Dejar nuestro túper a temperatura ambiente no es deseable, pero tampoco es un drama ni debería representar un problema si es durante tan solo una ventana de 3-4 horas, que es lo que solemos hacer cuando vamos a un pícnic, a la montaña o la playa. Sí que podría haber más riesgo si se han dado otras circunstancias.
La comida empieza a descomponerse fuera de la nevera cuando permanece demasiado tiempo en la zona de peligro de temperatura, es decir, entre 4 °C y 65 °C, donde las bacterias pueden multiplicarse rápidamente. ¿Entonces cuánto tiempo puede estar fuera de la nevera?
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En condiciones normales (20-25 °C):
La mayoría de los alimentos cocinados no deberían estar más de 2 horas a temperatura ambiente. -
Si hace calor (más de 30 °C), como en verano o en un coche aparcado al sol:
Ese tiempo se reduce a 1 hora.
Pasado ese periodo, las bacterias pueden proliferar rápidamente, y aunque la comida no huela ni se vea mal, ya podría ser insegura para el consumo.
¿Qué pasa si me dejo el túper del trabajo fuera de la nevera?
El nutricionista Aitor Sanchez nos habla de los siguientes riesgos asociados a la comida con la subida de las temperaturas de estos días: "Si hemos dejado la comida toda la noche fuera de la nevera. Esto es muy común en personas que preparan la comida del día siguiente junto a la cena, y como se van a la cama con la comida caliente o recién hecha, la dejan atemperando toda la noche. Esto es una práctica de riesgo porque aumenta mucho las horas en las que las bacterias pueden proliferar en la comida. Para evitarlo, es importante que esté refrigerada o congelada hasta que vamos al trabajo", comenta.
"Otro posible riesgo añadido es dónde dejamos la comida al llegar al trabajo. Sería ideal disponer de frigorífico allí. En el caso de que no sea posible, podemos usar una ventana o una terraza en los meses más fríos. Si no podemos hacer esto, mejor evitar dejar el táper cerca de un radiador u otras fuentes de calor, algo muy frecuente en los meses fríos", revela el experto en nutrición.
El truco si vas a tardar en consumir tu comida si no tienes nevera
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Usa una bolsa isotérmica con placas de hielo.
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Elige alimentos menos perecederos (por ejemplo, frutas, frutos secos, conservas o legumbres en bote).
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O prepara combinaciones que puedas mezclar justo antes de comer.
Otra buena práctica que podemos hacer si no disponemos de estas medidas de precaución, es preparar o mezclar la comida directamente en el trabajo, optando, por ejemplo, por preparaciones que podamos preparar a partir de “abrir y mezclar”. Un ejemplo son las ensaladas ya reparadas o los vasitos de arroz o quinoa semi cocidos de la marca Brillante, así como las conservas o platos preparados en lata como son las lentejas o fabada Litoral.
@microbiotadesdecero ¿Son los vasitos de arroz una buena opción? #arroz #vasitosdearroz #arrozlisto #quinoa #hidratosdecarbono ♬ sonido original - Microbiotadesdecero
Insisto, no obstante, en que si la comida ha estado refrigerada en casa, no debería haber problema de seguridad alimentaria por unas pocas horas. Debes tener en cuenta que el calor favorece el crecimiento de bacterias. Los microorganismos proliferan fácilmente a temperatura ambiente, y solo se detiene a temperaturas superiores a 65°C o inferiores a 4°C.
¡Ojo también si dejas los túpers fuera de la nevera para descongelarlos!
Aesan explica cómo debes descongelar la comida para evitar intoxicaciones. Si, por el contrario, eres de los que se pasa todo el domingo cocinando túpers para después congelarlos e ir sacando y comiendo uno cada día de la semana— el llamado Batch cooking, por los modernos —debes tener ciertas consideraciones en cuenta.
Sabemos que al final del día lo último que te apetece es pensar en seguridad alimentaria, pero más te vale interiorizar algunas cuestiones para evitar que tu comida se corrompa y estropee al sacar un túper del congelador y dejarlo en la encimera durante toda la noche para después llevártelo a trabajo.
Esta manera de descongelar tu comida no es la más adecuada, según advierte la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), organismo dependiente del Ministerio de Consumo:
"¿Hoy comes de túper? Recuerda no dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente para que no proliferen los microorganismos. Hay que refrigerarlos cuanto antes, llévalos en bolsas isotermas y recaliéntalos a más de 70 grados", recomienda la Aesan en su cuenta de Twitter. De esta manera, explican, se evitan las posibles infecciones o intoxicaciones alimentarias, aquellas enfermedades que se producen por la ingestión de alimentos con presencia de gérmenes patógenos o sus toxinas.
Siete claves de AESAN para una comida de túper segura
La Aesan recomienda seguir siete pautas básicas para evitar riesgos al consumir comida fuera de casa:
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Buena higiene y planificación: Lava bien tus manos, separa los alimentos crudos de los cocinados y planifica raciones individuales para evitar desperdicios y contaminación cruzada.
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Limpieza de frutas y verduras: Lava bien los alimentos crudos, y si es necesario, desinféctalos con una mezcla de agua y lejía apta para uso alimentario.
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Cocción adecuada: Asegúrate de que los alimentos estén bien cocinados por dentro, especialmente carnes, pescados y huevos. Divide en porciones para facilitar el enfriado y reducir la manipulación.
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Correcto almacenamiento: Guarda la comida en recipientes cerrados y refrigera lo antes posible. No la mantengas más de tres días en la nevera y evita el contacto con alimentos crudos.
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Recipientes aptos: Usa envases certificados para alimentos, preferiblemente aptos para microondas si vas a recalentar.
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Transporte seguro: Utiliza bolsas térmicas y mantén los alimentos alejados de fuentes de calor. Limpia los envases y bolsas con regularidad.
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Recalentado eficaz: Calienta los platos a más de 75 °C, removiendo para asegurar un calentamiento uniforme, especialmente en microondas. Sopas y salsas deben hervir brevemente antes de su consumo.