El reconocido chef Jordi Cruz no solo aplica disciplina en sus cocinas, también ha trasladado esa rigurosidad a su alimentación diaria. Durante la semana, su menú sigue una pauta equilibrada y consciente. Según ha comentado en una charla con Jesús Calleja, de lunes a viernes en su casa se come de forma estructurada: “Entre semana comemos ordenado: pollo, arroz, legumbres, calculado y medido”, explicaba de la técnica estrella que ya en su día le hizo bajar de 90 kilos a 72 en solo tres meses de ejercicio y método.
Su dieta no excluye ninguno de los pilares nutricionales esenciales: proteínas de alta calidad, hidratos de carbono complejos y grasas saludables. Estos nutrientes no solo forman la base de su alimentación, sino que también le proporcionan la energía necesaria para entrenar con intensidad en el gimnasio.
Los alimentos infaltables en la alimentación de Jordi Cruz
Entre sus productos preferidos están los huevos, el pescado, las carnes blancas, legumbres y frutos secos, alimentos que aportan una combinación ideal de energía, recuperación muscular y saciedad. Además, las frutas y verduras tienen un rol fundamental en su menú diario, formando parte constante de sus comidas. A pesar de su enfoque disciplinado, Cruz también se da permiso para disfrutar creando recetas tan deliciosas como sanas como la que el mismo ah compartido en sus redes:
"El domingo nos lo tomamos libre, sin restricciones. Nos ponemos hasta el tapón", ha dicho. Este enfoque se conoce como el método 80/20: mantener una alimentación saludable el 80% del tiempo y reservar un 20% para gustos ocasionales.
Celebridades como Jennifer Aniston, Jessica Alba, Gwyneth Paltrow entre otros, también siguen esta fórmula, que permite cierta flexibilidad sin perder el foco nutricional. Como es el caso también de la modelo Miranda Kerr, cuya dieta está basada en alimentos orgánicos y saludables la mayor parte del tiempo, pero admite que el 20% restante se da el placer de comer chocolates o postres (a lo que ella llama "su perdición").
El valor nutricional del pollo: una proteína clave en su dieta
El pollo es una de las carnes más populares a nivel mundial, y no es casualidad. Además de ser accesible y fácil de preparar, es una excelente fuente de proteínas magras, minerales esenciales y vitaminas del grupo B. La carne de pollo —particularmente la pechuga y el muslo sin piel— aporta proteínas de alto valor biológico con un contenido muy bajo en grasas saturadas.
Actualmente, se consumen alrededor de 40 kilos de carne por persona al año, siendo el pollo el segundo tipo más demandado después del cerdo. En países como Estados Unidos, el consumo per cápita supera los 43 kilos anuales.
¿Qué hace del pollo una opción tan recomendada?
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Bajo en grasa: La carne de pollo, especialmente las partes magras como la pechuga, es ideal para quienes buscan controlar su peso sin sacrificar la ingesta de proteínas.
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Fuente de fósforo y selenio: Estos minerales fortalecen huesos, dientes, cabello y sistema inmune.
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Vitaminas esenciales: Aporta B1, necesaria para el sistema nervioso y el corazón, y ácido fólico, que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
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Fácil de digerir: Es una proteína liviana, perfecta para personas con molestias digestivas si se consume sin piel y cocida de forma saludable (al vapor, horno, plancha).
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Versatilidad en la cocina: Se adapta a múltiples recetas —desde guisos hasta ensaladas— y combina con una gran variedad de ingredientes.
Los expertos sugieren consumir entre 200 y 400 gramos diarios en adultos, y hasta 500 g en personas con alta demanda física, como deportistas.
Las legumbres: un clásico saludable que nunca pasa de moda
Aunque su consumo en algunos países sigue siendo bajo, las legumbres están viviendo un renacimiento, impulsadas por su riqueza nutricional y su adaptabilidad en la cocina moderna. Desde guisos hasta hamburguesas vegetales, estos granos están presentes en múltiples recetas y son fundamentales en dietas vegetarianas y veganas.
¿Por qué deberías incluir legumbres varias veces a la semana?
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Promueven la saciedad y controlan la glucosa
Ricas en fibra, ayudan a estabilizar el azúcar en sangre y a prolongar la sensación de plenitud. -
Apoyo al desarrollo fetal
Su contenido en ácido fólico es clave para prevenir defectos en el tubo neural del embrión. -
Amigas del corazón
Ayudan a reducir el colesterol malo (LDL), disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. -
Aportan hierro vegetal
Si se combinan con vitamina C (como un chorrito de limón), su absorción mejora, combatiendo la anemia. -
Proteínas completas al combinarlas con cereales
Juntas, legumbres y granos como el arroz, logran un perfil proteico ideal. -
Sin gluten
Aptas para personas celíacas o con intolerancias. -
Protegen el organismo
Gracias a sus compuestos antioxidantes y fitoestrógenos, ayudan a prevenir el deterioro cognitivo y cuidan la salud ósea y hormonal.
Aunque son altamente nutritivas, conviene moderar su consumo en personas con ciertas patologías digestivas y siempre con orientación profesional.
Cómo conservarlas correctamente
Las legumbres secas pueden almacenarse hasta un año sin perder calidad, aunque lo ideal es consumirlas antes de los 9 meses para que conserven mejor sabor y textura. Lo recomendable es mantenerlas en envases herméticos, alejados de la luz, el calor y la humedad.
En definitiva, tanto el pollo como las legumbres son pilares clave en una dieta equilibrada, como la que sigue el chef Jordi Cruz. Incorporarlos en nuestro día a día no solo es sencillo, sino que representa una inversión en salud, bienestar y energía.