Un Sant Jordi con 'Esperanza': la reveladora autobiografía del papa Francisco

Su lectura adquiere ahora un cariz casi testamentario y se alza como una pieza fundamental para comprender al hombre que fue Jorge Mario Bergoglio

La autobiografía del papa Francisco / EFE
La autobiografía del papa Francisco / EFE

Este Sant Jordi, entre rosas y novedades editoriales, hay un título que sobresale con la gravedad dulce de las despedidas. Esperanza, la autobiografía del papa Francisco, publicada apenas tres meses antes de su muerte, ya no se lee solo como un ejercicio de memoria, sino como su último legado.

La lectura del libro –considerado una rareza editorial por tratarse de una autobiografía escrita por un papa en funciones– fue originalmente concebida como una invitación al diálogo y la reflexión en vísperas del Jubileo de 2025. Ahora, adquiere un cariz casi testamentario, y se alza como una obra fundamental para comprender al hombre que fue Jorge Mario Bergoglio.

Los grandes temas de nuestro tiempo

Con un precio de 23 euros y publicada en 18 idiomas por la editorial italiana Mondadori, Esperanza es un compendio de 320 páginas que entrelaza anécdotas íntimas y recuerdos de infancia con poderosas reflexiones sobre los grandes temas de nuestro tiempo: la migración, el cambio climático, la pobreza, la guerra y el sentido último de la fe. Un texto lleno de humanidad en el que el pontífice, que nunca dejó de ser aquel joven porteño de barrio obrero, se muestra con desarmante franqueza.

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Imagen de archivo fechada el 04/10/2016 del papa Francisco visitando la "zona cero" del terremoto en Amatrice, Italia / Matteo Guidelli - EFE

“Sabéis que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo. Pero aquí estamos”, dijo aquel 13 de marzo de 2013 desde el balcón del Palacio Apostólico del Vaticano, con ese inconfundible acento argentino que haría historia. Doce años después, su muerte pone punto final a una era de reformas e incomodidades, de aperturas y resistencias. 

No es la primera autobiografía papal 

Esperanza, escrita en colaboración con el editor italiano Fabio Musso –exdirector de Mondadori y fundador de su propia editorial independiente– fue concebida inicialmente como un proyecto póstumo. Pero Francisco cambió de parecer el verano pasado, deseoso de que su testimonio acompañara a los fieles durante el Jubileo. 

El texto, trabajado en secreto desde 2020, ha sido recibido como una “publicación histórica” y, aunque no es la primera autobiografía papal (ese mérito corresponde a Los Comentarios de Pío II en el siglo XV), sí es la más directa, la más confesional y la más actual.

El Buenos Aires de su infancia

En sus páginas, el papa rememora el Buenos Aires de su infancia, un mosaico de inmigrantes, figuras marginales y personajes entrañables. Narra, entre otras escenas, su accidentado nacimiento (una semana de retraso que requirió una intervención poco ortodoxa del médico familiar), y cómo sus alumnos lo apodaban “Carucha”, por su rostro aniñado. 

Jorge Mario, de pie y a los 9 años, junto a su hermano Oscar el día en que tomó la primera comunión
Jorge Mario, de pie, a los 9 años, junto a su hermano Oscar el día en que tomó la primera comunión / EFE

Hay destellos de ternura, como el día en que ayudó a afeitarse a un Jorge Luis Borges ya ciego, que pese a declararse agnóstico, rezaba cada noche el Padrenuestro por una promesa hecha a su madre.

El pensamiento político de Francisco

Pero no todo en el libro es nostalgia. Francisco traza una línea clara entre su biografía y su pensamiento social. Su inquebrantable defensa de los migrantes nace de su propia raíz familiar, como hijo de italianos que llegaron a Argentina con lo puesto. 

Su aversión a la guerra, escribe, es herencia directa del horror narrado por su abuelo, veterano de la Primera Guerra Mundial: “Nono describió el dolor, el miedo, el absurdo sinsentido alienante de la guerra”. Y su conciencia política, dice, fue alimentada por un investigador de izquierdas que conoció antes de ingresar al seminario: “Me enseñó a pensar, y me refiero a pensar en política”.

Falta de revelaciones sobre los años vaticanos

Aunque el libro ha sido elogiado por su cercanía emocional y su capacidad de conexión con el lector, algunas voces, como la del periodista y biógrafo Austen Ivereigh, han lamentado la falta de revelaciones sobre los años vaticanos. 

Fotografía de archivo del pasado 20 de noviembre de 2024 que muestra al papa Francisco durante una a
El papa Francisco durante una audiencia general en la Plaza de San Pedro en el Vaticano / 

Las reformas de la Curia, las tensiones internas y los desafíos del poder quedan apenas esbozados. Francisco escribe que esa fue “la reforma más exigente, y donde hubo mayor resistencia”, pero evita detalles. Aun así, Ivereigh reconoce que Esperanza es “una herramienta de evangelización” y un recurso fundamental para comprender el pensamiento del papa.

El fragmento más noticioso

Tal vez el fragmento más noticioso sea su relato de la visita a Irak en 2021, donde asegura haber sobrevivido a dos intentos de asesinato frustrados, una afirmación que fue después negada por el exgobernador de Nínive. También destaca su defensa del humor como expresión de fe: “La fe necesita del humor para sobrevivir a la solemnidad de las instituciones”, reflexiona.

Hoy, entre rosas y libros, Esperanza se vuelve más que una lectura, se convierte en el testimonio de un hombre que no aspiró a ser infalible, sino humano; que hizo del papado un espacio de cercanía, incomodidad profética y audacia evangélica. Un papa que supo reírse con Borges, caminar con los migrantes y rezar con los pobres. Francisco quiso hablarle al mundo. Ahora, tras su partida, el mundo lo escucha con una emoción nueva. Porque quizás, como él mismo escribió, “quien tiene esperanza, ya no está solo”.