Los medicamentos basados en semaglutida, como Ozempic y Wegovy, se han consolidado en apenas unos años como uno de los grandes avances en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad. Su eficacia para reducir los niveles de glucosa en sangre, junto con su capacidad para favorecer la pérdida de peso, han provocado un aumento masivo de su uso en Europa y Estados Unidos.
Pero este éxito viene acompañado ahora de una advertencia importante: la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha confirmado un posible vínculo entre estos fármacos y un tipo de enfermedad ocular que puede causar pérdida súbita de visión.
Ozempic y Wegovy: la EMA confirma un riesgo poco común de pérdida repentina de visión
La reacción adversa detectada se denomina neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NOIANA). Se trata de una patología que reduce el riego sanguíneo hacia el nervio óptico, lo que puede ocasionar ceguera parcial o incluso total en cuestión de horas. Aunque su incidencia es baja, la gravedad de las consecuencias ha motivado que el organismo europeo incluya la advertencia en la información oficial de los medicamentos.
La NOIANA es, después del glaucoma, la segunda causa más frecuente de pérdida irreversible de visión en adultos. A diferencia de otras complicaciones oftalmológicas, su aparición puede ser repentina y sin síntomas previos, lo que aumenta la preocupación entre médicos y pacientes.
Lo que dice la evidencia científica
La decisión de la EMA no es aislada. Desde 2024, distintos trabajos habían empezado a señalar esta posible relación. Ese mismo año, la revista científica JAMA Ophthalmology publicó un estudio que observaba un mayor riesgo de NOIANA en pacientes tratados con semaglutida. Poco después, un metaanálisis reforzó esa sospecha, aunque matizó que los datos todavía eran limitados y que se necesitaban más investigaciones.
A principios de 2025, otra investigación fue un paso más allá al vincular tanto la semaglutida como la tirzepatida —el principio activo de Mounjaro, otro fármaco de la misma familia de agonistas del receptor GLP-1— no solo con la neuropatía óptica, sino también con un trastorno ocular menos común conocido como maculopatía media aguda paracentral.
No obstante, los resultados no son unánimes. Un análisis sistemático que revisó 78 ensayos clínicos con más de 73.000 pacientes no encontró ninguna asociación entre la semaglutida y la retinopatía diabética, aunque sí dejó abierta la posibilidad de un vínculo con la NOIANA. Como resumía el endocrinólogo brasileño Fernando Gerchman, autor principal de ese trabajo: “Los hallazgos confirman que existe una señal, pero aún no hay pruebas suficientes para establecer una causalidad definitiva”.
Decisión de la EMA y repercusión en España
Tras meses de revisión, el Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA ha concluido que la NOIANA debe figurar en el prospecto de todos los medicamentos que contienen semaglutida. Su frecuencia se ha clasificado como “muy rara”, es decir, que podría afectar a hasta 1 de cada 10.000 pacientes.
En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ya había alertado en junio de este riesgo potencial. Sin embargo, la actualización oficial del prospecto de Ozempic, Wegovy o Rybelsus todavía está pendiente del visto bueno del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la EMA.
Conviene recordar que el prospecto actual de Ozempic en España ya advertía sobre la retinopatía diabética como posible complicación, clasificada como “frecuente” (hasta en 1 de cada 10 pacientes), sobre todo en quienes utilizan insulina de manera combinada.
Un riesgo bajo que exige atención
En términos absolutos, la incidencia estimada de la neuropatía óptica isquémica entre los usuarios de semaglutida ronda el 0,04%. Aunque la cifra es baja, los expertos recomiendan no bajar la guardia y consultar de inmediato con un médico si se produce cualquier alteración repentina de la visión, incluso parcial.
Además, la EMA insiste en que esta nueva advertencia no cambia la valoración general sobre la semaglutida: los beneficios superan con creces los riesgos conocidos. Estos fármacos han demostrado ser muy eficaces tanto para mejorar el control glucémico como para favorecer la reducción de peso en personas con obesidad, lo que a su vez reduce complicaciones cardiovasculares asociadas.
Una complicación rara, pero grave: el debate que cruza el Atlántico
Mientras Europa actualiza sus prospectos, en Estados Unidos la situación se ha trasladado al terreno legal. Diversos bufetes de abogados ya han comenzado a organizar demandas colectivas contra las compañías farmacéuticas responsables de estos medicamentos.
Representan a pacientes que aseguran haber sufrido pérdida repentina de visión tras su uso, lo que ha generado un intenso debate público sobre la seguridad de estos tratamientos estrella.
Cómo actuar: vigilancia, información y equilibrio
La llegada de Ozempic y Wegovy ha transformado el abordaje de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad, dos de los grandes retos sanitarios del siglo XXI. Ahora, la aparición de esta advertencia obliga a pacientes y profesionales a estar más atentos, pero sin perder de vista la perspectiva: el riesgo existe, aunque es muy poco frecuente.
La EMA y la AEMPS recomiendan a los pacientes no interrumpir su tratamiento sin consultar previamente al médico y acudir de inmediato a un especialista si aparece cualquier síntoma visual inesperado. Porque, como recuerdan los expertos, en la balanza entre beneficios y riesgos, la semaglutida sigue siendo una herramienta fundamental en la medicina actual, siempre que se use bajo una adecuada supervisión clínica.