En Ankara, la capital de Turquía, se encuentra una de las bibliotecas más grandes y singulares del mundo. Su origen se remonta a un grupo de barrenderos que, al notar la gran cantidad de libros que los ciudadanos desechaban a la basura, decidieron rescatarlos y organizarlos según su estado y categoría.
Así pues, lo que comenzó como una pequeña colección de 200 libros se ha terminado convirtiendo en una gran labor que cuenta con una red extensa de textos y el apoyo del ayuntamiento de la ciudad.
En una antigua fábrica
La biblioteca abrió sus puertas al público en septiembre de 2017. El consistorio cedió a estos trabajadores una antigua fábrica de ladrillos, donde pudieron dar forma al proyecto. Todas las obras de arte que adornan las paredes y hasta las estanterías están elaboradas con material reciclado.
Ya a finales de 2018, la biblioteca contaba con 25.000 ejemplares organizados en más de 17 categorías. Desde libros infantiles hasta otros ejemplares de investigación científica pasando por novelas, historia o cómics.
Lectura gratis
El acceso a los libros es completamente gratuito y cualquier persona puede alquilarlos durante dos semanas. Además, la biblioteca está abierta las 24 horas del día, convirtiéndose en un punto de encuentro para los amantes de la lectura.
Sin embargo, este espacio va más allá de los libros. Cuenta con una cafetería, salas de juegos de mesa y tableros de ajedrez e, incluso, un ambiente musical con música clásica. Los propios barrenderos también han formado una orquesta con instrumentos fabricados a partir de materiales reciclados.
Una biblioteca móvil
El grupo de trabajadores ha llevado su pasión por la lectura más allá de las paredes de la biblioteca. Han adaptado un antiguo camión de basura y lo han convertido en una biblioteca móvil.
Lo que comenzó como un acto de recuperación de libros desechados se ha transformado en un símbolo de cultura, sostenibilidad y comunidad, lo cual demuestra que la lectura puede renacer incluso en los lugares más inesperados.