Meritxell Domingo (Argal): "Vender embutidos a 1 euro es cutre, aunque algunas marcas lo hacen"

Todo empezó con la venta de embutidos y fiambres en una pequeña carnicería de la adoquinada y famosa calle Estafeta de Pamplona, pero de eso hace ya más de un siglo. En la actualidad, Grupo Alimentario Argal cuenta con centros de producción en Cataluña, Navarra y Extremadura, donde elabora 1.900 productos cárnicos que exporta a más de 30 países. De hecho, la Comisión Europea acaba de dar luz verde a la adquisición del 50,1% de la empresa por parte de Smithfield Foods, una compañía estadounidense propiedad del grupo chino WH Group, el mayor procesador de carne de cerdo del mundo.

En este escenario cargado de incertidumbre, Consumidor Global entrevista a la directora de marketing de Argal, Meritxell Domingo, para conocer los últimos lanzamientos de producto, saber cómo les afecta el auge de la marca blanca y esclarecer el porvenir de la empresa en la que trabaja.

--De la gama de embutidos madurados lentamente que acabáis de presentar, ¿cuál destacaría? 

--Spyanata de fuet. Porque es un embutido muy común, un producto de casa, y eso hace que cueste más innovar con el fuet. Spyanata es un fuet más alargado y de sabor suave que se consigue con una curación tres veces más lenta que la de uno normal. Además, se corta muy muy fino para maximizar la organolepsia en el momento del consumo. Y el Spyanata de chorizo también es muy bueno.

--¿Qué precio tiene este fuet más alargado? 

--Tiene un precio recomendado de 2,95 euros y lo iremos introduciendo en los puntos de venta desde principios de abril. En junio estará en todas partes.

--¿Y de la expansión de la gama de productos de la marca Bonnatur? ¿Con qué producto se queda?

--Con la pechuga de pavo Bonnatur delicatessen. Está elaborada con un porcentaje cárnico del 94%, algo que ya hacen otras marcas, pero la nuestra es diferente porque se hace con pechugas de pavo enteras y frescas, sin congelar, y está braseada naturalmente, a mano, sin aditivos. Todo esto hace que tenga un sabor mucho más natural que solo ofrece Bonnatur. 

--Son productos con más porcentaje cárnico, sin aromas ni aditivos, ¿los consumidores reclaman este tipo de alimentos más saludables?

--Los consumidores se han vuelto muy expertos. Cuando empezamos con Bonnatur, nos costaba explicarlo. Ahora todas las empresas lanzan este tipo de gamas. Hemos hecho acciones con nutricionistas para intentar que el consumidor mire el porcentaje cárnico. También tenemos influencers apostando por esta gama saludable. Y el consumidor ahora mira el porcentaje, los aditivos, lee los ingredientes e incluso el porcentaje de proteína que tiene. Nos hemos convertido en expertos y el consumidor exige estas características saludables.

--Pero el precio sigue siendo el primer reclamo de compra…

--Por eso tenemos tanta variedad de productos. En Argal tenemos 1.900 referencias entre las que hay productos para todas las calidades. Pero nosotros el producto más básico que tenemos es el jamón cocido 80% materia cárnica. No bajamos de ese porcentaje. Pero también está el consumidor que se va a gamas más básicas: salchicha, chopped, mortadela. Se va al consumo de marca blanca y eso es lo que tenemos que luchar.

--¿Cuál es el punto medio?

--La sociedad se ha convertido en un reloj de arena. O vas al posicionamiento de arriba o al de abajo, porque la gama media ha perdido posicionamiento. En Argal intentamos buscar un equilibrio. En posicionamiento bajo crece la marca blanca. Y no nos interesa hacer la calidad de la marca blanca, aunque también ha subido. La marca blanca hace bueno, bonito, barato. Si la haces, tienes que competir con el precio de la marca blanca y no hay margen. Por eso Argal se mueve en el medio-alto. Lo de embutidos a 1 euro es cutre, aunque algunas marcas lo hacen. Son gamas muy básicas.

--¿Cuál es el producto más vendido de Argal?

--Bonnatur jamón cocido es el top y la segunda marca más vendida en charcutería al corte.

--Con un volumen de ventas de 242 millones de euros y más de 73.300 toneladas comercializadas en 2023, en octubre Smithfield Foods adquirió el 50,1% de las acciones de Argal Alimentación. ¿Cómo cambiará el negocio de esta empresa centenaria?

--Por ahora no cambiará. Hemos hecho una alianza estratégica con Smithfield que nos permitirá integrar toda la cadena de valor, ampliar la gama de productos y hacer más sinergias entre las dos empresas. Es un grupo muy grande a nivel mundial y nos ayudaremos los unos a los otros.

--El gigante del sector porcino a nivel mundial, el grupo chino WH Group, es el propietario de la filial estadounidense Smithfield Foods. ¿Argal pasa de ser una empresa española a una compañía global?

--A largo plazo no lo sabemos. Por ahora, todo sigue igual. Es una alianza entre dos grandes empresas.

–’El respeto por lo bueno’ es vuestro lema. Ahí no tienen cabida las macrogranjas, ¿no?

--Nosotros no tenemos granjas. Compramos piezas de carne y las compramos con el certificado de bienestar animal. Todo lo que compramos cumple las especificaciones de bienestar animal de Aenor (Welfare Quality).

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--Pero WH Group es la mayor procesadora de carne de cerdo del mundo…

--Seguro que como el gran grupo que son cumplen con todas las especificaciones de Animal Welfare. Es como un Vall Companys.

--¿Cómo viven vuestros animales?

--Siguiendo todos los requisitos que establece el sello Animal Welfare de espacio, temperatura, alimentación, salud, etcétera. 

--¿Hay macrogranjas en España?

--Yo creo que lo de las macrogranjas es un concepto muy utilizado por Greenpeace al que se asocia algo negativo, pero hay granjas grandes que cumplen igual que las pequeñas con los requisitos. El concepto se ha ido deteriorando porque ha habido muy mala prensa, pero el sector está muy implicado y trabajamos con muchas normativas. Trabajamos con la asociación Interporc y para nada es lo que se quiere enseñar con ciertas imágenes. Hay un control brutal. 

--En la puerta de la feria Alimentaria protestaban unos activistas por la cantidad de agua que se requiere para producir un kilo de carne en tiempos de sequía…

--Esto es mentira. En Interporc hay un compromiso de aguas residuales cero, de emisión de CO2 equilibrada… Hay muchos requisitos.

--¿Qué puede hacer una empresa como Argal en esta lucha conjunta para que el impacto medioambiental de la ganadería sea menor?

--Nosotros solo compramos piezas. No tenemos matadero. Compramos las piezas que necesitamos. Si quiero jamones, compro jamones. Si quiero lomo, compro lomo. Solo compramos lo que necesitamos y exigimos todos los certificados.