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Jorge García-Dihinx, médico, sobre el alimento más completo: "Es bueno para el cerebro y el corazón"

En Consumidor Global te descubrimos el superalimento económico y versátil que revoluciona la nutrición y la cocina diaria (y que seguro que tienes en tu despensa en forma de conserva)

Rocío Antón

Jorge García-Dihinx, médico, sobre el alimento más completo de tu despensa/ Montaje Consumidor Global

Cuando se habla de alimentación saludable, solemos pensar en largas listas de nutrientes, superalimentos de moda y productos exóticos que prometen transformarnos. Sin embargo, a veces el ingrediente más poderoso es también el más sencillo, accesible y tradicional. Entre todos los alimentos que podemos encontrar en nuestra despensa, hay uno que comienza a acaparar protagonismo gracias a su perfil nutricional extraordinario: las sardinas.

Unas sardinas en aceite / PEXELS

Sí, ese pescado azul tan ligado al Mediterráneo, tan habitual en forma de conserva y tan fácil de integrar en cualquier comida, está viviendo una auténtica revolución dentro del mundo de la nutrición. Y no es casualidad. Su composición convierte a las sardinas en un alimento sorprendentemente completo, capaz de cubrir buena parte de las necesidades diarias sin recurrir a suplementos ni fórmulas complicadas.

Sardinas: el superalimento humilde con un valor nutricional gigante

Expertos en alimentación coinciden en que la sardina es uno de los productos más valiosos que tenemos al alcance. Su combinación de proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales la convierte en una opción extraordinaria para quienes buscan nutrirse de forma equilibrada sin renunciar al sabor.

Una lata de sardinas / PIXABAY

El médico Jorge García-Dihinx, popular en redes sociales por su labor divulgativa en sus vídeos, así lo confirma: "Es tan completo que podrías vivir solo de sardinas durante 1 mes. El científico de Harvard Nick Norwitz ha hecho el experimento de comer 1000 sardinas en 1 mes. Eso equivale a 33 sardinas al día, que son unas 2.000 kcal diarias. Sus niveles de omega-3 subieron por las nubes. En las sardinas tienes toda la proteína biodisponible, el calcio de la espina y tienes la vitamina D de los pescados azules", explica.

Esta grasa actúa cardioprotectora que contribuye al buen funcionamiento del cerebro y del corazón. De hecho, incluir sardinas de manera habitual en la dieta puede disminuir la necesidad de suplementación externa.

El único alimento recomendado por los médicos para la salud del corazón, huesos y cerebro

Además, al consumirlas enteras —incluida la espina, que se ablanda durante la cocción o conserva— obtenemos calcio natural, un aporte fundamental para huesos y dientes. Su contenido en vitamina D, presente de forma generosa en los pescados azules, refuerza la salud ósea y ayuda al sistema inmunitario.

Una mala alimentación puede acarrear graves problemas de corazón / PEXELS

Las sardinas también aportan vitaminas A y E, potentes antioxidantes que protegen las células del daño oxidativo; minerales esenciales como yodo, hierro, magnesio, selenio y potasio; y una cantidad llamativa de coenzima Q10, imprescindible para la obtención de energía en nuestras células. Incluso aportan creatina, un compuesto conocido por favorecer el rendimiento muscular.

Todo esto explica por qué muchos especialistas las consideran un alimento “total”, una especie de multivitamínico natural que no necesita marketing: su composición habla por sí sola.

Del valor nutricional al plato: cómo aprovechar las sardinas 

Parte del encanto de las sardinas reside en su versatilidad. Pueden disfrutarse frescas, al horno, a la plancha o en conserva, lo que las convierte en un recurso perfecto para solucionar comidas improvisadas. Además, combinan bien con ingredientes frescos, verduras, cereales y salsas suaves, creando platos llenos de sabor sin complicaciones.

Salmorejo cremoso de pimiento asado coronado con sardinas en aceite y queso feta / GRUPO ARZÁBAL

Uno de los ejemplos más prácticos —y recientes— donde las sardinas se convierten en protagonistas es esta receta de burritos mediterráneos. Una opción rápida, nutritiva y alejada de la típica idea de “comida rápida”. Perfecta para quienes buscan energía sostenida, sabor y equilibrio.

La receta más nutritiva con sardinas: burritos llenos de sabor y proteínas

Los burritos son una base muy agradecida para jugar con distintos ingredientes, y en este caso se transforman en una comida completa que reúne proteínas, grasas saludables, fibra y micronutrientes esenciales. Así lo comentaban los influencers y nutricionistas Carlos Ríos y Natalia Sipra, cuando recomendaban esta receta fit y deliciosa:

Ingredientes para 4 burritos
  • 4 tortillas grandes

  • 2 latas de sardinas en aceite

  • 1 aguacate maduro

  • 2 huevos

  • 3–4 cucharadas de queso crema

  • 1 cebolla morada

  • Zumo de limón o lima

  • Sal y pimienta

  • Cilantro o perejil opcional

  • Salsa picante o mayonesa, al gusto

Cómo prepararlos paso a paso

Estos burritos combinan sardinas en conserva con aguacate cremoso, queso suave, huevo y cebolla morada para crear un relleno jugoso y equilibrado. Ideales para un almuerzo rápido, una cena ligera o incluso para llevar al trabajo.

1. Machaca el aguacate con un chorrito de limón para conservar su color y darle frescura. Añade sal y pimienta.

2. Puedes optar por huevo duro picado o un revuelto cremoso. Ambas opciones funcionan bien.

3. Pica la cebolla morada muy fina. Si deseas suavizar su sabor, ponla un minuto en agua fría.

4. Escurre las sardinas y desmenúzalas ligeramente. Deja algunos trozos enteros para darle más cuerpo al relleno.

5. Calienta las tortillas y úntalas con queso crema. Añade el aguacate, el huevo, la cebolla y las sardinas. Termina con cilantro o un toque de picante.

6. Puedes sellarlos en una sartén para darles textura.

Una receta que resume lo mejor de la alimentación práctica

La combinación funciona porque reúne los sabores salinos y umami de las sardinas con la suavidad del aguacate, la frescura de la cebolla y la estructura neutra del huevo. El resultado es un plato completo, fácil de preparar y cargado de propiedades beneficiosas.

Las sardinas, una vez más, demuestran que la buena alimentación no necesita ingredientes complicados ni técnicas elaboradas. A veces, basta con redescubrir lo que ya teníamos en la despensa.