El 97,9% de las pechugas de Lidl procede de pollos con anomalías
El informe de Observatorio de Bienestar Animal alerta a los consumidores de la presencia de la patología "estrías blancas" en la práctica totalidad de bandejas analizadas
 
    
El pollo que vende Lidl es, cuanto menos, de dudosa calidad. Esto es lo que se deduce del informe que acaba de publicar el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) sobre el tema.
La oenegé animalista ha analizado más de 6000 bandejas de pollo a la venta en 321 supermercados Lidl de todas las Comunidades Autónomas españolas. Y el resultado es alarmante.
El 98% de las pechugas de Lidl proviene de pollos con anomalías
El OBA alerta de que el 98% de la pechuga de pollo a la venta en los supermercados Lidl españoles podría provenir de pollos afectados por la patología de estrías blancas.

Esta miopatía muscular está vinculada al uso de razas seleccionadas genéticamente para que los pollos crezcan más rápido en la ganadería industrial.
Aves con deformidades
La selección genética a la que se ha sometido a estos pollos implica un crecimiento cuatro veces más rápido que a mediados del siglo XX, lo que provoca deformidades y graves problemas de bienestar animal en las aves, como dificultad respiratoria y paros cardiacos.
Su crecimiento es tan rápido y antinatural que equivaldría a que un bebé humano alcanzara los 300 kilos en sus dos primeros meses de vida.
La patología de estrías blancas
La patología de estrías blancas puede identificarse fácilmente por las finas rayas blancas que atraviesan la pechuga del pollo.
Esta condición implica la acumulación de depósitos de grasa en los músculos pectorales y es una forma de necrosis afectada por el rápido crecimiento.
Una carne de peor calidad
Aunque no es una patología dañina para la salud, sí empeora el valor nutricional, la calidad y la textura de la carne.
En concreto, la empeora con hasta un 224% más de grasa, entre un 7% y un 21% más calorías, 10% menos de colágeno y hasta un 9% menos proteínas.
Otro escándalo para Lidl y sus clientes
Según Míriam Martínez, directora de bienestar animal de OBA, “la venta de pollos de crecimiento rápido o macropollos es un escándalo para los consumidores y consumidoras, altamente concienciados con el bienestar animal y que demandan productos de calidad”.

La activista también recuerda que los principales supermercados en España “ya se han comprometido a poner fin al uso de estos pollos en su cadena de suministro, pero Lidl continúa sin ninguna política al respecto. La inacción de Lidl hace que, de acuerdo a los indicios, sus clientes compren pollo afectado sin saberlo”.
El Compromiso Europeo del Pollo
Existen estudios que indican que las estrías blancas afectan al 63-78% de los pollos de las razas de crecimiento rápido. Sin embargo, sólo alrededor del 9% de los pollos de crecimiento lento padecen esta enfermedad.
Es por ello que la oenegé exige a Lidl su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo, un acuerdo voluntario de mínimos apoyado internacionalmente por 40 organizaciones de protección animal y conformado por criterios como la transición a razas de crecimiento lento o la disminución de la densidad de aves en las macrogranjas.
La postura de Lidl
"Garantizar la calidad de nuestros productos es una prioridad, por lo que llevamos a cabo exhaustivos controles de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados", aseguran desde Lidl en declaraciones a Público.
Por su parte, desde OBA han denunciado esta situación mediante un escrito, presentado ante los Ministerios de Consumo, Asuntos Sociales y Agenda 2030 y de Agricultura, Pesca y Alimentación, y solicitan una investigación sobre la calidad y composición nutricional en la carne de ave -principalmente pechuga de pollo- de marca propia comercializada por Lidl España.
