Bonpreu vende Donuts de chocolate cuya fecha de caducidad ya ha vencido. Esta cronista lo ha comprobado en uno de los establecimientos de la cadena de supermercados en Barcelona.
Un hallazgo que plantea serias dudas sobre los controles de calidad y seguridad alimentaria en la compañía catalana. El pack de dos Donuts normalmente cuesta 1,80 euros. Pero, el pasado 18 de agosto se ofrecía a un precio rebajado. Lo que a simple vista podía parecer una oportunidad, en realidad escondía un dulce caducado dos días antes.
Los Donuts caducados desde el 16 de agosto que vende Bonpreu
El envase del producto señalaba claramente como fecha límite de consumo el 16 de agosto de 2025, pero aun así el artículo permanecía expuesto en los estantes el día 18. La reducción de precio lo dejaba en 1,08 euros, más de un 40% menos de su importe habitual.
La etiqueta del supermercado lo presentaba como "oportunidad" y "caducidad corta", una fórmula ambigua que puede confundir al comprador.
Rebaja con trampa
El descuento aplicado por Bonpreu transformaba este paquete de Donuts en un aparente chollo. Pero la rebaja ocultaba un problema de fondo como es la venta de un alimento caducado. Una práctica que puede poner en riesgo la salud de los consumidores.
El uso de términos como "oportunidad" o "caducidad corta", expresiones propias del marketing que buscan dar salida a productos próximos a vencer, en este caso sirvió para camuflar un hecho mucho más grave.
Qué dice la ley sobre la venta de alimentos caducados
El Reglamento (UE) 1169/2011, en su artículo 24, establece que ningún alimento puede comercializarse tras superar su fecha de caducidad. Esta es la gran diferencia con los productos que llevan la mención "consumo preferente", que sí pueden venderse después de esa fecha siempre que no haya riesgos para la salud.
En el caso de los Donuts hallados en Bonpreu, el envase del fabricante marcaba de forma clara una fecha límite de consumo, mientras que fue la propia etiqueta del supermercado la que hablaba de "caducidad corta". Un detalle que no pasó desapercibido para esta cronista, pero que podría haber confundido a cualquier cliente. Lo que parecía un simple capricho dulce pudo haberse convertido en un problema mucho más serio.