derribado, aunque se conserva un pequeño patio y el pilar de una fuente. En su lugar se halla el museo dedicado a Ángel Barrios”, explica la página web Universo Lorca.