"Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al Papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo".
Así arranca El loco de Dios en el fin del mundo (Penguin Random House), la última novela sin ficción del escritor español Javier Cercas, que llega este martes, 1 de abril, a todas las librerías.
'El loco de Dios en el fin del mundo', un libro único
Se trata de un libro único, pues el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor, pero también de un relato propio y magistral sobre su viaje a Mongolia con el Papa Francisco en 2023.
Al mismo tiempo, El loco de Dios en el fin del mundo es un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad: saber si existe la resurrección de la carne y la vida eterna.
El título
El libro se enfrenta al "enigma central" de la vida y presenta a un narrador "loco" que es una versión de Cercas.
"Este es el libro más loco que he escrito porque está protagonizado por el loco de Dios y hay un montón de locos por las páginas. Para creer en lo que cree un cristiano hay que estar un poco loco. No lo digo yo, lo dice el Papa Francisco", asegura.
Los cambios del Papa Francisco
Tras la hospitalización de 37 días del Pontífice, se ha especulado mucho sobre el futuro de la Iglesia y "hay una opinión muy generalizada y comprensible que dice que el mundo está girando en una dirección contraria a las ideas y al mundo de Francisco. No sé si decir que es un giro conservador, porque no creo que quepa llamar a Trump o Musk conservadores. Ellos son otra cosa, poco recomendables, desde luego", ha expuesto Javier Cercas durante la presentación de su libro en la sede del Instituto Cervantes de Madrid.
En este sentido, el escritor considera que "no va a ser fácil" volver al mundo anterior a la llegada de Francisco porque "los cambios que ha imprimido son muy profundos" y no será fácil deshacerlos. "No creo que el próximo Papa deshaga por completo lo que ha hecho Francisco. Los cambios que ha imprimido este hombre a la Iglesia son profundos", valora el autor de Soldados de Salamina.
"Un hombre de poder"
Cercas define al Sumo Pontífice como "un hombre de poder" que tiene una idea "muy clara" de lo que tiene que ser la Iglesia Católica.
"El Papa puede, en teoría, tomar todas las decisiones, esto es una monarquía absoluta, pero en la práctica no es muy conveniente. Tengo la certeza de que él quería hacer cosas que finalmente no ha hecho porque ha creído que la Iglesia no estaba preparada", apunta el escritor.
"El centro de la Iglesia ya no está en Europa"
En su exposición, Cercas insiste en que no va a haber una "contrarrevolución" porque Francisco "ha nombrado más cardenales que ningún otro Papa" y son los que decidirán el sucesor del Vaticano. "Los ha elegido para que continúen la línea que él ha iniciado", subraya. Al respecto, valora que uno de los cambios que ha realizado el Pontífice es que el centro de la Iglesia "ya no está en Europa".
"El cambio ha sido tremendo. Los cardenales ahora son de Mongolia, otro de Papúa Nueva Guinea, y eso demuestra que el centro de la Iglesia ya no está en Europa. Los detractores de Francisco son muy poderosos, y son muchos, y sueñan con darle un giro completamente distinto a la Iglesia. Yo creo que no va a ser tan fácil", apostilla.
Los problemas de la Iglesia, según el Papa
Por último, Javier Cercas ha compartido algunos de los "problemas" actuales que considera Francisco que tiene la Iglesia, como el clericalismo, un asunto tildado por el Sumo Pontífice como "el cáncer de la Iglesia".
"Él está en contra de que el clero esté por encima de los fieles. Francisco dice que el sacerdote tiene que estar por delante del rebaño para guiarlo y, al mismo tiempo, tiene que estar dentro del rebaño porque forma parte de él. Y también tiene que estar detrás del rebaño para recoger y ayudar a los que no pueden salir. Pero jamás por encima", desvela.
Política y catolicismo
El segundo gran problema que ve el Papa en la Iglesia, según Cercas, es el "constantinismo" y la relación que existe entre la política y el catolicismo.
"El emperador Constantino fue el que adoptó el cristianismo como religión del imperio. En ese momento, el poder y la religión se unen y eso es catastrófico. Lo dice Francisco y es una obviedad. Cuando el poder político y la religión se unen, catástrofe. El cristianismo no es una religión del poder y la Iglesia no puede estar junto al poderoso. Es una perversión absoluta", afirma el autor sobre una serie de asuntos que se debaten en el libro.
La función de la literatura
Sobre el libro, Javier Cercas recalca que no realiza una "defensa de la Iglesia" y que trata de entender cómo piensa y funciona la Iglesia. "Lo que hace la literatura no es juzgar, para eso están los jueces. La literatura está para entender, que es lo contrario de justificar. Entender es dar los instrumentos para no volver a cometer los mismos errores", señala.
El viaje, según el autor, le ha servido para darse cuenta de la "complejidad" que tiene ser el Papa y describe a Francisco como un hombre "en permanente pelea consigo mismo y consciente de sus flaquezas y defectos". "Mi visión del Papa es mucho más compleja de la que era. Es un hombre de poder, siempre lo ha sido. Por eso tuvo problemas en Argentina. Fue un hombre muy conflictivo y ambicioso, con dotes de mando potentes que a veces se confundían con el autoritarismo", asegura.
La salud del Sumo Pontífice
En relación con el reciente estado de salud de Francisco en el Hospital Gemelli de Roma, Cercas ha comentado que es una situación normal "de una persona muy mayor", y asegura que le mandará el libro, aunque cree que no lo leerá.
"Que un señor de 88 años tenga problemas de salud es lo normal. Lo raro sería que estuviese corriendo maratones", remarca Javier Cercas.