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Dani Neck, el 'amigo' de la infancia de Lorca: “Al poeta no hay que entenderlo, hay que sentirlo”

El actor Daniel Cuello da vida a Eduardo González Aurioles en la obra ‘La Comedia sin Título’, aclamada por la crítica tras pasar por el Gran Teatro Pavón en Madrid

Ana Carrasco González

El actor Dani Neck (Daniel Cuello), el ‘amigo’ de la infancia de Lorca / CEDIDA

Se llama Daniel Cuello, aunque sobre las tablas –y poco a poco en el mundo del arte– todos lo conocen como Dani Neck. Es amigo de la infancia de quien escribe estas líneas y, hasta que cayó el telón del Gran Teatro Pavón de Madrid, el joven andaluz también ha sido amigo íntimo de Federico García Lorca. 

Al menos, eso ha hecho creer al espectador sobre el escenario cada noche, cuando Dani Neck encarnaba a Eduardo González Aurioles, el personaje apenas conocido que se reencuentra con el poeta unas horas antes de su fusilamiento. Su figura, rescatada de expedientes militares traspasados al Alcázar de Segovia y al Archivo General de Salamanca, late con fuerza en La Comedia sin Título, la obra inacabada de Lorca que te clava en la butaca.

El joven Aurioles y la herida de la historia

La familia del joven Aurioles era muy cercana a la de Federico, y la relación se estrechó porque, según se cuenta, Lorca lo salvó de ahogarse en una alberca cuando era niño. Décadas después, convertido en soldado falangista, se reencuentra con él la noche más fría de aquel agosto de 1936, antes de que la sangre corriera hasta teñir el alba. La escena es devastadora, y el llanto desgarrador de Aurioles sobrecoge al comprender, mientras se sostienen las manos, que no podrá hacer nada por el querido amigo que le salvó la vida. 

El joven Aurioles (Dani Neck) y García Lorca (Juanma Díez Diego) / 'LA COMEDIA SIN TÍTULO'

“Cuando me leí el guion por primera vez, me puse a llorar”, confiesa Neck a Consumidor Global clavando su mirada azul. “Qué responsabilidad y regalazo fue tener la oportunidad de hablar con él minutos antes de la tragedia y ser el portador de su último mensaje a su madre. El sentimiento que tiene es muy intenso y doloroso”, continúa el actor con su característico tono cercano.  

‘La Comedia sin Título’ desvela la identidad de los verdugos de Lorca

La obra La Comedia sin Título, dirigida por Emilio Ruiz Barrachina, no es una continuación de la pieza inacabada de Lorca, sino una reconstrucción teatral de sus últimas horas de vida basada en la investigación del historiador Miguel Caballero. En ella se narra la detención del poeta en casa de los hermanos Rosales, su traslado al Gobierno Civil y los hechos ocurridos entre Víznar y Alfacar, hasta su fusilamiento el 18 de agosto de 1936. 

Caballero ha aportado pruebas documentales encontradas en los archivos militares, especialmente fichas de servicio, que señalan con claridad quiénes formaron parte del pelotón que ejecutó la sentencia, incluyendo al propio primo de Lorca, Antonio Benavides (interpretado por César Lucendo en la obra), quien alardeó de haberle “pegado dos tiros en el culo por maricón”.

Un Lorca sentido, no explicado

La relación de Dani Neck con la obra lorquiana no comenzó con La Comedia sin Título. Andaluz, como el poeta, lleva su universo impregnado en la memoria. Cita Así que pasen cinco años como su obra favorita, una de las piezas surrealistas que, junto a El Público y la propia La Comedia sin Título, conforman la última y más rompedora etapa del autor

El poeta Federico García Lorca / Foto de Archivo

No solo eso, el joven actor conoce al dedillo el Romancero Gitano o Poeta en Nueva York. “Lorca es muy complejo, tienes que pararte y ponerte en su piel para entender su simbología”, explica. “Coge un poema y déjate impregnar. No lo intentes entender, hay que sentirlo. Si te pones a buscarle una explicación lógica a la luna, a la nieve, al color verde, te pierdes. Deja que te revuelva el alma, aunque no lo entiendas del todo”, dice Neck, y esta última frase le nace del pecho. 

“Muchos no lo conocen, aunque sepan su nombre”

Sin embargo, el actor es consciente de que su caso no es la norma. “Hace poco vinieron unos amigos a ver la obra y me dijeron que no habían leído a Lorca desde el colegio. Salieron con ganas de más, preguntándome por dónde empezar”, evoca. 

Ahí radica la paradoja del dramaturgo en la España del siglo XXI. Su rostro es un icono pop impreso en tote bags y camisetas, su nombre resuena en las aulas, pero su palabra a menudo se queda en la superficie. “Muchos españoles no conocen a Lorca, aunque sepan su nombre”, lamenta Neck. “Y es una pena. Pasa sobre todo con nuestra generación. Es como si en el Reino Unido no conocieran a Shakespeare. Recordamos a Lorca más por su trágica muerte, por política, pero no se conoce realmente su obra”. En su voz hay un respeto solemne por el artista.

La presencia de Lorca junto a Dani Neck

En este punto de la conversación, Dani Neck decide hacer una confesión íntima a este medio. Ocurrió durante la última función en el Teatro Pavón, el pasado 8 de septiembre. La escena, ya de por sí cargada de emoción, es la despedida. Aurioles, aterrado, duda si acercarse a Federico, consciente de que un abrazo a un condenado por “rojo y maricón” puede costarle la vida.

Escena de 'La Comedia sin Título' con Dani Neck / CEDIDA

“Y en ese momento”, relata Neck, bajando la voz, “sentí unos pasos al lado mío. No había nadie, pero sentí cómo el escenario se movía, equilibrando el peso de una persona justo a mi lado”. El actor, en ese instante, dejó de ser Dani para ser solo Aurioles, y una voz interior, o quizás exterior, le dijo: “Escucha lo que te dice Federico”. En ese instante, el actor que interpreta a Lorca, Juanma Díez Diego, recitaba una de las frases clave de la obra: “Los gatos tienen siete vidas y los hombres solo dos”. Aurioles pregunta: “¿Y cuándo es la segunda?”. La respuesta de Lorca es una sentencia: “Cuando se dan cuenta de que solo tienen una”.

La obra vuelve a casa, a Granada

Sea sugestión o milagro, lo cierto es que la anécdota es la metáfora perfecta de lo que La Comedia sin Título consigue: invocar el espíritu de Federico. Que su palabra se haga carne y que su ausencia se sienta como una presencia palpable. 

Este drama inconcluso que Lorca dejó huérfano y que, bajo la dirección de Emilio Ruiz Barrachina, ha cosechado un éxito implacable en Madrid, ya tiene una fecha confirmada para viajar al lugar del crimen, a la tierra del poeta. Será el próximo 10 de mayo, en Granada, su Granada. Quizás, allí, sea esta vez el público quien sienta que Lorca nunca se fue del todo. Que sigue vivo, en un escenario, esperando a que nos demos cuenta de que, como él, solo tenemos una vida para sentirlo.